La integración ‘municipal’ pendiente con el puerto de Cádiz

En el mes de septiembre empezará la Autoridad Portuaria a ejecutar la primera fase de integración del puerto y la ciudad; un reto que acumula años de análisis, propuestas y estudios y que está llamado a ser realidad, en esta primera fase, en septiembre de 2026. Se trata de convertir el Muelle Ciudad que hasta hace no muchos años ocupaban contenedores en un gran espacio para el esparcimiento y el ocio ciudadano; nada menos que 22.500 metros cuadrados que gana la ciudad para zonas verdes, juegos infantiles, terrazas de hostelería, espacios para pequeños eventos y ferias o para exposiciones y actividades culturales. Una gran apuesta para equipararnos a otras ciudades y cuyo éxito depende, en parte, de la actuación que idee el Ayuntamiento para conectar de manera más directa y cómoda el puerto y la ciudad. Y viceversa.

La Autoridad Portuaria va a realizar su tarea hasta donde los límites físicos le permiten; es decir, hasta la reja del Muelle, que se va a mantener aunque se abrirán tramos más amplios donde se diseñen los nuevos accesos al suelo portuario. Y al Ayuntamiento le corresponde ahora diseñar la otra parte del proyecto, la que va de la reja hacia fuera.

Será en este diseño municipal donde resida, en definitiva, buena parte del éxito que tenga la integración, ya que el reto es llevar a la ciudadanía de toda la ciudad a ese punto, que pasará a ser una plaza más de Cádiz.

Es inevitable recordar, en esta cuestión, el proyecto ideado en su día por el PSOE para soterrar el tráfico en la Avenida del Puerto y crear así una enorme plaza que iría desde el cantil del muelle hasta San Juan de Dios y los edificios de la Avenida Cuatro de Diciembre de 1977, que también contempló el anterior gobierno municipal de Adelante en 2022. Un proyecto rechazado sobre el que esta semana volvía a referirse la entonces alcaldesa y ahora presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez. Argumentaba que esa opción no era viable técnicamente, al menos ahora, porque provocaría “trincheras” en los dos extremos del túnel; es decir, una barrera entre la planta sótano y la cota 0 de al menos cuatro carriles de circulación.

Descartado, pues, el soterramiento del tráfico, el Ayuntamiento tiene que definir cómo hacer más amable la conexión entre ambos lados de la Avenida del Puerto y del tráfico peatonal que llega de extramuros hacia la Plaza de Sevilla.

La propuesta lanzada desde la Autoridad Portuaria es habilitar más pasos de peatones en la Avenida del Puerto, para facilitar la conexión con el puerto y para lograr que el tráfico rodado por este tramo sea más amable, con velocidades suaves. Pero será el Ayuntamiento el que defina qué hará con la Avenida del Puerto, que actualmente tiene cuatro pasos de peatones habilitados en el tramo afectado por la primera fase de la integración puerto-ciudad (en la confluencia con Lázaro Dou, en San Juan de Dios bajo el edificio de El Fénix, en mitad de la Avenida del Puerto cerca de la términal de cruceristas y en la confluencia con la calle Rubio y Díaz, junto a la plaza de las Tortugas).

A esta definición, donde cabe la posibilidad de que se habiliten pasos de cebra elevados, o que sean de mayor amplitud que los actuales para favorecer el tránsito de peatones de un lado a otro de la Avenida del Puerto, se le sumará la reurbanización de la Plaza de Sevilla que ya estaba en la hoja de ruta del gobierno municipal.

Conviene recordar que el PP ya ha indicado su intención de convertir la conexión de la Avenida del Puerto y la Cuesta de las Calesas con la Plaza de Sevilla y la Avenida de Astilleros en una gran rotonda, que entre otras cuestiones acabaría con tantos problemas de tráfico y tantos accidentes como se suceden habitualmente en el acceso de vehículos de la Avenida del Puerto a la Plaza de Sevilla.

Esta operación urbanística, no obstante, dependerá del desarrollo del proyecto de convertir la actual bolsa de estacionamiento a los pies de la muralla de la Cuesta de las Calesas en un aparcamiento subterráneo que se adentrará en la plaza de Sevilla. Será en esta operación, que el Ayuntamiento pretende sacar adelante mediante la concesión a un privado, cuando se rediseñe la cuestión del tráfico de la Plaza de Sevilla, convirtiendo la fuente frente al Palacio de Congresos en una gran rotonda; y es en ese punto donde el Ayuntamiento tendrá también el reto de habilitar conexiones peatonales más directas y cómodas con el interior del puerto que las que existen en la actualidad (reducidas a un paso de peatones delante de la Aduana).

El alcalde reconocía esta semana que aún no tiene claro el Ayuntamiento como ordenará todo ese entorno del Muelle Ciudad para favorecer la integración pretendida. Trece meses tiene, en principio, para que esa parte fundamental del proyecto coincida en el tiempo con el final de la obra de la Autoridad Portuaria y la ciudad estrene así del mejor modo posible la ansiada integración del puerto.