La importancia que ha adquirido el servicio de videoconsulta médica en tiempos de pandemia

La pandemia global provocada por el COVID-19 ha cambiado nuestra forma de vivir, seguro que la tuya también, quizá para siempre. El contacto entre personas se ha restringido a niveles mínimos para evitar la propagación del virus y esto ha afectado, además de a las relaciones personales, a numerosos servicios caracterizados por la cercanía interpersonal a la hora de disfrutar de ellos. La hostelería y el ocio han sido los ámbitos más afectados, pero la sanidad también se ha llevado su parte. Todos y cada uno de los sectores económicos han tenido que adaptarse a la llamada «nueva normalidad» tomando medidas que garanticen la salud y la higiene de trabajadores y clientes.

Las nuevas tecnologías al servicio de la salud

Los servicios médicos de atención primaria han visto en las nuevas tecnologías una perfecta alternativa para dar servicio a los pacientes evitando el contacto físico. A través del servicio de videoconsulta médica pueden atenderte como paciente sin que te desplaces al centro de salud. De este modo, se evita la exposición al virus y se descongestionan los servicios médicos. Y es que, como sabes, esta ha sido una de las grandes problemáticas de esta pandemia, el colapso de los centros médicos y hospitalarios.

La llamada telemedicina ya existía antes de esta situación de caos vírico, pero no acababa de ganarse la confianza de los pacientes. Ahora empieza a verse con otros ojos y más de un 60 % de los españoles somos proclives a utilizar las consultas remotas para temas médicos, según afirma un estudio hecho por la aseguradora Cigna. Pese a este alentador dato, solo un escaso 8 % hemos hecho uso de las tecnologías con fines médicos hasta este momento. En algunos casos, se trata de pacientes que tienen contratados seguros de salud privados gracias a la utilización de un comparador de seguros de salud.

El smartphone y el ordenador portátil son los dos dispositivos que sirven para realizar las videoconsultas médicas. A diferencia de las llamadas telefónicas, la videollamada ofrece una alternativa mucho más próxima, ya que puedes exponerle al médico el problema en un cara a cara virtual. Son muchos los facultativos que ya usaban el WhatsApp para comunicarse con sus pacientes, de forma que ofrecían un contacto mucho más directo para hacer seguimientos de tratamientos o enfermedades.

La importancia de la videoconsulta médica radica en que es perfecta para hacer un primer diagnóstico del problema médico, para luego derivar a urgencias o a un médico especialista. Evitas el contacto físico, reduces la posible exposición al virus y agilizas esa primera consulta en la que el médico solo evalúa los síntomas en base a los mismos parámetros que en una consulta presencial.

La tendencia es que este sistema se quede como complemento al médico tradicional, de manera que las nuevas tecnologías se vayan incluyendo en el ámbito sanitario también. El futuro de la sanidad pasa por la atención telemática en primera instancia, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Tanto en el ámbito público como en el privado, la sanidad española está en pañales en cuanto a telemedicina se refiere, pero el COVID-19 ha hecho que se dé un salto cualitativo que en otras circunstancias habría tardado unos cinco años.