La capital gaditana no se repone del mal sabor de un cierre comercial cuando, en corto espacio de tiempo, aparece otro. Esta vez le toca el turno a la calle José del Toro, que, como tantas vías del casco histórico, ha vivido tiempos mejores. El viernes abrirá por última vez la tienda de regalos y complementos Ohana, que regenta Ana León desde hace casi cuatro años. El 6 de octubre debería cumplir el cuarto aniversario, pero la crisis impedirá la celebración.

Dice Ana León que el principal motivo del adiós es “el insostenible importe del alquiler”. A su juicio, “asfixiante”. Apunta que “el ambiente en esta calle ha bajado mucho desde que cogí este local”. Luego aparecieron otros condicionantes que pusieron muy cuesta arriba la viabilidad del negocio. Es un caso repetido en muchas pequeñas tiendas del centro. “La marcha de las tiendas de Inditex ha hecho mucho daño, pues venían muchas personas a esta zona”, señala. En la cercana Columela “esas tiendas, Zara Hombre y Mujer, Oysho y Massimo Dutti, y Berskha en El Palillero eran un pulmón para el comercio”.

Para colmo también cerró Springfield, sustituido por Ale-Hop. “Después de abrir yo pusieron este comercio, más Tiger y Miniso. Que al fin y al cabo venden cosas parecidas a las que vendo yo”, razona Ana.

En medio de esos casi cuatro años de vida, una pandemia. “Durante tres meses sí me bajaron el alquiler a la mitad, pero era también un buen pico que tenía que pagar con la tienda cerrada y sin generar dinero”, lamenta.

Ana León también aduce la falta de aparcamientos como causa de la falta de clientes en el casco antiguo de Cádiz. Y el turismo, a su juicio, “es más de bares que de comercios”.

Asegura que se lo ha pensado mucho, pues montó el negocio con mucha ilusión. “Pero es un sinvivir esta esperando que el mes siguiente sea mejor. No es posible aguantar con estos gastos y estas ventas hasta Navidad, que es el mes más fuerte nuestro”, indica. Precisamente en Ohana, estos días en liquidación, se venden artículos navideños con interesantes descuentos.

Dice que lo ha intentado “hasta la saciedad”, pero tira la toalla “porque no puedo arruinar mi casa. Me da mucha pena después de mucho trabajo y de sacrificar la familia, pero los dos últimos años todo han sido pagos”.

En el horizonte no tiene proyectada otra aventura comercial. Y eso que Ana León tenía mucha experiencia antes de montar Ohana. “No es el momento e invertir ahora porque encima las previsiones económicas no son muy halagüeñas”, concluye.

Cuenta la calle José del Toro con varios locales cerrados. Hace muy poco echó la baraja, casi enfrente de Ohana, otra tienda de complementos de moda. Antes se habían marchado Gocco y Neverland for Kids, ambas dedicadas a moda infantil.

Los cierres en esta calle están en consonancia con los que se están produciendo alrededor. Muy cerca, en Valverde, hace no mucho dijo adiós Cuchara de Palo, negocio que vendía artículos para el hogar. Y recientemente ha ocurrido en la calle Novena con tres locales: la inmobiliaria Llave del Sur; CeX, dedicado a la compraventa de artículos electrónicos de segunda mano; y Woopi, que vendía artículos de regalos.