Las limpiadoras de la Universidad de Cádiz se encierran en Filosofía y Letras

Tras 60 días de protestas, el colectivo se quedará en la facultad, y en el Casem de Puerto Real, hasta que no se dignifiquen sus salarios

Las trabajadoras de Ayuda a Domicilio de Cádiz claman por "una solución ya" a las puertas del Ayuntamiento

Una imagen del primer día de encierro en la facultad de Filosofía yt Letras de las trabajadoras de la limpieza de la Universidad de Cádiz. / Jesús Marín

Las sillas de playa, las mochilas, sacos y mantan se despliegan entre las pancartas, recogedores y fregonas casi como una declaración de intenciones. ‘De aquí no nos movemos hasta que no tengamos una solución’ parece decir la puesta en escena del campamento que las trabajadoras del servicio de limpieza de la Universidad de Cádiz han montado en el interior de la facultad de Filosofía y Letras. Parece decir y, de hecho, es lo que dice la presidenta del comité del colectivo, Oti Carreira, en un primer día de encierro, este lunes 27 de octubre, antecedido por 60 días, “que se dice pronto”, de concentraciones y protestas.

Lo que queremos es la dignificación de nuestros salarios. Que lo que llevamos limpio a casa, lo que entra en nuestras casas para comer, para el alquiler, para todo, son en muchos casos, 900 euros”, cuenta muy clarito la representante de las trabajadoras que iniciaron sus reivindicaciones en el contexto de la salida de un nuevo pliego del servicio de limpieza de la universidad, un pliego que “vulnera” sus derechos. “Tanto es así, que el primero que hicieron se lo tiraron para atrás –el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía lo tumbó en agosto– y, desde entonces, no se han querido sentar con nosotros, ni escuchar nuestras reivindicaciones para hacer el nuevo pliego”.

Unas exigencias que pasan por un incremento salarial “de 200 euros que, al menos, dignifique nuestros salarios” y “recuperar las horas que nos han quitado y que ha supuesto la pérdida de empleo de compañeras”. “Porque lo último que nos dijo el rector (Casimiro Martell) sobre que sí aceptaba garantizar las sustituciones por baja o vacaciones, vamos, es que eso es nuestro derecho, estaría bueno, no es que nos esté regalando nada”, clarifica la portavoz del colectivo.

Algunas de las trabajadoras de la limpieza de la Universidad de Cádiz, durante el encierro en Filosofía y Letras. / Jesús Marín

Unas trabajadoras que “la mayoría” notan en sus cuerpos “los treinta años de trabajo” con diferentes achaques y lesiones y que han “tragado mucho” en estos años. “Cobramos lo mismo que hace tres décadas o, incluso, te diría que estamos peor. Hemos esperado mucho para que se mejoren nuestros sueldos. Tragamos cuando la crisis, tragamos cuando la pandemia, tragamos cuando nos dijeron que es que la UCA pagaba mucho de luz y que no podían asumir ese año la subida, pero ya no vamos a tragar más. Nos hemos empoderado y ya no tenemos miedo”, avisa Carreira que explica que las limpiadoras del Campus de Cádiz se quedarán en la facultad de Filosofía y Letras, y las del Campus de Puerto Real en el Casem, “hasta que no se sienten con nosotras”.

Los obstáculos que se han encontrado en sus protestas

Además de por sus escuetos salarios, de por "trabajar por dos" cuando alguna compañera está de vacaciones o de baja y de ver un horizonte de jubilación "de 400 euros que es lo que les ha quedado a las compañeras que cumplieron la edad para irse", las trabajadoras de la limpieza de la Universidad de Cádiz están muy enfadadas con la dirección del centro "del conocimiento, de los derechos y de la solidaridad" por el trato recibido durante estos dos meses de protestas.

"No nos atienden a nosotras ni a nuestro sindicato (Autonomía Obrera), pero es que han llegado hasta a quitar nuestros carteles de protesta, que es algo que la gerente tuvo al final que dar orden de que no nos los quitaran y, menos mal, que ya no nos lo tiran, pero eso ha estado ocurriendo, y hasta nos han dicho que van a sacar el pliego sin contar con los sindicatos", asevera Oti Carreira también muy dolida por las palabras de Casimiro Martell en el último contacto que mantuvieron. "Si venís a pedir dinero, ya os podéis levantar porque no hay, nos dijo", lamenta.

La portavoz de las trabajadoras, unas 200 entre los cuatro campus de la Universidad de Cádiz (Cádiz, Puerto Real, Jerez y Algeciras), sí tiene buenas palabras para la empresa concesionaria del servicio, Itelymp, en la que lleva trabajando 27 años y que es la firma que ha venido ganando la licitación desde hace tres décadas. "Y nunca hemos tenido un impago y nos trata muy bien a las trabajadoras, pero el dinero es el que es, el del pliego, es que no dan más. Por eso lo que queremos es sentarnos con los técnicos que hacen ese pliego porque lo que no puede ser es la miseria que nos dan". "El rector dijo en una reunión, traedme un pliego con mejores condiciones laborales del que tenéis y os lo compro, y le llevamos el de la Universidad de Sevilla, el de Málaga y el de Córdoba. Y nada, aquí estamos", ríe por no llorar.

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