El comercio local toma la Plaza de España con lo mejor de Cádiz
Veintiún establecimientos gaditanos ofrecen durante todo el día de hoy las mejores de sus mercancías en un ambiente lúdico para todos los públicos, pero especialmente orientado al infantil
La ciudadanía recupera Candelaria gracias al animado mercadillo de Cádiz Centro Comercial Abierto
Desde un juego de mesa sobre el Carnaval de Cádiz hasta una manzanilla de Sanlúcar en rama o unas conservas artesanales de Barbate pasando por unos originales pendientes artesanos, un libro de tema gaditano, un abanico artístico o un traje de flamenca y un mantón de Manila para ir a la Feria de El Puerto. O a la próxima. Todo esto y mucho más puede encontrarse durante todo el día de hoy, 30 de mayo, en la Plaza de España, al pie del Monumento a la Constitución de 1812, en una nueva edición de ‘A la calle’, una iniciativa de Cádiz Centro Comercial Abierto que pretende visibilizar al comercio de proximidad, dinamizar el centro de la ciudad y crear una experiencia de compra cercana y memorable. Un sector que sobrevive actualizándose frente a las grandes superficies y ahora, sobre todo, a las compras masivas en las grandes plataformas online.
Veintiún comercios gaditanos participan este año en esta muestra que a partir de esta tarde estará animada por un amplio programa de actividades dirigido especialmente a los más pequeños, pero para todos los públicos, como cuentacuentos organizados por las librerías-cafés La Lectora y La Clandestina, talleres infantiles, pintacaras, juegos tradicionales, una miniferia y espacios de ocio con palomitas y algodón de azúcar. Además, la bailaora Lydia Cabello dará una clase de flamenco en vivo y los participantes podrán hacerse una foto en un photocall para llevarse un recuerdo del día. La muestra estará abierta al público hasta las 22:30 horas de esta noche.
“Esta cita es una oportunidad para disfrutar de nuestro comercio local de una forma diferente: en la calle, con ambiente festivo, familiar y lleno de vida”, destacan desde la gerencia de Cádiz Centro Comercial Abierto. “A la Calle’ se ha consolidado como una de las acciones más potentes del colectivo para fortalecer la relación entre los comercios y la ciudadanía, apostando por un modelo de ciudad viva, sostenible y participativa”, agregan.
Abanicos, artesanos, libros respetuosos con las mujeres y una cafetería convertida también en librería
Bajo un sol y un calor más de agosto que de mayo Arturo Torres se refresca con uno de sus artesanales abanicos. Él ha tenido suerte porque le ha tocado a la sombra. Junto con su madre regenta Abanicos Regla Lorenzo, en Sacramento,30. Hoy en día es la única abaniquería que queda en una ciudad en la que llegaron a haber tres. “En esta época del año van mejorando las ventas, más que por el calor, porque hay más movimiento de gente que va buscando algún regalo. Curiosamente, es la gente de Cádiz es la suele comprar abanicos de temas gaditanos, pero sobre todo vendemos los de diseño y los de más colorido”, cuenta. Además de lo que le enseñó su madre, Arturo aprendió con Rosa Pastrana en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Cádiz.
A su lado, Lola Martín-Arroyo, fundadora de la Librería-café La Clandestina acaba de montar su puesto. Se trata de un espacio cultural referencia para ávidas lectoras y lectores que no se conforman con la experiencia literaria en solitario, sino que buscan compartirla charlando delante de una taza de té o una copa de cerveza o asistiendo algunas de las presentaciones, coloquios o eventos que programan. Quince años lleva ya en la esquina de José del Toro con Cardenal Zapata. “Vendemos de todo: infantil, narrativa, ensayo; tenemos un público muy variado”. Siempre ofrecen una amplia selección de libros feministas, "pero sobre todo libros escritos por autoras y de temas y enfoques especialmente respetuosas con nosotras”, matiza Lola.
En unos tiempos en que priman las ventas en Amazon y el e-book, en Ancha 32, la cafetería La Lectorase ha estrenado hace poco también como librería. Llevan desde el pasado mes de noviembre. "Siempre hemos estado rodeadas de libros de consulta y veíamos necesario también venderlos y reforzar nuestro calendario de eventos. Somos una librería diferente a las convencionales en la que la gente viene buscando mucha temática de Cádiz", explica Loli Corral.
Manuel Moreno, de la librería La Ratonera (Beato Diego, 20) espera que se animen las ventas por la tarde. “Nosotros estamos especializados en novela negra, en fantasía y terror, pero tenemos un poco de todo”. Y en Papeleo by copisteiro (Hospital de Mujeres, 17), además de fotocopias ofrecen una amplia selección de libros infantiles. "Lo que más vendemos son obras sensoriales, para niños muy pequeños", cuenta Beatriz Picardo.
Una nueva generación de comerciantes 'influencers'
Gema Cortés forma parte de esa nueva generación de comerciantes de moda que no se conforman con la tienda presencial, sino que en paralelo tienen abierta otra con un atractivo escaparate mucho más grande y potente en redes sociales como Instagram. Junto a su madre regenta Gema Cortés Shop (Marqués de Cádiz, 1). “Desde hace casi cuatro años vendo ropa para mujeres con cualquier tipo de talla para eventos y para diario y la ventas a través de redes sociales me van mejor que en la tienda física”, cuenta. “Tenemos clientas de 25 a 60 años; mi madre aporta sus ideas y yo las mías, y cubrimos todo el abanico”, explica. “Nosotras ofrecemos exclusividad, traemos poca cantidad de cada prenda y queremos que nos vengan a buscar por eso”, añade. “La tienda física tiene la ventaja de que si ves algo online, puedes venir a probártelo”. Ella misma es la que hace de modelo en Instagram.
A la moda también se dedica Alba Lorenzo (Sagasta,8) desde hace solo un año. “Trabajamos con ropa, calzado y complementos fabricados en España y con marcas como Don Algodón y Amicci y la bisutería está hecha a mano. Es una tienda muy pequeñita pero tenemos de todo”, asegura Alba Lorenzo.
Aires de Cádiz embotellados, enlatados y enfrascados
En el puesto de Aires de Cádiz (calle San Francisco, 15) venden embotellada la brisa marinera de Sanlúcar; enlatados los vientos de las almadrabas de Barbate, Conil y Tarifa y enfrascado el dulce trabajo de las abejas de la Sierra, entre otras muchas delicias de la provincia. En solo dos años se han convertido en una de las referencias en las delicatessen con denominación de origen gaditana. “Son productos que se prestan mucho al regalito y al turista y al visitante nacional les encanta”, dicen María Ángeles Tocino y Ana González. Lo que más venden son botellitas en miniatura de vinos de Jerez; conservas de Herpac, Gadira y Felisa; salazones de atún rojo y AOVE de la Sierra de Cádiz. Hay quien acaba de llenar la cesta con sal de la Bahía, con una Gabriela en rama o con alguna cerveza artesanal de la tierra.
Los mantones de Manila y los trajes de flamenca explotan en colores en los puestos de la Escuela de Baile Lydia Cabello (C/ Zorrilla, 6 y 8) y de la tienda Lunare (Valverde, 18). “Lo que más vendemos son unas camisetas que dicen ‘Esto es Cádiz y ahí hay que bailar y los mantones, que son para bailar, más ligeros y más largos que los de vestir y ahora, con para las ferias, los trajes de flamenca”, explican Lydia y Yolanda Cabello. “Viene gente de la provincia de Cádiz, pero hemos mandado un montó de trajes para la Feria de Sevilla, para la de Córdoba y para Barcelona. Se llevan mucho los mantoncillos de feria hechos a mano; ahora la gente se viste más de flamenca que antes”. Los dos establecimientos venden online, incluso a Japón y a Estados Unidos, entre otros países. Como extra, venden Paymobil de El trastero de Kike (Sacramento,10), que saca adelante su hermano.
Angélica Gómez Cruz es una de esas valientes artesanas gaditanas que hace dos años se atrevió a abrir su propia tienda. Siete complementos está en la calle Mesón, en el centro del barrio del Pópulo, justo enfrente del bar El Malagueño. "La verdad es que me va bien, no me puedo quejar", dice. Angélica confecciona complementos de artesanía, sobre todo pendientes, todos diseños originales, elaborados con una arcilla especial a la que luego aplica resinas o pinta con diferentes técnicas. Con una clientela mayoritariamente compuesta por turismo nacional acaba de entrar en su temporada media y en cuanto empiecen las vacaciones, en la alta.
En Joyería Sanz (Sacramento, 15), Nuria Quintero ofrece una pequeña selección de piezas de plata, de acero, para señora y caballero, tobilleras y pendientes pequeñitos, de la amplia gama que tienen disponible en tienda. También hacen reparaciones.
Juegos de mesa carnavalescos y patitos de goma tuneados con tipos
Pero si hay algún comercio participante que ofrezca artículos cien por cien de Cádiz, Cádiz, es La tienda del Carnaval (C/ La Rosa, 17). Arrancó online hace siete años y están en la calle desde el pasado mes de septiembre, recuerda Sonia Rodríguez. "Hemos sacado ya dos juegos originales basados en el Carnaval: 'Después de Cádiz ni hablar' y 'Local de ensayo'", explica. El primero es un recorrido por la ciudad de Cádiz que parte en autobús desde Cortadura, llega a las Puertas de Tierra. "Tiras el dado y si sale uno tiras por el Campo del Sur, si es el dos, por Cádiz Centro,y si es el tres, por Canalejas. Y como en Cádiz todas las calles dan al mar, gana el primero en llegar a la Alameda. Y para llegar hay que pasar unas pruebas: local de ensayo, en la que tienes que adivinar por gestos el nombre de una agrupación; peña cultural recreativa, que propone una serie de preguntas sobre el Carnaval; hay otra que son preguntas sobre la ciudad y luego en los bares, hay que cantar. El segundo es un juego de cartas cuyo obejtivo es crear una agrupación carnavalesca, buscando tu caja, tu bombo, tu octavilla, probando diferentes modalidades".
Su padre, Antonio Rodríguez, avanza que están preparando un Cluedoen el que no habrá asesinato, sino sobornos para comprar la final del concurso del Falla. "Serán pequeños sobornos gaditanos: una caballita en la plaza Pinto, un plato de papas aliñás, un paquete de papas fritas Franjosé o unas tortillitas de camarones de Casa Angelita. Saldrá las próximas Navidades", adelanta Antonio. La oferta de artículos originales no parece tener fin: Imanes para el frigorífico que reproducen coplas, patitos de goma tuneados con los tipos de las agrupaciones, reproducciones de los duros antiguos con el sello del Gran Teatro Falla, unas llaves del coliseo gaditano o una agenda de dedicadas a autores. "Procuramos hacerlo todo en Cádiz, para que el gasto se quede aquí; si no se puede, en Puertatierra y si no, en la provincia o en Andalucía", explica Antonio.
Thermomix, cheesecakes y helados italianos
Marina, de la Delegación Thermomix de Cadiz (C/ Caracolas y Avenida Periodista Beatriz Cienfuegos, 7) está informando sobre el último modelo de este procesador de alimentos, la TM7, que salió en febrero. "Todavía no funciona como Alexa, pero está preparada para la IA y todo lo que queda por venir", responde con guasa. Las principales novedades: un varoma (el recipiente superior) un 45% más grande, el aislante térmico del vaso y una pantalla de diez pulgadas. Marina recuerda que el robot de cocina "se puede conseguir, no gratis, pero sí sin pagar, en el caso de que se consiga un determinado número de ventas después de la firma de un contrato mercantil". Van a sortear un lote que contiene una colección de libros de recetas, un delantal y varios accesorios.
Esta pequeña feria la completan un puesto de Ansia, el obrador de cheesecakes (tartas de queso) de moda en la calle Periodista Emilio López; los helados de Verde Pistaccio, servidos desde una furgoneta similar a la que tiene en su local de Ancha, 13 y la tienda de ropa y complementos regalos y souvenirs Celébralo, que regenta Carmen Sales, y Ges Seguros, que da a los socios de Cádiz Centro Comercial Abierto la protección que necesitan.
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