El amplio patrimonio inmobiliario e histórico-artístico que atesora la diócesis de Cádiz y Ceuta tiene dos vías para generar ingresos con los que sostener la labor de la Iglesia. De un lado, la explotación turística, ofreciendo las singularidades de determinados conjuntos arquitectónicos y valiosas obras de arte que son visitadas estipulando un precio de entrada. Y de otro, la cesión o alquiler de inmuebles a terceros a cambio de una cantidad acordada. Una y otra modalidad generó a la Iglesia gaditana el pasado año unos ingresos de 1,8 millones de euros.

El más llamativo es el generado directamente por la explotación del patrimonio artístico (1.438.083 euros, según los datos que obran en poder del Obispado), donde las visitas a la Catedral de Cádiz se llevan la mayor parte, unido a los otros edificios que tienen estipulado sistema de visitas (el Oratorio de San Felipe y la Santa Cueva). En este sentido, se expone que esta fórmula no puede ser implantada, ni mucho menos, en todas las iglesias de la diócesis, ni siquiera en las más significativas, porque su implantación conlleva una importante inversión previa y una serie de condiciones y características que no siempre son fáciles de alcanzar.

El resto de esa partida hasta los 1,8 millones de euros lo aporta los arrendamientos de bienes inmuebles (que sumaron 405.942,31 euros en 2019), siendo el alquiler del edificio anexo del Oratorio de San Felipe Neri a la Junta de Andalucía el importe más importante que hoy en día percibe el Obispado.

Esta cifra de 1,8 millones de euros es, por tanto, muy inferior a los 5.198.631,41 euros que figura en el balance económico publicado con motivo del Día de la Iglesia Diocesana. Y esto es debido a que en ese capítulo genérico que recibe el título de Patrimonio y otras actividades se incluyen conceptos variados. Tal y como han explicado responsables económicos del Obispado a este periódico, en esa partida se incluyen ingresos como la facturación bruta de la Escuela de Magisterio Virgen de Europa, ubicada en La Línea de la Concepción (y que sumó el pasado año 1.222.787,75 euros) o la residencia de ancianos San José, de San Fernando (cuyo ingreso supuso 566.911,28 euros). “No obstante, hay que tener en cuenta que respecto a la escuela de magisterio, sus gastos ascienden a la cantidad de 1.197.213,59 euros, con un resultado de 42.225,04 euros; y que respecto a la residencia San José, tiene un gasto de 566.911,28 euros con un resultado de 0 euros”, precisan en el Obispado.

Además, también contribuye a esa partida final tan abultada relativa al patrimonio que en las cuentas no solo se incluye el Obispado o la Catedral, sino que también se suman los ingresos que perciben las parroquias, el seminario diocesano, Cáritas Diocesana, las Obras Misioneras Pontificias o Manos Unidas (la de Cádiz y la de Ceuta).

Esta misma realidad se traslada al resto de capítulos del balance económico hecho público. Como por ejemplo a las aportaciones que realizan los fieles, donde de la partida total aportada (4.799.103,69 euros) la que corresponde en exclusiva al dinero entregado en las colectas de las misas y a los donativos que se hacen a las parroquias es de 3.576.961,45 euros. El resto son donaciones que ha recibido el Obispado (157.078,79 euros), el Seminario Diocesano (73.889,34 euros), Cáritas Diocesana (590.777,52 euros), las Obras Misioneras (118.005,59 euros) y Manos Unidas (otros 282.391 euros).

Los responsables económicos de la diócesis señalan también, atendiendo a esta distintas entidades que engrosan las cuentas de 2019 aportadas, que sólo el Obispado y las 117 parroquias distribuidas en la diócesis destinaron el pasado año un total de 884.368,46 euros a la atención pastoral y otra cifra muy similar (858.130,75 euros) a la labor asistencial; un capítulo este último en el que también hay que sumar 631.298,34 euros que es la partida económica que suma la labor de Cáritas Diocesana y Manos Unidas; y otros 213.582,09 euros destinados a la Iglesia Universal y a ayudar a otras instituciones.

Todo ello, en definitiva, muestra la labor que ha desarrollado la Iglesia gaditana con los medios que tiene a su alcance y con la colaboración de las personas que la integran; un binomio que permite tener una diócesis “equilibrada” en lo económico, según señalan los responsables del Obispado, que hacen un llamamiento especial a la colaboración en este Día de la Iglesia Diocesana teniendo en cuenta las circunstancias que atraviesa este 2020 donde los ingresos habituales están sufriendo una fuerte caída al mismo tiempo que las necesidades de atención asistencial se incrementan de manera notable.