No atraviesa el comercio, en general, su mejor momento. Mucho menos el comercio local gaditano, que a las diferentes crisis que venía intentando sortear desde hace años se le ha unido la pandemia del Covid que ha convertido en misión casi imposible abrir a diario la puerta de un buen número de negocios. Pero en medio de tan desolador escenario, entre tantos cierres de baraja, tanta marcha a los centros comerciales de las firmas internacionales, el comercio local también tiene espacio para ofrecer buenas noticias, novedades positivas que invitan al optimismo.

Así ha ocurrido estos días en la calle Periodista Emilio López (antigua Corneta Soto Guerrero). Allí se ha hecho un hueco desde el año 2015 una pequeña boutique que el viernes se hizo mayor reabriendo sus puertas con un nuevo local que prácticamente triplica el anterior. Mario Allely, el dueño y creador de esta firma de moda masculina, sigue cumpliendo sueños profesionales al mando de Allely, que lejos de cerrar ha sabido capear la crisis, el Covid y el difícil escenario y ha ampliado las instalaciones.

“Yo siempre había tenido en mente, desde que empecé en el mundo del textil hace 25 años, abrir una tienda por mi cuenta. Siempre tuve esa ilusión, y trabajando en la firma Isidro Tovar me lancé, vi la oportunidad”, cuenta Mario Allely recordando la apertura de su negocio hace ahora siete años. Esta tienda de ropa se ha abierto un hueco comercial en Cádiz, “porque creo que a la ciudad le hacía falta un comercio así de moda masculina, y la clientela ha respondido bien desde el minuto uno”. Y esa respuesta provocó que desde el principio, este comerciante ya constatara de que el local era pequeño.

En estos años Allely ha ido buscando diferentes opciones y ha planteado incluso el traslado a otro local o la apertura de una segunda tienda. “Pero supe que el local de al lado (Todomedias) estaba casi finalizando la etapa por jubilación, y le pedí al propietario que cuando llegara el momento me ofreciera a mí primero el local. Y así ha sido; las estrellas se han alineado y hemos podido hacer la ampliación uniendo los dos locales”, explica Mario.

De este modo, tras unos meses de obras y el correspondiente diseño e instalación del nuevo mobiliario, Allely reabrió el viernes sus puertas, comenzando esta nueva etapa en la que la boutique amplía su oferta y sus servicios, principalmente “adentrándonos más en la ceremonia, en la sastrería a medida y en la camisería, además de ampliar las marcas de ropa con las que trabajamos al tener ahora más espacio”.

“En este trabajo y en todos, la clave está en la constancia, el cariño que se le pone a las cosas y el hecho de que me gusta mucho mi trabajo”, responde Mario Allely respecto a la clave del éxito, a la que apunta otro factor: “Mi abuelo era sastre, e igual lo llevo en las genes, porque siempre me ha gustado mucho el mundo textil”.

Y con la esperanzadora noticia de la ampliación de su comercio, una tienda local gestionada por un gaditano, Mario Allely lanza un mensaje al sector: “La cosa está bastante feucha, la situación es la que es. Pero también creo que los comerciantes de Cádiz debemos apostar un poco y sacrificarnos, y volver al maravilloso comercio que ha tenido siempre la ciudad”. “La huida de las grandes multinacionales debe ser una ocasión para recuperar el comercio local, con buen gusto, elegante, que ha habido siempre en Cádiz. Yo apuesto por ello, aporto mi grano de arena”, concluye este comerciante que en medio de tantas malas noticias está de enhorabuena.