Las obras del castillo de San Sebastián van a mejor ritmo del esperado
Las obras de rehabilitación han comenzado por las casamatas, que se convertirá en un espacio para exposiciones "de primer nivel" y para establecimientos hosteleros
Las obras del castillo de San Sebastián van más adelantadas de lo previsto y desde Tragsa, la empresa pública que se encarga de su ejecución, se confía en que si se sigue a este ritmo, los trabajos puedan estar terminados en noviembre de 2011, fecha comprometida.
Ayer no se quiso hacer una escenificación de puesta de primera piedra, sino que para el inicio oficial de las obras de rehabilitación y consolidación, pese a que comenzaron ya hace unos días, se organizó una visita institucional a la fortaleza. A ella asistieron el presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Luis Pizarro; la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y su homónima accidental en San Fernando, Carmen Pedemonte; además del vicepresidente de Diputación, Federico Pérez Peralta; el delegado del Gobieno de la Junta en Cádiz, Gabriel Almagro; y la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado.
Todos, acompañados por los técnicos de Tragsa, pudieron ser testigos de los avances que se han producido en los últimos tiempos y la nueva fisonomía que ha adquirido el castillo de San Sebastián tras la demolición de las edificaciones añadidas.
Ayer se pudieron extraer varias conclusiones. La primera de ellas es que pese a que se esperaba que hasta bien iniciado agosto no se podrían empezar las obras de rehabilitación y puesta en valor de la fortaleza, ya durante el mes de julio se ha empezado a trabajar en ello.
El primer lugar en el que se están centrando los trabajos es en la recuperación de las casamatas, en las cuales se va a adecuar en un espacio expositivo "de primer nivel", tal y como destacó ayer uno de los redactores del proyecto, Manuel Palazuelo, en la explicación que realizó del proyecto ante los políticos y periodistas. No obstante, no todas las casamatas se van a dedicar a este menester, sino que una parte de las mismas se adecentará para albergar negocios de restauración.
Una de las interrogantes que se planteaban en torno al proyecto del castillo de San Sebastián era el destino del auditorio cubierto que en principio iba a ir en el polvorín. Una vez que se entró en él, se vio que no se podía dejar un espacio diáfano al estar compartimentado con muros de carga. La solución va a ser crear una especie de edificio integrado en el polvorín que servirá para darle más espacio a este área escénica. Encima del polvorín está la torre del vigilancia, que también será rehabilitada y reconvertida en el Faro de las Libertades, el emblema del proyecto.
Otro de los inconvenientes que se habían encontrado era la posibilidad de crear un paseo perimetral por fuera de las murallas. A cambio lo que se va a hacer es otro paseo pero por encima de las casamatas, que dará una visión privilegiada de todo el entorno.
Durante las obras de demolición de los edificios añadidos, se ha encontrado las casas de guardia que servían de lugar de entrada primitivamente a la zona de defensa de la Avanzada del castillo. Estas se encuentra tras un inmenso espacio diáfano tras pasar la primera isla y junto a ellas se van a establecer todos los pabellones de los países que vayan a participar en el Bicentenario de la Constitución de 1812.
Palazuelo, en su exposición, también se extendió en la Avanzada, que va a ser el lugar para el ocio y el disfrute de los ciudadanos. Aquí va a haber una gran plaza que servirá también para llevar a cabo representaciónes de todo tipo, mientras que los actuales montículos se convertirán en una especie de graderíos de césped. Asimismo, también habrá una zona que se convertirá en un parque para que sea usado por los ciudadanos.
En el proyecto también se ha hecho especial incidencia en la recuperación y restauración de algunos de los edificios, como el antiguo faro de la fortaleza y la ermita de San Sebastián, así como el faro eléctrico. Entre todas ellas destaca el embarcadero, que servirá durante determinadas partes del año para el transporte de viajeros por mar hasta el castillo.
Por último, otra de las partes importantes es el malecón, que va a ser reforzado y ensanchado para tener una mayor comodidad y seguridad a la hora de un eventual de desalojo de la fortaleza en caso de emergencia.
El proyecto del castillo se ha dividido en siete proyectos independientes, cada uno de los cuales se va a ir solapando en el tiempo para que todo pueda estar listo en noviembre de 2011. Estos son el malecón, la consolidación del castillo, la Avanzada, el espacio de las casamatas, la restauración de los dos faros, la rehabilitación de la torre de vigilancia y el polvorín y el embarcadero.
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