"Cada empresa familiar necesita su propio traje a medida"

"Cada empresa familiar necesita su propio traje a medida, cada una es un mundo en sí mismo". Joaquín Uriach Torelló, secretario general de la Corporación Uriach, expuso en la tarde de ayer en la Facultad de Ciencias Empresariales en la Cátedra de Empresa Familiar la experiencia de la Corporación Uriach, una empresa farmacéutica que sobrevive a la quinta generación y que se fundó en el año 1838, lo que la constituye en una de las empresa familiares más antiguas de España.

Precisamente el de la Corporación Uriach es uno de los mejores ejemplos de supervivencia y de evolución y adaptación, tal y como se encargó de resaltar anteriormente el director académico del Instituto de la Empresa Familiar, Juan Corona Ramón. En la cuarta generación se llevó a cabo la llamada "poda del árbol", por la que uno de los miembros familiares compró su parte a otros familiares de manera que se volviera al tronco primitivo.

Esta Corporación farmacéutica tiene actualmente 850 empleados, un fuerte departamento de I+D con 150 trabajadores y tiene una facturación anual de unos 150 millones de euros.

Una de las claves en el proceso de esta empresa ha sido las distintas etapas de gobierno, donde se ha pasado por una época en la que había un consejo asesor, otra en la que se crean una serie de normas y protocolos, posteriormente la creación de un consejo de administración con miembros externos hasta llegar a la cuarta etapa en la que se ha producido una separación entre propiedad y gestión.

Joaquín Uriach cree que entre los factores claves para la evolución de una empresa familiar se encuentra "la calma, ya que todos los cambios se hacen mediante un proceso largo, que en ocasiones pueden tardar hasta 10 o 15 años". A ello le suma la adaptabilidad a las circunstancias, apoyarse en miembros externos, "aprender a hacer de dueño", el respeto al pasado y los valores, "no creerse con derecho a nada y la pasión por la empresa familiar".