La evacuación fue la clave en la ausencia de víctimas mortales
La población de la Cadiz filipina fue completamente desplazada de la zona el pasado viernes
La costa norte de Negros, donde se asienta la Cádiz especular del otro lado del mundo, no es una zona muy castigada por los tifones. Eso, al menos, comenta su alcalde, Patrick G. Escalante, que indica que habría que remitirse a 1995 para encontrar una tormenta de gran escala, "aunque ni puede compararse a la actual".
Desde luego que no puede compararse. El llamado "súper tifón" Haiyan ( 'Yolanda') ha sido uno de los más severos que ha sufrido Filipinas, con vientos que superaron los 250 kilómetros por hora en el área de Cadiz y picos de 315 kilómetros por hora en otras zonas del país.
Tres días después del paso del Yolanda, la zona cuenta ya con acceso a agua potable, aunque aún no hay suministro eléctrico y el acceso a Internet es todavía irregular. El temporal ha provocado la caída de numerosos postes de electricidad, y puede que se tarde semanas en recuperar el abastecimiento. Ayer por la tarde, el tiempo parecía haberse estabilizado en el lugar -comentaba su alcalde- y ya se habían empezado a organizar servicios de distribución de ayuda y alimentos básicos entre la población afectada.
En la mañana del martes, el propio Patrick G. Escalante había comenzado a evaluar los daños materiales en la zona. La práctica totalidad de los inmuebles de Cadiz han resultado afectados tras el paso del tifón, con cinco mil viviendas completamente destruidas. La descomunal tormenta ha dañado severamente, como era de esperar, los cultivos de la zona, productora de azúcar y arroz.
En un fenómeno de tal magnitud, llama especialmente la atención la ausencia de víctimas mortales, hecho que Escalante explica gracias a la efectividad de las labores de evacuación, ya que las autoridades comenzaron a desplazar a los habitantes del litoral en cuanto la tormenta alcanzó Fuerza 3; la totalidad de los habitantes de Cadiz fueron evacuados en cuanto se comprobó que el tifón alcanzaría Fuerza 4, el pasado 8 de noviembre.
En cualquier caso, la ciudad se enfrenta ahora a un proceso de reconstrucción que no culminará, a juicio de Escalante, hasta el año que viene. "La mayor parte de está labor de reconstrucción -explica el alcalde-, se irá en levantar de nuevo todas las viviendas. Hay edificios, como la escuela, de los que el tejado ha salido volando... Por no hablar de la recuperación de las línea telefónicas o del suministro de electricidad".
Patrick G. Escalante apunta, sin embargo, que los enviados de Naciones Unidas ya lo habían contactado para ofrecer ayuda humanitaria y de reconstrucción de daños. En cualquier caso, desde la administración local de la ciudad se han abierto sendas cuentas de ayuda, una en el Land Bank of the Philippines (número de cuenta 0922-1003-81) y otra en el PNB (2790-3360-0014), ambas bajo el asunto "Cadiz City".
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