Educación

El Conservatorio de Danza, en la recta final para llenar sus aulas el curso que viene

  • Bailar y danzar desde casa: la enseñanza online en el estado de alarma ha sido "una locura"

Video promocional Conservatorio de Danza Maribel Gallardo

Salir del confinamiento y llegar el proceso de escolarización ha sido todo en uno. Los centros educativos se han tenido que poner las pilas para promocionar sus prestaciones a través de las redes sociales. Es el caso del Conservatorio de Danza Maribel Gallardo, ubicado en la Casa de las Artes, de la avenida de Las Cortes en la capital. “A causa del estado de alarma no hemos podido realizar la jornada de puertas abiertas”, admite su directora, Fátima Romero. Ahora andan recogiendo las solicitudes para el curso 2020-2021, cuyo plazo de entrega acabará el próximo lunes 1 de junio. Este conservatorio ofrece 80 plazas en enseñanzas básicas, que son las que habitualmente cursan niños y niñas desde los 8 años, y unas 50 más para las enseñanzas profesionales que se imparten: baile flamenco, danza contemporánea, danza clásica y danza española.

Dice Fátima Romero que esta vez, como curiosidad, “hay personas adultas inscribiéndose para las enseñanzas básicas, aunque la prioridad son los alumnos desde 8 años. Si se cubre con niños, bien, si no, adultos completarían las clases hasta las 80 personas, divididas en cuatro cursos de 20”. Esta curiosidad ha sido motivada “por la incertidumbre causada con respecto al curso que viene”. En total, el Conservatorio de Danza cuenta con más de 400 alumnos entre enseñanzas básicas y profesionales. La especialidad de baile contemporáneo se incorporó al programa el año pasado.

La imposibilidad de realizar jornada de puertas abiertas ha llevado al centro a potenciar la promoción por las redes sociales

El Conservatorio Maribel Gallardo sigue inmerso en un complicado proceso de enseñanza online debido a la suspensión, desde mediados de marzo, de las clases presenciales. Practicar la danza y el baile desde casa es complicado, con todas las limitaciones de espacio que tienen la mayoría de los hogares. “Ha sido una locura el teletrabajo. Yo personalmente he enviado videos con tareas para que los alumnos hicieran ejercicios y me los enviasen. Luego le hacía yo las correcciones”, explica Romero.

Destaca que “los mayores, de baile profesional, han respondido muy bien dentro de las peculiaridades de cada casa para hacer los ejercicios”. En general “ha habido clases online en directo y asignaturas teóricas”. O bien “ejercicios para memorizar pasos y que no se olviden, porque en los hogares de cada uno no se puede bailar a plenitud. En flamenco, por ejemplo, poco zapateado para no molestar a los vecinos, sí marcaje y brazos”.

En definitiva, “ha sido complicado, pero no quedaba otra. Los profesores han estado incluso sábados, domingos y festivos a plenitud. También han trabajado pianistas, guitarristas y cantaores grabando temas para que los alumnos tuvieran las bases”.

Por último, Fátima Romero reclama más clases matinales. “Solo tenemos un curso de mañana, la mañana está desperdiciada. Estaría bien ampliar en el caso de que en los centros educativos las clases el próximo curso fuesen semipresenciales, así tendrían tiempo los niños y niñas de venir por la mañana”, concluye.

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