Carmen Moreno, escritora gaditana: "Por mi forma de ser, he tenido que empezar muchas veces en la vida"
La autora, editora y librera gaditana publica ‘Punto de partida’, un poemario que disecciona la canción de Juan Pardo que encumbró Rocío Jurado
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Cádiz/La escritora, librera y editora gaditana Carmen Moreno (Cádiz, 1974) se pone en el Punto de partida con un nuevo poemario.
Pregunta.–‘Punto de partida’, un poemario muy musical. ¿Qué es?
Respuesta.–Es un libro de poemas donde, cada uno de ellos, parte de un verso de la canción Punto de partida, de Rocío Jurado. Así, cuando unes todos los primeros versos de cada poema, tienes la canción completa. Y, bueno, antes he hecho una pequeña introducción sobre quién escribió la canción, el gran Juan Pardo, qué significó la canción en su momento y qué sigue significando hoy en día.
P.–¿Por qué? ¿Cómo surge?
R.–Es que Punto de partida es una canción muy especial para mí, al igual que Qué no daría yo. Pero es que en Punto de partida, cada frase, te está diciendo algo diferente y empecé a pensar que cada verso tiene una propia historia y empecé a fantasear con encontrarlas. La verdad es que es una canción muy compleja porque funciona en espiral, precisamente, para dejarte en el punto de partida. Y me parecía que era un artificio musical impresionante.
P.–¿Se puede contar por qué es especial para usted?
R.–Sí, claro. Porque creo que todos, en algún momento, tenemos que volver a empezar. Cada cierto tiempo cumplimos un ciclo y es como que te replanteas la vida y siempre vuelves a lo mismo. Siempre volvemos a nuestra etapa infantil. ¿Qué quería ser yo? ¿Qué no he sido? ¿De quién o de qué me quería enamorar? ¿Qué esperaba yo de mi hermano?... Siempre volvemos a ese punto inicial, que es el germen de toda nuestra vida, para volver a plantearnos las mismas preguntas que nos planteamos siempre y volver a hacer otro círculo en torno a lo que ya estamos viviendo. Además, por mi forma de ser, he tenido que empezar muchas veces en la vida. Y ese punto de partida que siempre buscas, a veces es muy doloroso, a veces cuesta mucho pero es muy significativo de mi recorrido vital.
P.–La intérprete del tema, Rocío Jurado, también la lleva a ese ‘punto de partida’, ¿no?
R.–Efectivamente, también es parte del inicio. Rocío Jurado es un referente más allá de la voz. Es un referente de vida, es un referente de infancia, de madre, de felicidad. Cuando murió parecía que se había muerto una tía mía, alguien súper cercano. Yo no la conocí nunca, pero me generaba esa sensación como si fuera alguien con quien pudieras quedar al día siguiente para comer. Siempre ha estado en mi vida, sobre todo, porque a mi madre le gusta mucho y cuando hacíamos algún viaje la íbamos escuchando en el coche. Siempre, para mí, ha sido la voz de la felicidad.
P.–¿Y cree que le han salido poemas felices o un tanto oscuros?
R.–Como te decía al principio, volver al inicio es algo difícil, es algo duro. Los poemas, yo no creo que sean oscuros ni sean tristes, pero sí tienen una parte melancólica. Me he retrotraído a ese Cádiz del siglo XIX donde se encerraban a los gitanos en la Cárcel Vieja y se escuchaba el cante a través de las rejas de la prisión y mucha gente se ponía afuera para apreciar el cante. Este poemario tiene mucho de Cádiz y para mí Cádiz cada día es más importante, cada día pesa más. Hay una reivindicación de todo lo nuestro, son poemas muy de meter los pies en la tierra. Y es que, al final, la gente que hemos nacido en Cádiz, lo llevamos clavado aunque no nos guste y, cuanto más mayor eres, más de Cádiz eres.
P.–Oiga, va a ser pregonera del Día del Orgullo en San José del Valle. ¿Está, nunca mejor dicho, orgullosa?
R.–Por supuesto, pero también muerta de miedo, un poco paralizada. Creo que es lo último que me faltaba por hacer, un pregón, pero me hace muchísima ilusión pregonar algo de lo que yo estoy orgullosa y que, además, de lo que creo que nadie se debe esconder. Si esto sirve para romper un poquito la barrera y para decirle a la gente, oye, estamos aquí, no nos comemos a nadie ni contaminamos, pues bienvenido sea.
P.–¿Qué tiene que pasar para que su librería vuelva a la Feria del Libro de Cádiz, de la que se ha ido muy disgustada?
R.–Tendría que pasar respeto. Respeto por la ciudad y respeto por los trabajadores que estamos allí. No puede ser que la Feria del Libro de Cádiz tenga menos presupuesto que la de San Fernando o la de Jerez, que están trayendo nombres más potentes. Eso no puede seguir pasando. Y, sobre todo, y esto lo digo con todo el dolor del corazón, respeto básico de hablar con los libreros. Yo tengo mucho temperamento pero cuando me he equivocado y he podido faltar respeto, me he acercado a la persona y he dicho oye, perdona, lo siento mucho, ¿podemos empezar de cero? Y creo que eso hace falta. Hablar con los trabajadores.
P.–¿En qué ‘punto’ está ahora Carmen Moreno y su editorial Cazador?
R.–Bueno, Cazador está en un punto de reinicio que era algo que teníamos que hacer este año. Y yo pues en un punto raro de la vida donde estoy, precisamente, girando hacia encontrar otra vez un punto de partida porque han pasado muchas cosas personales y profesionales. Bueno, además soy una persona, nunca he tenido miedo a hablar de ello, con trastorno límite de la personalidad y, entonces, encontrar la forma de reiniciar me cuesta y ahora estoy en un punto difícil, pero siempre hay un punto de partida.
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Es Director territorial SurLevante de Howden Iberia.