Cádiz

La expo anulada se ideó para abrirla durante 2011

  • Fue el propio Consorcio el que pidió a los comisarios de la muestra que la ampliasen para convertirla en la principal exposición del Bicentenario retrasando su apertura al 12

Mediados de 2007. Juan José Gelos, un veterano de la cultura gaditana, le trasladó a su amigo Alberto Ramos Santana la idea de organizar "algo" pensando en la conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1812, que iba a celebrarse cuatro años más tarde. Las conversaciones entre ambos concluyeron en un esbozo de una exposición que debía llamarse Cádiz, Capital del Reino, pues la intención era que la misma se inaugurase en marzo de 2011 ya que se cumplía entonces los doscientos años de la llegada de la Regencia a la ciudad de Cádiz, convirtiéndose ésta en capital del Reino.

Esta propuesta, ya documentada, la trasladaron ese mismo año a la Diputación Provincial, donde pretendían ubicar la muestra. A través del fax se dio conocimiento de ella a Gaspar Zarrías, y presidente entonces del Consorcio, y al parlamentario gaditano Luis Pizarro. Y así comenzaron a trabajar hasta que el diciembre de 2008 una propuesta de María Luisa García Juárez provoca un cambio radical en buena parte del concepto de la exposición y, sobre todo, en sus fechas: Cádiz, Capital del Reino pasaba a ser acogida por el Consorcio del Bicentenario y su apertura se trasladaba al 19 de marzo de 2012, coincidiendo con la inauguración oficial de evento. Más aún, la propuesta inicial de Gelos y Ramos se transformaba en una de las principales apuestas del Doce por lo que era necesario ampliar sus contenidos e, incluso, su propia ubicación.

Con un limitado equipo de documentalistas e historiadores los dos comisarios cerraron un proyecto que incluía tres grandes espacios expositivos: el Hospital de Mujeres, emblemático edificio que en aquel momento iba a sufrir una profunda rehabilitación; el Museo Provincial de Cádiz y la propia sede de la Diputación, donde se planteaba la adaptación de varias grandes salas y del propio salón Regio para acoger la muestra. A la vez se elaboraron más de 1.500 fichas de otras tantas piezas con una relación directa con el Doce: cuadros, trajes, armamentos, libros, documentos, mobiliario... ya que la intención era trasladar a los visitantes a la época. Esta característica de 'muestrario' de la época permitía a este proyecto convivir con otro sobre el que ya trabajaba el escritor Arturo Pérez-Reverte, por encargo del Ayuntamiento y que apostaba por el uso de las nuevas tecnologías audiovisuales.

Gelos, Ramos y su equipo buscaron por todos los grandes museos nacionales y extranjeros. Ambicionaban lo mejor.

En septiembre de 2009 presentan ante la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales el proyecto, que se hace definitivo tres meses más tarde con algunas matizaciones.

La magnitud de la exposición se reduce. La SECC considera exagerada e inviable la obtención de 300 piezas, tanto por su coste como por las medidas de seguridad y ubicación necesarias para su muestra pública. Así, se limitan el número de elementos a exponer y se introducen también cambios en las sedes.

Se cae el Hospital de Mujeres al retrasarse la reforma integral del edificio. Igualmente se descarta la Diputación como espacio expositivo aunque se mantiene como sede 'didáctica', con actividades y una muestra de edificios constitucionales a escala, especialmente dirigido a los más jóvenes. Así, el grueso de la muestra se dirige al Museo de Cádiz, para el que se aprueba un presupuesto para su acondicionamiento climático que permita la llegada de grandes obras; mientras, se diseña para Pinillos la recreación del ambiente de la ciudad hace dos siglos.

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