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Coronavirus en Cádiz

El “agobio” por la incierta Selectividad

  • Estudiantes de 2º de Bachillerato muestran sus temores ante una prueba de acceso a la Universidad aún por definir

  • Sus profesores intentan tranquilizarles pese a las dudas

Mochilas amontonadas en un aula de la Facultad de Medicina durante un examen.

Mochilas amontonadas en un aula de la Facultad de Medicina durante un examen. / Jesús Marín (Cádiz)

En el año en el que se juegan sus futuros en la Prueba de evaluación de bachillerato para el acceso a la Universidad (PevAU), antigua Selectividad, los alumnos de segundo de Bachillerato se han encontrado con un obstáculo: el coronavirus. La interrupción de las clases presenciales por el estado de alarma, la incertidumbre sobre la fórmula escogida para la prueba y la falta de información les produce “agobio”. Esa es la palabra más nombrada entre los estudiantes de centros educativos de la capital gaditana consultados. En el horizonte, los días 7, 8 y 9 de julio, las fechas propuestas para Selectividad en Andalucía, casi un mes después de las fijadas en un principio, del 16 al 18 de junio. Todo ello, claro está, en función de cómo evolucione la pandemia y de qué decreten las autoridades sanitarias. Mientras tanto, desde los institutos, también con las manos atadas por decisiones que no les competen, intentan tranquilizar a los alumnos.

“Estamos un poco agobiados, porque la información para todas las etapas hasta primero de Bachillerato es clara, pero no para los que afrontamos la selectividad, con la importancia que eso tiene”, indica Carlos, estudiante del IES Drago. Para Lola, de Salesianos, “el confinamiento es una situación complicada para nosotros. Es agobiante porque no sabemos nada, ni el formato de los exámenes ni cómo se van a organizar”. Beatriz, del Drago, apunta que “esta incertidumbre me desconcentra. Es una situación muy complicada donde nos jugamos todo nuestro futuro, en muchos casos para irnos a estudiar fuera de casa. No son las condiciones ideales”. Un compañero, suyo, Julio, admite que “es un poco preocupante. A cada semana te dicen que cambia algo y esto desconcierta mucho. Es algo que hace que algunos días te preocupes más en un año en el que te juegas tu futuro. Intento pensar lo menos posible en eso porque no hay nada seguro”. María, de Salesianos, reconoce que “está siendo difícil, no hay una decisión clara”.Apunta Beatriz que “segundo de Bachillerato es clave y no sabemos qué va a pasar, no nos dan una respuesta. Al principio del confinamiento fue un poco caótico, con muchas tareas porque a los profesores les cogió desorganizados. Ya la cosa ha ido cambiando, pero ni siquiera el instituto sabe qué va a pasar con la prueba”. Julio, por su parte, añade que “hasta que no se conozca al cien por cien qué pasará, debemos prestar atención a otras cosas. No es bueno entrar en un bucle pensando cosas negativas. Yo eso no lo aguantaría. Prefiero esperar acontecimientos”.

Los profesores de los institutos donde estudian estos chicos y chicas han tenido que ir adaptándose sobre la marcha desde el inicio del encierro, a la vez que apoyando moralmente a los estudiantes y aconsejándoles en las materias. “Lo poco que saben sobre el futuro de la selectividad nos lo transmiten. Y nos dan sus opiniones sobre lo que puede cambiar, pero básicamente nos intentan tranquilizar, que estemos confiados”, destaca Carmen, de San José-Las Esclavas. Según María los docentes “no pueden hacer mucho. Nos mandan trabajos ya más enfocados a la selectividad y nos dicen que estemos tranquilos y que sigamos trabajando. El temario sí que se ha acortado y ya vamos a lo concreto”. Carlos, del Drago, apunta que “en nuestro caso nos dicen que mantengamos la calma, que todo va a salir bien. Que estudiemos, que nos organicemos con un horario”. Dice que “estamos dando las clases con normalidad y sin reducir temario”.

“Creo que ni los institutos saben qué pasa de verdad. Si el Gobierno o la Junta no lo saben, tampoco los institutos, que dependen de estas administraciones”, explica Julio. “En nuestro caso, en el Drago, nos dicen que en cualquier momento, de una manera o de otra, habrá una medida con la cual nosotros tendremos nuestra nota”. Lola asegura que en Salesianos “nos dicen que habrá dos modelos de examen como siempre, pero que podremos elegir las preguntas que queramos. Y que nos valdrá de mucho para sacar buena nota lo que ya hemos estudiado en los dos primeros trimestres. Pero también nos dicen que vamos a seguir con todo el temario que falta para así ir a selectividad con más seguridad”. En la misma sintonía se expresa Carmen, de Las Esclavas: “El temario sigue siendo el mismo, aunque nos dicen que habrá más opciones para elegir en las pruebas”. En el caso de María, en Salesianos el profesorado les traslada “que no nos preocupemos, que todo esto no va a influir en la nota”.

En cuanto al día a día con las clases telemáticas Carmen relata que “los temas los trabajamos a través de Clasroom Google, con actividades. Y nos vamos a examinar online de lo que queda de trimestre”. En el caso del Drago, dice Julio que “hemos empezado a dar la mayoría de las clases, aunque sea una o dos sesiones a la semana online para intentar llevar el ritmo de trabajo. En los casos de asignaturas que no entran en selectividad tratan de no cargarnos mucho. Estamos aprendiendo a trabajar de una manera nueva”. Beatriz, del mismo instituto, asevera que “damos clases con videoconferencias, con todo lo que conlleva por las conexiones. Hay asignaturas que son más llevaderas que otras por videoconferencia. De todas formas, la concentración en clase es mayor. Seguimos dando el mismo temario y el tercer trimestre va a ser evaluado”.

¿Qué tipo de prueba de acceso consideran que sería más justa? Parece, según lo indicado por la Junta de Andalucía, que los exámenes de las diferentes asignaturas tendrán más opciones de las habituales para que los alumnos puedan elegir y puedan “alcanzar la máxima puntuación". Al respecto, Carlos, del IES Drago, admite que “por mí sería lo mejor”. Y añade que “la selectividad se debe celebrar. Eso te permite subir nota”. Eso sí, este estudiante comprende que “se haga lo que se haga con la prueba nadie va a estar contento. Si no se hace, pueden protestar quienes digan que que aflojaron en primero de Bachiller y ahora que se estaban poniendo las pilas selectividad le podía subir nota. Otros, a quienes no le haga falta mucha nota para su carrera, dirán que con la media de Bachillerato les basta”. Para Lola la selectividad más justa “sería en la que podamos elegir las preguntas que queramos o que cada universidad tenga su prueba de acceso. Y eliminar algunas asignaturas que no son tan importantes o que no nos van a servir para la carrera que queremos estudiar”. A juicio de Carmen “siendo totalmente sincera, creo que no debería hacerse este año. Pero de hacerse, que ofrezcan una mayor batería de preguntas para tener más posibilidades de conseguir la nota que queremos”.

Destaca Beatriz que “debe realizarse la selectividad con normalidad porque hay una gran competencia y obviamente no hay plazas para todo el mundo en las universidades. Dicen que habrá más opciones, que será más fácil, pero si no se aclaran los conceptos, o no los tienes claros, no es una gran ayuda”. Indica además que “sería bueno que al principio de los cursos se elaboraran directrices para que se enfocaran las asignaturas hacia la selectividad. Acortar temario sería lo mejor, porque lo que demos ahora hasta final de curso no nos coge igual de concentrados que en los dos primeros trimestres”. Para María “que se pueda elegir cualquier opción me parece lo mejor. Nos da una ventaja, pero hemos sufrido un gran inconveniente. Sobre todo en matemáticas, que ese tiempo de explicaciones lo estamos perdiendo. Sí me parece justo elegir dentro de las opciones las preguntas que queramos”.

Diferente es la visión de Julio. “Lo que veo más justo es que contase principalmente la nota de Bachillerato. Hacer una media entre primero de Bachillerato y el primer y segundo trimestre de Segundo. Ahí ya tienes diez puntos de máxima. Y luego una selectividad en la que nos presentaríamos solamente a las asignaturas específicas que nos ponderaran para las carreras elegidas”, afirma. Concluye que “con esto te quitas el problema de reducir temario, porque no puedes reducirlo a la ligera si un instituto ha empezado por un tema y otro lo ha hecho con otro”.

Los días pasan y la incertidumbre se mantiene. No es fácil preparar una Selectividad sin tener claro cómo se desarrollará. Ni siquiera, a ciencia cierta, cuándo. Mientras, los estudiantes aguantan el tirón y se preparan como si la prueba que va a determinar sus futuros se desarrollase en circunstancias normales, sin una pandemia monopolizándolo todo.

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