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Cádiz

"Rodríguez revolucionó la estética de los tipos de las agrupaciones incorporando la fantasía"

  • Ana Barceló destacó la influencia de 'La rubia', compañera del autor, en la confección de los disfraces

"Pasión y dedal en el Cádiz de entre siglos". El titular de la bonita historia lo pone Ana Barceló, periodista gaditana especializada en la costura de los disfraces de las agrupaciones que ayer, en el congreso sobre El Tío de la Tiza, hizo hincapié en la importancia de la unión sentimental del autor con Josefa Páez, sastra conocida como 'La Rubia', por la que dejó a su esposa e hijos. Esta pareja, según Barceló, creó escuela y secuela en el Carnaval gaditano, como puede leerse en el título de su ponencia. "Hasta la aparición de Rodríguez, las agrupaciones se vestían básicamente como tunas o estudiantinas, o con disfraces de ricos y pobres, de viejas y viejos. Rodríguez es el primero que pone la fantasía en los disfraces, quizás por la influencia del teatro. Él revolucionó la estética del Carnaval", explicó la investigadora.

No ha sido fácil para Ana Barceló el estudio de los tipos de las comparsas (o coros) de El Tío de la Tiza. No hay documentos gráficos de muchas de sus agrupaciones. A lo sumo descripciones en periódicos de la época. Pero una fotografía de la agrupación 'Los excluidos' -que ilustra la contraportada de la biografía del autor realizada por Javier Osuna- ha arrojado alguna novedad. Se trata de un grupo formado por ex comparsistas de Rodríguez que se reunieron, según Barceló, cinco años después de la muerte del coplero, concretamente en 1917, en una especie de antología para cantar sus mejores creaciones. "De ahí hemos sacado el tipo de 'La sucursal del zoco', conocidos como 'Los moros babucheros'",comentó Barceló.

'La Rubia' viaja con Rodríguez a Sevilla. "Como me dijo Manolo Torres, no se llevó a un tenor ni al postulante. Se llevó a su costurera, que tenía sorprendentes técnicas de corte para esa época y fue la mano ejecutora de la innovación de El Tío de la Tiza en los tipos. El estilo del 60-70 por ciento de los disfraces se los debe a su compañera", argumentó en una intervención que sirvió para conocer una aportación de Rodríguez al Carnaval distinta a la ya conocida: su gran obra musical y literaria.

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