Casi 30 años después de su apertura -abrió en mayo de 1991- ha cerrado en Cádiz la academia de inglés ListenUp, en el número 8 de la avenida de Andalucía. La situación sanitaria provocada por el coronavirus, con sus correspondientes daños colaterales en materia laboral, se la ha llevado por delante. Su propietaria, Ruth Kent, explica en un comunicado que “debido a la pandemia, nos encontramos en una situación que hace inviable seguir prestando servicios. Las pocas ayudas llegan tarde o no llegan, y mientras tanto, la obligación de pagar todos nuestros compromisos sigue”.

Pensaba Kent, una británica afincada en Cádiz, que las ayudas de las administraciones “iban a ser más fáciles de conseguir, pero entre tanto papeleo y requisitos hemos desistido”. A esto hay que unir “la incertidumbre del futuro, los aforos limitados para aulas que son ya pequeñas, la posibilidad de un nuevo rebrote, la imposibilidad de garantizar la duración de los contratos de los profesores ante tanta dudas para los próximos meses… todo esto hace inviable continuar”.

Por ListenUp han pasado, el periodos de bonanza, hasta 500 alumnos a la vez. Miles de gaditanos, entonces, desde que abrió. Ahora impartía clases para unos 300. “Quiero dar las gracias a todos y a cada uno de mis clientes que a lo largo de todos estos años, hayan depositado su confianza en mi. Ha sido un placer y un orgullo ver a tantas personas, niños y adultos, conseguir sus metas, gracias al inglés. He puesto empeño y trabajo duro”, señala Rut Kent. Dice que procuró “crear una empresa dedicada al inglés profesional, coherente y con buen servicio al cliente. He intentado contratar los mejores profesores, tener los mejores recursos, y cuando tocaba hablar claro, espero también, haber sido acertada”.

El cierre es un hecho y Kent destaca que “me hubiese gustado hacerlo de otra manera, es un pelín menos elegante de lo que pretendía”. Porque no oculta que pensaba cerrar en unos años para dedicarse a su verdadera pasión: la escritura. Ruth Kent es autora, en inglés, de literatura fantástica. “Me va bien y espero que sea mi modo de ganarme la vida”, concluye.

Confía en la ficción, pero la realidad no es otra que Cádiz pierde una nueva empresa, referente en su ámbito.