La UCA aplica la figura del alumno a tiempo parcial para facilitar su permanencia
A universitarios que no consiguen un ritmo de estudio adecuado se les permitirá matricularse de un máximo de 30 créditos
Un grupo significativo de alumnos de la Universidad de Cádiz vienen obteniendo, curso tras curso, resultados desfavorables, ya que por circunstancias personales, familiares, profesionales o por falta de adaptación no consiguen un ritmo de estudio adecuado. En muchos casos, como expone la vicerrectora de Alumnos, Concepción Valero, estos estudiantes suelen matricularse de un gran número de créditos, causando un quebranto importante en la economía familiar y un notable despilfarro de recursos públicos. En este punto, Valero recuerda que las tasas abonadas por los alumnos apenas cubren el 20% de los costes que para la Universidad supone un alumno. Y resalta también que los resultados desfavorables de estos estudiantes perjudican a los propios títulos, que son objeto de control por parte de los organismos de acreditación, y que incluso pueden hacer peligrar la continuidad de los mismos.
Por todo ello, el Consejo Social de la UCA, a propuesta del Consejo de Gobierno, ha acordado realizar modificaciones en el reglamento de la permanencia de la UCA, con objeto de regular la matrícula de estos alumnos. Así, se especifica ahora en la norma que aquellos universitarios a los que la Comisión autorice su permanencia en los estudios "habrán de matricularse de un máximo de 30 créditos, y deberán continuar en esta modalidad de matrícula hasta el curso siguiente a aquél en que superen la totalidad de créditos matriculados. A partir de ese momento, podrán optar por formalizar matrícula de un máximo de 60 créditos".
Además, se articula que si un alumno al que se haya concedido la permanencia desea, tras los exámenes de febrero, ampliar la matrícula, deberá solicitar la autorización a la Comisión de Permanencia, y en caso de recibir el visto bueno el número de créditos no podrá ser superior al de créditos superados durante el curso.
Y en caso de incumplir las condiciones de matrícula establecidas por la Comisión, el centro universitario podrá proceder a la anulación de oficio de la matrícula.
"Con esta modificación -explica la vicerrectora- lo que se pretende es aplicar la figura del alumno a tiempo parcial. No se pone al alumno en la encrucijada de tener que dejar los estudios si no cumple, sino que si va a un ritmo de 20 o 30 créditos por curso, la UCA le va a permitir que se matricule de ese número de créditos". Eso sí, estos universitarios deberán superar al menos el 50% de esa matrícula a tiempo parcial. "Les otorgamos un ritmo más lento de estudios para que tenga mejores resultados, no para que empeoren", incide Valero.
La máxima responsable del alumnado de la UCA informa de que la resolución de las permanencias solicitadas se conocerá la próxima semana. En total, son 190 los casos estudiados, y adelanta que no todos se podrán acoger a esta opción: "A algunas personas no se les otorgará la permanencia. Estamos hablando de aquéllas que durante dos, tres o cuatro años consecutivos no han aprobado nada. Cero. Nosotros orientamos a los estudiantes, pero ellos deben ser realistas. Una persona que en cuatro años no ha aprobado nada, debe plantearse dejar la universidad o cambiar de titulación". E igualmente, resalta el precio desorbitado que deben abonar muchos de estos alumnos por sus matrículas: "Hay matrículas de más de 100 créditos, con asignaturas de segunda, tercera y cuarta matrícula, y que rozan los 2.000 euros. Esto no es lógico".
Valero también explica que hay estudiantes que, tras desarrollar el primer curso de uno de los grados que imparte la UCA, han solicitado acogerse a la permanencia, "pero a la mayoría no se les va a otorgar el tiempo parcial, sino que se les va a animar a seguir, porque un mal año lo puede tener cualquiera".
No obstante, a otros matriculados cuyo rendimiento no responde a la estructura académica de los grados, "les vendrá bien acogerse al régimen de tiempo parcial". Insiste la vicerrectora en que lo que se pretende, principalmente, es "amparar al alumno para que pueda ir a su ritmo".
Por último, apunta que lo que se ha hecho es una modificación en el reglamento de la permanencia, pero la intención de la UCA es "ir más allá de las modificaciones y establecer un reglamento definitivo. Hay que estructurar la permanencia contemplando todas las opciones posibles".
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