"Nuestro planteamiento ante la proliferación de apartamentos turísticos, apostando por un desarrollo sostenible, sostenido y medio ambiental, donde primen los intereses del conjunto de la ciudad y su futuro, no es un farol. Y como ejemplo está el desarrollo de la normativa sobre las casas de apuestas", afirma el teniente de alcalde de Urbanismo, Martín Vila, a la hora de incidir en el apoyo del gobierno municipal al comercio de la ciudad evitando que éste se vea afectado por la llegada de promociones turísticas sin ningún tipo de control.

Habla Vila de la norma de limitación de las casas de apuestas y menciona como en la última reunión de la junta de gobierno, antes de la imposición del estado de alarma, se aprobó por primera vez la suspensión de una licencia solicitada para un local de este tipo, a ubicar en la calle Muñoz Arenillas, aún cuando la normativa aún está en proceso de exposición pública.

"Si alguien tiene duda de que vamos de farol, ahí tiene el ejemplo de que vamos muy en serio en nuestro claro propósito por poner normas que mejoren la convivencia ciudadana, respeten a todos los colectivos y ayuden a mejorar nuestra calidad de vida", ya sea a través del control de las casas de apuestas como de la masificación de los apartamentos turísticos.

La intención del Ayuntamiento es poder aprobar la nueva ordenanza turística en el pleno del próximo mes de abril, si finalmente se puede celebrar, ya que no se pudo organizar el correspondiente al mes de marzo.

Para la elaboración de esta ordenanza se han analizado todos los distritos de la ciudad y la existencia actual de este tipo de equipamientos turísticos. La mayor concentración se da actualmente en la zona centro del casco histórico, especialmente en la zona de la plaza de Mina y sus inmediaciones, así como puntualmente en el barrio de Santa María. La ciudad cuenta con un millar de estos alojamientos siendo la localidad de la provincia con mayor número de ellos. El sector, en todo caso, puede que se reduzca tras los efectos económicos de la pandemia.