Ramón Power y Giralt, más cerca de volver a su tierra

Queda poco para identificar los restos del diputado doceañista puertorriqueño Ramón Power y Giralt. Ayer, casi diez años después de que un equipo de investigación formado por profesores de Puerto Rico y Estados Unidos, al que se unió el desaparecido profesor gaditano y catedrático de Medicina Legal, José Luis Romero Palanco, iniciara el proceso de identificación (que se ha topado con varias trabas y batallas políticas en aquel país) en la cripta de la iglesia oratorio de San Felipe Neri se exhumaron los huesos de varios diputados del Doce, entre ellos los de Power. Aunque tanto los científicos Marya Cashion y Douglas Oshley como el propio Romero Palanco tenían estrechado el cerco en el osario en torno a los restos de Power, el equipo que ha reiniciado el proceso ha querido cerciorarse y por ello retiraron ayer huesos pertenecientes a una decena de diputados, mezclados en una tumba a la que fueron trasladados en un féretro el 28 de mayo de 1931 desde el cementerio de San José hasta la cripta del Oratorio.

Si en 2002 fue cuando el gobierno de Puerto Rico activó el interés por recuperar los restos de Power, uno de los padres de la patria, ahora -y después de paralizarse la iniciativa debido a los cambios políticos acaecidos en ese país- es la propia Iglesia puertorriqueña la que pide la repatriación de los huesos del diputado, que falleció en Cádiz el 10 de junio de 1813 a los 37 años por una epidemia de fiebre amarilla. En virtud de un acuerdo entre el arzobispo de San Juan de Puerto Rico, Roberto Octavio González Nieves, y el obispo de Cádiz, Antonio Ceballos, ayer se abrió la tumba en la cripta de San Felipe Neri. Un equipo de especialistas liderado por el profesor del departamento de Medicina Legal de la Universidad de Cádiz Miguel Ángel Vizcaya, con la ayuda de Agustín Sibón, jefe del Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Cádiz, -ambos discípulos de Romero Palanco y emocionalmente ligados a esta investigación- e Inmaculada Alemán, antropóloga de la Universidad de Granada, procedió a retirar las bolsas numeradas con los restos, de los que se extraerá el ADN, que a su vez debe casar con el obtenido en los restos de la madre de Power, exhumados en el cementerio de San Juan. En realidad, de los restos extraídos sólo los pertenecientes a dos personas, el propio Power y el diputado extremeño Francisco Luján, corresponderían a la edad a la que murió el primero de ellos. En el osario hay también restos de una mujer y varios niños.

Los resultados, que podrían estar en 15 días, se enviarán al Servicio de Genética Forense del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela, considerado como uno de los más prestigiosos laboratorios en este campo, donde se hallan las muestras de la madre del diputado. Cuando se cotejen las pruebas y se certifiquen los restos de Power, serán trasladados a Puerto Rico, donde quedarán enterrados en un monumento funerario del Panteón de la Patria de la Catedral Metropolitana, junto a los restos del obispo Juan Alejo de Arizmendi, que en 1810 entregó a Power su anillo episcopal como símbolo de la misión que iba a desempeñar en las Cortes de Cádiz: defender los intereses y derechos de los ciudadanos de Puerto Rico.

Por parte del Obispado de Cádiz y Ceuta estuvieron presentes Guillermo Domínguez Leonsegui, vicario general de la Diócesis; José Carlos García Solano, gerente delegado de Patrimonio Histórico Artístico del Obispado de Cádiz ; y José Luis Caburrasi, vicecanciller y notario eclesiástico que levantó acta de la exhumación. Invitado estuvo también Enrique García-Agulló, estudioso de los asuntos doceañistas.