Las cifras así lo demuestran. Cádiz no deja de estar entre los puertos preferidos por los megayates a la hora de buscar amplios cantiles, seguridad y cercanía con los centros urbanos y residenciales. 

Hasta anoche mismo, el Yas, un megayate de 141 metros de eslora y propiedad del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Khalifa Bin Zayed al Nahyan, permaneció amarrado al puerto de Cádiz. Y fue a última hora cuando puso en marcha sus motores y puso rumbo a Tánger, en cuyo puerto permanecía este jueves.

Pero pasaron muy pocas horas y, sobre las cuatro de la madrugada, otro yate, tal vez no tan mega como el anterior, hacía su aparición en la bocana del Muelle de Cádiz. Se trata del Lady Lara, un barco tipo yacht, de 91 metros de eslora y 14 de manga, propiedad del empresario israelí de origen kazajo Alexander Machkevith. 

Este majestuoso yate, valorado en unos 200 millones de euros, fue construido en 2015 por Lürssen en Schacht-Audorf y ocupa el lugar 51 en el ranking de yates más grandes del mundo. Se considera uno de los más lujosos y modernos yates dentro del segmento de las grandes esloras. El exterior y el interior del yate fueron diseñados por Reymond Langton Design.

Sobre su propietario, se sabe que el soviético Alexander Machkevithes es propietario de una empresa de materias primas denominada Eurasian National Resources Corporation (ENRC) y que la lista Forbes de 2016 lo situaba en el puesto 1.198 de los hombres más ricos del mundo, con un patrimonio estimado de 1.174 millones de dólares.

El Yas volverá a Cádiz este mismo viernes, según fuentes consultadas. En cuanto al Lady Lara, que viaja con bandera de Islas Caimán, el boletín de buques de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz indica que tiene programada su salida para esta misma tarde sin aclarar aún el rumbo que tomará.