"Antes podía elegir; ahora tengo que moverme o me comen las moscas"
A sus 23 años tiene más experiencia laboral que muchos treintañeros. Cogió su primera paga con las últimas notas del Bachillerato y desde entonces ha ido encadenando trabajos. Repartidor de pizzas, peón de descarga de camiones, socorrista, entrenador de rugby y hasta zancudo "eventualmente". Hasta aquí el mérito es relativo, pero es que todas estas dedicaciones laborales las compagina con los estudios de Magisterio en Educación Física. Ah! Y gaditano, aunque desde pequeño vive en El Puerto.
Es la manera que Pedro Mera eligió para tener una independencia económica ante la que, además, no sucumbió y prosiguió con sus estudios. Dice que la clave es organizarse pero, sobre todo, "correr, correr mucho". Como es lógico, no mantiene todos los trabajos a la vez, pero sí ha llegado a combinar hasta tres y cuatro. En esas temporadas, la jornada empieza a las seis de la mañana descargando camiones. Sigue en las aulas hasta el mediodía, cuando vuelve a un segundo turno de descargas. Come y regresa a clase hasta media tarde. Si es día de diario, a entrenarse a rugby, y si es fin de semana, a dar clase a alevines y benjamines, además de coordinar las escuelas de este deporte, y, por la noche, a repartir pizzas en Capichi. Más que suficiente para presumir de hijo o hermano, pero es que si es verano o hay demanda, ejerce de socorrista en el Camping de Las Dunas, y si le llaman, se sube a unos zancos y lo mismo ameniza una Comunión que sale en un pasacalles. Muchos empleos, pero todos temporales, incluso por horas. El resultado es que los ingresos se quedan en unos "700 ó 800, más propinas".
Así ha sido hasta ahora. "Siempre he tenido trabajo, incluso de sobra, y he debido renunciar a alguno porque se solapaba con otro". Pero la situación ha cambiado y el aumento del paro ha reducido las oportunidades laborales. "Ahora la cosa está más chunga; tengo que moverme o me comen las moscas", sostiene este joven portuense, que reconoce que dejaría este trajín profesional por un buen contrato que, por supuesto, pudiera compaginar con sus estudios. "Ahora es lo más importante".
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