En los centros de las ciudades los niños juegan entre cuatro paredes; en las urbanizaciones, entre vallas y cercas, mientras que en los barrios y en los pueblos hacen suyas calles y plazas. La de España se convirtió ayer en la plaza mayor de este pueblo venido a más que es el casco histórico de Cádiz gracias a la tercera edición de Vive la Plaza, esta vez dedicada a los pequeños.

La iniciativa promovida por la Delegación Municipal de Movilidad en colaboración con la de Juventud y Deporte, asociaciones y pequeños empresarios locales está sirviendo, con éxito, de laboratorio para la peatonalización de un espacio público recuperado para el uso y disfrute ciudadano. Aunque haya algunos residentes en la zona y empresarios del entorno que aún no le vean las ventajas.

Cientos de niños acompañados de sus padres y de adolescentes pasaron ayer una magnífica mañana de domingo. Del musical de Valle de Cuentos, al maquillaje de cine de Look Art, de las 'adictivas' hamas a los juegos de calle de toda la vida. Del partidito en un futbolín gigante a una minicancha de baloncesto y de los juegos scout al monopatín y al circuito ciclista cerrado. En el stand de Aguas de Cádiz, el concejal Álvaro de la Fuente, se hartó de regalar botellas.

Quizá se echó en falta la presencia física de algunas de las investigadoras de la exposición que sobre ellas montó la UCA. Y alguna actividad más en el tramo que va de las Murallas de San Carlos a la Casa de las Cuatro Torres.