Guerra en Ucrania

El gaditano que ha rescatado del horror a más de 500 ucranianos

  • Javier Váquez ha coordinado un total de siete convoys que han viajado hasta Varsovia para traer a numerosas personas, en su mayoría mujeres y niños, así como jóvenes con problemas

  • Trabajan en colaboración con Cruz Roja, el ministerio y la Fundación Josep Santacreu

Cuando empezó el horror de la guerra en Ucrania, el gaditano Javier Vázquez no dudó en ponerse manos a la obra y crear una ruta humanitaria que permitiera rescatar a ucranianos para ponerlos a salvo en España. El punto neurálgico era Madrid, pero han sido muchas las manos y voluntades de todas partes del país y de la provincia de Cádiz. Casi un mes y medio después, Javier Vázquez, que es un publicista afincado en Madrid, ha vuelto a su tierra natal en unos días de vacaciones y narra que ya han logrado rescatar de la barbarie a 500 personas, "en su mayoría mujeres y niños". 

En total han sido siete los convoys que han conseguido trasladar desde que estalló la guerra hasta la frontera, a Varsovia, al que se han sumado numerosos coches, autobuses e incluso vehículos medicalizados. A estos hay que añadir un autobús y lo que denominan códigos rojos, "que es cuando hay necesidades especiales por discapacidad o casos muy concretos, para lo que hemos trabajado en coordinación con el Sepla, el sindicato de pilotos". 

Cuenta Vázquez, que a raíz del llamamiento inicial que se hizo en este medio, recibió numerosas llamadas para colaborar "con ese espíritu tan bonito y gaditano, que aunque tengamos poco damos mucho y estamos encantados, así que estamos emocionados con la solidaridad de los gaditanos y españoles, como es el caso de Lucía de la Fuente, una notaria de San Fernando que ha colaborado con cuatro autobuses".

En este tiempo han aprendido mucho para continuar construyendo y mejorando esta ruta optimizando todos los recursos, aunque siempre tuvieron muy claro que tenía que hacerse de forma muy controlada y orquestada, al amparo de Cruz Roja y de la Fundación Josep Santacreu, afincada en Barcelona, "que nos valida de cara a las donaciones y otros asuntos, pues somos un movimiento ciudadano". 

Cuenta que sigue habiendo muchas donaciones, pero que necesitan más "para seguir sacando a gente de allí, en Kiev por ejemplo, hay un grupo que necesita sacar a bastantes ucranianos que están en malas condiciones". En todo este tiempo se han enfrentado a situaciones muy difíciles, han trabajado con niños de orfanatos, han ayudado a un grupo de 50 personas, "de los que 19 chavales tenían problemas de discapacidad importante". 

La mayoría de refugiados que vienen a bordo de estos convoys se reúnen con familiares aquí, otras veces han ido también con familias de acogida y algunos han sido trasladados al CAR de Pozuelo. Y no es solo garantizar la estancia, sino que sea una buena estancia. "Se queda con ellos para tomar algo, ir al parque de atracciones y otros planes de ocio".

En este apartado entra el programa de conciertos virtuales denominado Playheart de músicos ucranianos, polacos y españoles, y se está organizando un recital con músicos de Coreo del Sur para ucranianos, que está girando por otros países y vienen para España, "y que nos gustaría celebrar en cualquier auditorio de Cádiz o cualquier otro punto de España que se preste para ello". En la misma línea se está cerrando un acuerdo con el gobierno ucraniano, NGO Damark, con el fin de sacar de las ciudades bombardeadas a "niños huérfanos para traerlos a instituciones públicas o privadas que tengan instalaciones donde puedan alojarse y tengan todo el servicio, pero con el compromiso de que una vez que acabe la guerra puedan volver a Ucrania". En la comunidad de Madrid y en Puerto Real se han ofrecido voluntarios para acoger a estos niños, afirma.

De esta vivencia narra que lo que más le ha marcado ha sido "la mirada triste de estas personas, en su gran mayoría mujeres con niños que han dejado todo atrás y han venido prácticamente con lo puesto; el hecho de no querer separarse ni para ir al baño me ha llamado mucho la atención". No en vano, al frente de los convoys han puesto alguna vez a las mujeres, "tomé esta decisión porque tienen una sensibilidad especial de cara a resolver las necesidades y, de hecho, la toma de decisiones fueron ejemplares".

El exhaustivo control de refugiados y familias de acogida

A la hora de trasladar a los refugiados hasta España asegura que no empiezan el proceso sin contactar previamente con la embajada y el Ministerio, "para controlar el proceso y saber a quién se trae y a dónde van". Javier Vázquez asegura sentirse sorprendido por cómo se han traslado a muchas personas sin control. "Existe el rechazo en las acogidas, pues la gente no tiene en cuenta que metes en casa a una familia y pueden surgir problemas, motivo por el que debe estar todo muy controlado".  De ahí la importancia "de hacerlo con control, con servicios públicos, como servicios sociales de ayuntamientos o Cruz Roja o organismo con casas se acogida, porque hay muchos problemas que pueden surgir. Bajo ningún concepto se puede acoger de motu propio". 

Más información para colaborar en www.juntosporucrania.es

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios