La Universidad de Cádiz, como buena parte de los centros académicos repartidos por todo el país, tiene un grave problema debido al envejecimiento de su profesorado y, sobre todo, de quienes son catedráticos.

La falta de reposición de estas plazas es un problema que se plantea ya a corto plazo y que es especialmente grave en titulaciones que tienen una buena salida profesional, con puestos bien remunerados en el sector privado. Es el caso de las ingenierías, Medicina y Matemáticas, fundamentalmente.

Aunque no se aporta una cifra del número de catedráticos que se jubilarán en los próximos años, la Universidad de Cádiz sí alerta de este problema y, sobre todo, de la difícil solución que tiene.

“En determinadas carreras hay un problema de cambio generacional”, destaca a este diario el rector de la UCA, Francisco Piniella.

Cambio generacional que se une, también, a la marcha de profesores, algunos futuros catedráticos, a la búsqueda de una mejor posición laboral. En este sentido Piniella afirma que “para nosotros resulta difícil retener el talento”, al ser una Universidad con un gasto limitado y situarse en una provincia donde faltan grandes empresas que puedan financiar proyectos de desarrollo para estos estudios.

Hay soluciones puntuales, y complicadas, como proyectos que permiten compaginar la docencia con la práctica hospitalaria, en el caso de los estudios de Medicina. Pero junto a ello, se destaca que “no hay nadie en las bolsas de profesionales para sustituciones”.

Lo cierto es que una de las principales patas de actuación de Piniella durante sus cuatro años como rector, que ahora concluyen, ha sido la mejora laboral tanto del profesorado como del personal de administración y servicios. Y todo ello, con medio mandato afectado por la pandemia de coronavirus.

Apuesta laboral en la UCA

Sólo en la plantilla del profesorado se ha consolidado o promocionado al 40% del personal: 53 catedráticos, 128 profesores titulares, 120 contratos de doctores, 259 ayudantes de doctores y 165 asociados, la mayoría en Ciencias de la Salud.

Junto a ello también se ha mejorado a 372 PAS, personal de administración y servicio, lo que supone cerca del 50% de la plantilla.

En una conversación con este diario, Francisco Piniella destaca que la apuesta por el alumnado ha sido “esencial” para la UCA, mencionando equipamientos como la Casa del Estudiantes, así como las nuevas bibliotecas y mejora en las infraestructuras en numerosos centros que han beneficiado la labor educativa.

También resalta el esfuerzo en materia de investigación, como una línea prioritaria de cara a la formación del alumnado, con especial relevancia con la apertura del Centro de Transferencia del Olivillo.

La existencia de cuatro campus repartidos por toda la provincia, un caso único en toda España, ha supuesto un reto en cuanto a las comunicaciones y, también, en cuanto a la búsqueda de residencia para alumnos y profesores. Ahora se plantean nuevos centros de alojamiento mientras que se refuerza el servicio de ayuda a este colectivo, especialmente en ciudades con tantos problemas de vivienda como la capital.