Los bachilleres gaditanos tiene la próxima semana la temida y generalmente salvable selectividad. A la prueba de acceso y de admisión a la Universidad, de nombre moderno PEVAU, se han matriculado este curso un total de 7.059 estudiantes gaditanos que del 14 al 16 de este mes de junio se repartirán por las 15 sedes distribuidas en los cuatro campus de la Universidad de Cádiz (UCA) para afrontar esta serie de pruebas académicas que en muchos casos resultarán vitales para lograr, o no, la primera opción universitaria de los jóvenes. Una selectividad, por cierto, que regresa a la normalidad en cuanto a las medidas sanitarias obligatorias de las dos últimas convocatorias, como por ejemplo el uso de la mascarilla que ahora será recomendable, pero que mantiene otras medidas que se revelaron útiles entonces y que sobreviven de alguna manera a la era covid que la sociedad va dejando progresivamente atrás.

Los detalles de la convocatoria de la próxima semana se han dado a conocer esta mañana en una rueda de prensa en la que han participado Francisco Piniella, rector de la UCA; Manuel Sánchez, vicerrector de Estudiantes y Empleo, y Rodrigo Sánchez, director general de Acceso y Orientación de la Universidad gaditana. De la atención de los 7.059 estudiantes matriculados este año se encargará un equipo de 560 personas responsables de la logística, el apoyo a los estudiantes y la corrección de las pruebas. El objetivo en palabras de Piniella: "Los estudiantes deben centrarse en el esfuerzo y la atención a los exámenes".

Precisamente la reducción en el número de sedes para los exámenes, una menos por cada campus de la provincia, se debe a que no será necesario repartir tanto a los alumnos para lograr aulas con menos examinandos. Pese a ello, desde la UCA no se renuncia a aprovechar aquellas medidas que fueron obligadas por la pandemia de covid y que se mantendrán para una mejor organización y mayor seguridad de la prueba.

No será el caso de las mascarillas, que dejarán de ser obligatorias tal y como marca la normativa actual para interiores, aunque desde la UCA se ha optado por mantener la recomendación de su uso. Se mantendrá, eso sí, la distancia de seguridad, la identificación del alumno se hará dentro del aula (los años anteriores se hizo fuera), el acceso a las sedes se hará por institutos y de manera escalonada, los estudiantes tendrán que ocupar el primer día el mismo asiento para las tres primeras pruebas (lengua y literatura, historia e idiomas) y, además, tendrán que abandonar el aula, de manera inversa, por la misma ruta por la que accedieron. La última recomendación es que se lleve bebidas (una botella de agua se permitirá en el aula) y algo de comida para los periodos de descanso en unos días tan intensos, aunque las cafeterías de los centros universitarios volverán a estar abiertas.

La convocatoria ordinaria será, en sus fecha habitual, la próxima semana, del 14 al 16 de junio, con el primer día dedicado a las asignaturas comunes y las otras dos jornadas para las optativas y troncales. Las notas se conocerán el 23 de junio. Y como el pasado año, Andalucía ha convocado la prueba extraordinaria de selectividad para el mes de julio. Con ello, la comunidad autónoma se acerca a las fechas de otras regiones españolas y, además, se reduce considerablemente todo el periodo de preinscripción universitaria que con las segundas pruebas en septiembre alcanzaba incluso al mes de octubre. A cambio de apretar el calendario, los alumnos no tendrán que estudiar durante todo el verano para la segunda convocatoria y se reduce, cuando no se elimina, la intranquilidad que siempre se genera al buscar una residencia cuando la opción del estudiante es salir de su ciudad para comenzar su etapa universitaria.