De andar por casa: Escenificar el espacio

La casa que se aprecia en esta casa se construyó sobre una antigua casa de Puerto Real, conservando su esencia. Sus propietarios Ángel Luis Martín y Ana del Corral, han extendido toda su creatividad en todos los rincones, haciendo de ello un espacio acogedor y coqueto. Ana del Corral, del grupo de ‘Ida y Vuelta’, dedicada a la interpretación y a los escenarios, ha hecho de cada habitación una puesta en escena diferente, con la ayuda de su marido Ángel Luis Martín, químico de profesión, que se ha encargado de su distribución.

La casa tiene una superficie de 200 metros cuadrados que se distribuyen en dos plantas. La planta baja, donde se encuentra el patio que conduce al salón, comedor, cocina, dos cuartos de baños y trasteros. Una bonita escalera de piedra con la contrahuella de los escalones realizada en azulejos de los artistas contemporáneos del taller de Vendaval, conduce a la planta superior. En ella se se encuentra el dormitorio principal con el baño y el vestidor y dos dormitorios más con un cuarto de baño y el estudio. Y otra escalera diferente conduce a la azotea, que se decora con lebrillos antiguos, plantas y una pila de lavar de principio del siglo pasado, haciendo de ello, uno de los espacios más frecuentados de la casa.

El patio de la casa, lo protagoniza un antiguo piano de media cola de caoba de la firma Pleyel, que sirve para animar las veladas de la familia. En este lugar se ha creado un espacio de estar con una fuente de piedra. La iluminación del patio cambia en sus diferentes espacios utilizando para ello hornacinas con azulejos y puntos de iluminación con lámparas morunas. Un cartel de la película de James Bond rodada en Cádiz decora una de sus paredes, junto con una bonita reja moruna en una de sus ventanas.

La cocina es uno de los espacios más mimados en su decoración. Su encimera es de mármol envejecido que combinan con los azulejos de la campana y de sus paredes realizado por una artesana cordobesa, haciendo del espacio un ambiente rústico. El techo tiene unas vigas inspiradas en las casas de la zona, de la que cuelga una lámpara industrial, que da luz a todo el espacio descrito.

El salón lo preside una chimenea de piedra, la cual está decorada en su parte superior por unos antiguos azulejos holandeses de Delft. En una de sus esquinas se ha dispuesto un baúl chino, en el que apoya en su parte superior un conjunto de candelabros. De su pared cuelgan dos antiguos grabados de Cádiz y Vejer, junto con unos fragmentos de madera que representa motivos etruscos, adquirido en la tienda Sacro de Sevilla. El suelo combina la madera con el hidráulico. Unas originales letras realizadas en madera con las iniciales de la propietaria ilumina sus esquinas.

En el comedor se encuentra una mesa de gran tamaño, que la decora dos Damajuanas, junto a un conjunto de sillas de madera y rattán. Junto a ello, una vitrina de roble custodia la cristalería y vajilla familiar. Como cosa curiosa, en este espacio se ubica un pequeño mueble expositor, decapado en color cáscara de huevo, que almacena libros de arte y una colección de lucernas.

En la planta superior, la galería tiene una original baranda hecha a mano en la India, con dos ventanas hindúes antiguas en su laterales.

En el dormitorio principal,se halla un cabecero de hierro de forja, la cual cuelga sobre la cama, una colcha de organza bordada de procedencia familiar. Entre sus muebles se encuentra una cómoda de caoba isabelina y otra de roble de principio del S.XX. Un antiguo chubesqui de hierro se utiliza para decorar uno de los espacios. En sus paredes se puede ver un retrato de la propietaria, realizado a carboncillo por la pintora Caridad Torres. El baño lo decora unos azulejos antiguos azulejos de la India, junto con una bonita pila de mármol de Carrara , que se utiliza como lavabo. En el baño incluye también como uno de sus elementos decorativo la piedra ostionera.