Si el fin de curso ha sido complicado para cualquier alumno, para el que estudia Sexto de Enseñanzas Profesionales en conservatorios y a la vez 2º de Bachillerato, se le presenta un auténtico problema. La prueba de acceso a la Universidad, antigua Selectividad, se atrasó a los días 7, 8 y 9 de julio por culpa de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Pues bien, la Consejería de Educación ha decidido que las pruebas para acceder a enseñanzas superiores de música, danza y arte dramático comiencen solo un día después, esto es, el viernes 10 de julio. Demasiado precipitado cuando, en muchos casos, los estudiantes andaluces deberán recorrer hasta 400 kilómetros para examinarse, puesto que no en toda las provincias existen conservatorios superiores.

Es el caso de Cádiz, lo que ha provocado las quejas de alumnos y asociaciones de madres y padres. “Lo habitual, sin una situación como la de este año con el Covid-19, es que la diferencia entre ambas pruebas sea de 14 días. Esta vez, y es lo que no entendemos, no son ni 24 horas. Acaban el jueves la Selectividad a las tres de la tarde y muchos chicos y chicas deben salir pitando hacia otras provincias para poder hacer noche si les ha tocado hacer el examen el viernes 10 a primera hora”, explica Jesús Alfaro, presidente de la AMPA Torre Tavira del Conservatorio de Música Manuel de Falla de Cádiz. Sin un respiro ni la posibilidad de desconectar entre una prueba y otra, en las que estos estudiantes se juegan sus futuros.

Muchos deberán hacer cientos de kilómetros para acudir a las pruebas al día siguiente

Esta “barbaridad” que se ha realizado con el calendario de exámenes afecta a centenares “de alumnos excepcionales que durante muchos años han realizado una doble formación académica para encontrarse ahora con esto. No hay derecho, y máxime teniendo en cuenta las dificultades que han pasado para terminar el curso de manera telemática y formarse, bailando o tocando un instrumento desde casa, con lo que eso supone”.

La situación se agrava el iniciarse las pruebas un viernes. “No se entiende. Habrá alumnos que tendrán que quedarse en otra provincia, por la lejanía, a dormir ese fin de semana para continuar el lunes. Lo más lógico es comenzar en lunes, por eso proponemos las fechas del 20 al 31 de julio, que es más razonable”, señala Alfaro.

Las partes afectadas llevan un mes de movilizaciones, recogiendo firmas, a través de AMPAs, sindicatos o denunciando el problema a través de los medios de comunicación. Por ahora, sin respuesta desde la Consejería de Educación a todas las reivindicaciones, como reconoce Jesús Alfaro.