En la iglesia de San Pablo no ha cambiado nada, pero luce como nunca. Los cinco meses que ha permanecido cerrado el templo para su restauración integral han devuelto una blancura inusitada y una luz que resalta desde que se entra por la puerta que separa el bullicio de la calle Ancha de la romana tranquilidad del que entra a rezarle a los titulares de Ecce-Homo, a la Virgen del Sagrario o al resto de imágenes representadas en los cuadros e imágenes que completan la iconografía del templo.

Desde el 30 de junio que cerró sus puertas hasta el pasado martes que las reabrió ha sido sometida la iglesia a labores de picado, resanado y repintado de todo el interior, además de la limpieza integral de altares y bienes muebles.

Una operación que aunque no reviste un especial calado ni ha tocado ningún elemento estructural, puede considerarse la culminación de una serie de actuaciones que garantizan, ya sí, la estabilidad y la conservación en el templo de este pequeño joyero del centro de la ciudad. Atrás quedaron los cierres repentinos por motivos de seguridad y la incertidumbre sobre el futuro del edificio. Hace unos años ya se intervino sobre la estructura, sustituyendo vigas en mal estado y ejecutando otros trabajos entonces necesarios; y ahora se ha rematado el programa de necesidades con estos trabajos recién culminados que aunque no son de notable importancia sí acaba, por ejemplo, con el riesgo de desprendimientos de elementos de la parte alta de la iglesia que sí existía hasta ahora por los desconchones y grietas que presentaba el interior del edificio.

No obstante, en la cofradía de Ecce-Homo (usufructuaria de los altares de sus titulares y de dependencias anexas) sí contemplan en su hoja de ruta dos actuaciones futuras que quedan pendientes. “Primero la puerta de acceso, que está afectada por termitas y que habrá que restaurar o cambiar por una nueva; y segundo, la escalera del campanario, que puede ser del siglo XVIII” y que tampoco presentaría un óptimo estado de revista. “Con esto pendiente, podemos decir que todo está seguro y adaptado”, resume el hermano mayor, Jaime Calderón.

Todo lo realizado ha sido posible gracias a la implicación de tres instituciones, que son las que han sufragado estas últimas obras y las que ya contemplan esas intervenciones que estarían pendientes. De un lado, la Asociación Católica de Propagandistas, que tiene en San Pablo su sede y que ha soportado la mayor parte de los costes de los trabajos realizados; en segundo lugar, la asociación de Amigos de San Pablo, una iniciativa social que se puso en marcha cuando el temor de un posible cierre del templo era patente y que trabaja para conseguir donativos y ayudas con las que ejecutar actuaciones; y por último, la propia cofradía del Ecce-Homo.

Entre las tres han conseguido costear todo lo necesario para que San Pablo luzca con la blancura y la luz con la que lo hace hoy. El remate a las obras se pondrá en estos próximos días, cuando se coloquen las nuevas ventanas en el tambor de la cúpula. Ventanas que ya están en las dependencias de la iglesia, pero que las lluvias de los últimos días ha obligado a retrasar su colocación. En una de ellas, la de mayores dimensiones, se ha digitalizado e impreso el escudo de la hermandad, manteniendo así la tradición de ver a través de la luz de la calle la característica corona de espinas con la caña cruzada que distingue a esta corporación del Martes Santo.

Aspecto del interior de la iglesia de San Pablo tras la restauración y limpieza de altares y bienes muebles.

Ecce-Homo recupera la normalidad

El final de estas obras en San Pablo permitirán a la cofradía del Martes Santo recuperar la normalidad absoluta en su quehacer, después de cinco meses alojados los titulares en la iglesia de San Juan de Dios. Un regreso a la calle Ancha que llega en una época que es crucial para la hermandad, que ha celebrado la vuelta a su sede con varios cultos y actos extraordinarios (besamano a la Virgen de las Angustias, un concierto, una vigilia de la Inmaculada, una función de acción de gracias, un almuerzo de hermandad y visitas guiadas a la iglesia) y que ya prepara los cultos de San Juan Evangelista a finales de este mes (el día 27, en concreto), sin perder de vista sus cultos principales anuales, que celebra en enero, y lógicamente la Cuaresma y la Semana Santa, donde podrá verse en la calle un notable avance en la ejecución del paso de misterio con el dorado de los dos paños delanteros de los laterales del canasto, que está ejecutando la doradora Ana Galiano, de Alcalá de Guadaira.

Antes que todo eso, tiene también convocada la hermandad un cabildo extraordinario este viernes día 15 para aprobar las nuevas reglas de la cofradía, que han sido sometidas a un proceso participativo en el que los hermanos han podido conocer la propuesta de la junta de gobierno y plantear una serie de enmiendas que previsiblemente serán incorporadas al texto final que saldrá de ese cabildo del día 15. Cabildo que se celebrará en esta remozada y relucientemente blanca iglesia de San Pablo.