Ha venido a Cádiz el líder nacional del Partido Popular el día que más frío está haciendo en mucho mucho tiempo. “Esto lo ha traído el gallego”, bromeaban algunos en la puerta del Oratorio donde las bajas temperaturas marcaban buena parte de los diálogos. El gallego Alberto Núñez-Feijoó llegó al Oratorio andando y andando se marchó de él, en sendos paseos en los que el candidato popular a la Alcaldía de Cádiz, Bruno García León, ejercía de anfitrión.

Está teniendo el elegido por el PP para intentar recuperar la Alcaldía un inicio de carrera hacia las municipales de lo más intenso, recibiendo en Cádiz las visitas del presidente de la Junta el viernes, acudiendo al acto de presentación de candidatos con Feijoó el sábado en Madrid y recibiendo nuevamente el lunes en la capital gaditana tanto a Moreno Bonilla como al presidente nacional del partido.

El acto de este lunes en Cádiz ha estado marcado por el frío. No solo en los termómetros, sino en el propio ambiente en el interior del Oratorio y también en el pulso que luego ha podido tomar Feijoó y compañía con la ciudadanía gaditana. A la presentación del Plan de Calidad Institucional ha acudido el vicesecretario general del PP nacional, Esteban González-Pons; el presidente andaluz, Moreno Bonilla; el secretario general del PP andaluz, Antonio Repullo; todos los rostros gaditanos del PP actual, como la vicepresidenta del Parlamento andaluz, Ana Mestre; la delegada de la Junta, Mercedes Colombo; el parlamentario Ignacio Romaní; la presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez; los alcaldables de Cádiz, Jerez, El Puerto, San Fernando, Vejer o Algeciras; o los concejales Juancho Ortiz, José Manuel Cossi y Maite González.

Apenas ha tenido ocasión Feijoó de departir con estos representantes del PP gaditano, compartiendo sólo un rato de conversación con Teófila Martínez y Bruno García antes de dar comienzo al acto. Incluso estuvo varios minutos el líder del PP de pie en solitario antes de acercarse al atril y empezar a defender ese plan de Calidad Institucional. Tampoco se ha detenido en exceso tras firmar los documentos de su propuesta para mejorar el país a nivel político, ya que rápidamente ha salido por Santa Inés, Sagasta y Ancha abajo en un paseo por el centro que ha sido un poco reflejo del día, frío.

No ha tenido Feijoó el arrope de lo suyos, ya que Romaní en labores de estratega político impidió que al político gallego se acercara nadie más que Moreno Bonilla, Teófila Martínez (que hizo las veces de guía) y Bruno García (que durante el paseo ha atendido a algún ciudadano al que quizás le haya dado cita para ese café que amenaza con dejarlo sin dormir de aquí a mayo), abriéndose tras ellos un perímetro de soledad que hizo incluso que la mayoría desistiera del paseo al final de la calle Santa Inés.

Por estas céntricas calles Feijoó sólo ha protagonizado algún que otro saludo con ciudadanos que se cruzaba, como le ocurrió por la mañana con José Luis García Cossío, El Selu, o con los hosteleros del bar Andaluz en la Plaza de San Antonio. O con otro que gritó “¡Feijoó, facha!” en plena calle Ancha con una edad por la que debería saber lo que es el fascismo… y la educación.