Para los trabajadores del hospital de San Rafael de Cádiz significa el final de una incertidumbre que se ha prolongado durante ocho años en los que recuperar la posibilidad de firmar un concierto con la Junta de Andalucía era casi una utopía.

Al fin es una realidad y el Grupo Pascual y la Administración autonómica andaluza cerraron hace poco un acuerdo que ha sido ratificado estos días con su firma, en el que se abre un concierto que convertirá a San Rafael en el segundo hospital de referencia de la capital.

Esto supondrá, por supuesto, un beneficio para todos los ciudadanos del casco histórico de la ciudad que figuren como usuarios de los centros de salud del Olivillo, La Merced y el Mentidero, pero igualmente significará un respiro para todos esos trabajadores que han estado soportando una situación laboral que ha pendido en ocasiones de un hilo si no hubiera sido por la buena gestión de su propietario, José Manuel Pascual, y por la fidelidad de las compañías privadas que han mantenido vivo el centro sanitario ubicado en la calle Diego Arias.

Buena parte de la plantilla llevaba meses esperando ver en titulares que esa firma era ya una realidad. De esta manera, será en los próximos días, una vez que se supere la adaptación informática del sistema Diraya que rige en el los centros sanitarios dependientes del Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuando, por fin, los gaditanos del casco histórico puedan visitar allí a sus especialistas médicos y podrán someterse a intervenciones quirúrgicas como si del Puerta del Mar se tratara.

Así, este miércoles, tras el anuncio oficial por parte de la empresa de José Manuel Pascual, la plantilla mostraba ya abiertamente su satisfacción porque verán esa luz al final del túnel que garantizará sus empleos y que les hará posible ver la vuelta de San Rafael a una actividad que perdió hace ocho años cuando Pascual y los socialistas que regían en aquel entonces en la Junta rompían sus relaciones y llevaban ante los tribunales todas las diferencias que le llevaron a ese divorcio definitivo.

La consecuencia fue rápida y San Rafael pasó, en poco tiempo de tener unos 400 trabajadores a tener apenas un centenar, y pasó de contar con hasta cuatro plantas del hospital en activo a tener una única planta. Era espacio y plantilla más que suficiente como para dar servicio a los usuarios que llegaban a este hospital gaditano de la mano de las principales compañías privadas.

Este miércoles, José María Manzano, presidente del comité intercentros de los hospitales de Pascual repartidos por buena parte de la geografía andaluza, mostraba a este Diario su plena satisfacción por la firma del concierto que hará que “vuelva la vida a San Rafael y a sus 28.000 metros cuadrados”. “Hablamos de recuperar no sólo la estabilidad laboral sino que, si la integración marcha tal y como se espera, podríamos recuperar cifras de empleo similares a las de los mejores años de la vida de este hospital”.

Manzano añadió que este concierto supondrá también la vuelta a Cádiz de muchos profesionales sanitarios que se vieron repartidos entre los distintos centros de Pascual y que, de repente, tuvieron que marcharse a trabajar e incluso a vivir a Sanlúcar o a Villamartín.

Más allá de esto, el máximo representante sindical de los trabajadores de Pascual recordó que para el barrio “supondrá una profunda regeneración económica. Hay que recordar que todos estos trabajadores comen, beben y consumen mucho en el entorno del hospital, sin dejar de lado a los familiares de los enfermos ingresados que devolverán la vida a los taxistas, cafeterías, farmacias, y al resto de negocios que, hace años, dependían en su mayoría directamente de la actividad hospitalaria”.

Un sobre esfuerzo para evitar los despidos

Igual de feliz se mostraba este miércoles Eva Reyes, directora de Enfermería, ya que “nuestros compañeros verán, por fin una continuidad de sus puestos de trabajo”. “Este hospital ha podido subsistir gracias a José Manuel Pascual, que ha mantenido una gran plantilla a pesar de que hemos visto que no había pacientes como para tantos trabajadores, lo que demostraba siempre su sobre esfuerzo para no tener que despedir a nadie”.

Eva Reyes, que lleva 14 años trabajando en San Rafael, insistió no sólo en la ilusión con la que han recibido la noticia sino que confesaba que “llevamos mucho tiempo con las plantas montadas y con el hospital listo para abrir de nuevo a toda la ciudadanía. Cuando tenga el hospital lleno no nos lo vamos a creer”. Por su parte, Chari Figueroa, también trabajadora de San Rafael, hablaba de “una batalla larga y duradera pero, por fin, conseguida. Hemos pasado lo nuestro...”.

Pero Figueroa, que forma parte del comité de empresa del centro sanitario, afirma a pies juntillas que “hemos pasado momentos en los que dudábamos si alguna vez volveríamos a estar concertados, pero esta vez no lo dudaba. Sobre todo porque se ha visto siempre una predisposición a negociar por parte de la Junta que con los socialistas ya se había perdido”.

El Partido Popular, según Figueroa, “siempre se ha mostrado convencido de que el centro de Cádiz necesitaba tener su propio hospital de referencia. Y esto ha supuesto un alivio para la empresa y para la ciudad, a la vez que va a suponer una descongestión para el Puerta del Mar”. “Cuando uno escuchaba lo de las largas listas de espera y veíamos las 300 camas de San Rafael vacías, nos entraba de todo. Hemos llegado a tener la UCI mejor preparada durante la pandemia del Covid y le diría que incluso de España. Era cuando los hospitales tenían que comprar caretas de buzo de las del Decathlon para los pacientes cuando nosotros teníamos una UCI montada con más de 20 camas, cada una con sus respiradores y no se le dio uso por culpa de no tener un convenio. Eso fue era una pena.”