Cádiz

La barriada de La Paz de Cádiz comienza en Los Corrales su gran reforma pendiente desde 2014

Los espacios comunes en Los Corrales, colapsados por los coches estacionados.

Los espacios comunes en Los Corrales, colapsados por los coches estacionados. / D.C.

La barriada de La Paz de Cádiz, con su medio siglo a cuesta, lleva años y años reclamando un plan para todo el barrio, el más extenso y el más poblado de la ciudad, necesitado de numerosas obras de mantenimiento y, también, necesitado de una evolución en su modelo urbanístico, ya desfasado por el paso del tiempo.

En estos años se han ejecutado desde los distintos ayuntamientos numerosas obras de mantenimiento, instalación de equipamientos públicos, e incluso se ha modificado el PGOU para permitir la apertura de locales comerciales en los bajos de los edificios (con escaso éxito, ciertamente).

Pero todo ello se ha quedado corto ante las numerosas necesidades de la zona.

Ahora, el Ayuntamiento afronta una operación de más calado que, inicialmente, se va a centrar en un tramo de La Paz pero con la intención de ir extendiéndola a todo el barrio.

La operación se va a concentrar en el espacio comprendido entre las calles Eduardo Benot y Rafael Picardo O´Leary y las avenidas de Huelva y del Guadalquivir. Tras dos intentos fallidos para contratar la obra (algo habitual ya en todas las administraciones ante la constante subida de materiales de construcción), el Ayuntamiento ya ha adjudicado la obra a una empresa de Mérida por una cuantía de 1,4 millones de euros, tras incrementar el gobierno local la partida en 200.000 euros más. Curiosamente la firma extremeña cuenta con técnicos gaditanos, que son los que han animado a la firma a presentarse a este concurso.

Tienen por delante diez meses de trabajo, con la intención de empezar las obras en mes y medio, según las previsiones del concejal delegado de Urbanismo, Martín Vila.

Reunión con la A.VV.

Vila mantuvo esta semana un encuentro con dirigentes de la Asociación de Vecinos de Los Corrales, con los que se ha trabajado de forma estrecha en estos años para poder sacar adelante este proyecto.

Junto a Ángel Ocaña, presidente de la entidad, y el secretario José Luis Pérez, y la hasta ahora concejala de Vivienda, Eva Tubío, analizaron el diseño final del proyecto y la incidencia en el tráfico, los espacios libres, en el acceso a los comercios de la zona...

El proyecto contempla, principalmente, actuar en la accesibilidad de la zona integrada por las calles Santo Domingo de la Calzada, Eduardo Benot y Rafael Picardo O´Leary. Además, se incrementará el arbolado, se instalará nuevo mobiliario urbano, se implantará alumbrado público con tecnología led y se renovarán las redes de saneamiento y abastecimiento, el pavimento que se usará será drenante para aclimatar la temperatura. Un diseño y unos materiales que se pretende trasladar, poco a poco, al resto de la barriada.

"Con este proyecto demostramos que la mejora del espacio público debe darse en las barriadas populares de nuestra ciudad. Y con esta intervención convertiremos lo que era un espacio degradado y lleno de barreras en una gran zona diáfana, accesible... con elementos para que se llene de vida", destaca Martín Vila.

La operación a realizar no es sencilla, pues afecta al entorno de una veintena de bloques de viviendas con unos 1.500 vecinos, en una zona donde aún persisten comercios tradicionales y donde los espacios libres están ocupados día tras día por coches estacionados, con lo que ello supone de contaminación ambiental y acústica y dificultad en la movilidad vecinal.

Tras el encuentro, Vila y los representantes vecinales acordaron abrir una vía de información directa con los vecinos para que éstos puedan trasladar al Ayuntamiento los problemas que puedan ir encontrando a lo largo del desarrollo de la obra.

Igualmente se pretende dar amplia información sobre la misma antes de su ejecución, explicando todas las mejoras que se van a introducir en esta parte del barrio y como, se espera, mejorará la calidad de vida de los residentes.

Martín Vila y Eva Tubío, reunidos estas semana con los representantes vecinales de Los Corrales. Martín Vila y Eva Tubío, reunidos estas semana con los representantes vecinales de Los Corrales.

Martín Vila y Eva Tubío, reunidos estas semana con los representantes vecinales de Los Corrales. / D.C.

Una de las principales preocupaciones que plantearon los dirigentes vecinales a los dos concejales del gobierno municipal es la pérdida de aparcamientos. El proyecto elimina las bolsas de estacionamiento en superficie que, hoy, ocupan casi todos los espacios públicos para sustituirlos por zonas de estancia, jardines y descanso. La asociación calcula que se suprimirán unas 140 plazas, destacando que algunas son utilizadas cada día por comerciantes que, procedentes de otras localidades, trabajan en el barrio. “Aquí es difícil aparcar. Muchos llegan por el puente y dejan aquí el coche; o quienes van a los colegios de San Severiano y Villoslada”, indicaron los vecinos.

Martín Vila planteó, y así se hará, una reunión previa con EMASA, de cara a ver la posibilidad de instalar zonas verdes y naranja de aparcamiento, como pide la propia Asociación, indicando también la posibilidad que tienen los comerciantes a la hora de contar con tarjetas específicas de aparcamiento.

Tanto Ángel Ocaña como José Luis Pérez mostraron también su preocupación por el estado en el que se encuentra el viario del resto de la zona de influencia de Los Corrales, especialmente el acerado de Rafael Picardo, en buena parte levantado por las raíces de los árboles. En este sentido, más allá de que se obtengan nuevos fondos para ir extendiendo por toda La Paz el modelo de obra que ahora se inicia en esta zona, el concejal de Urbanismo indicó que se utilizarán fondos municipales, a través del área de Mantenimiento Urbano, para ir reparando las zonas que estén en mal estado y supongan un riesgo para los viandantes.

Junto a esta operación, Martín Vila adelantó a los dirigentes de Los Corrales que, a través de los fondos Edusi, se va a proceder al alzado de los pasos de peatones de la avenida de la Bahía, una reivindicación también histórica de los residentes, a fin de reducir la velocidad del tráfico y, a la vez, rebajar los riesgos de accidentes en esta vía.

La operación municipal implica también la renovación de toda la red de servicios públicos, algunas ya con varias décadas de existencia, y la modernización de todo el sistema de alumbrado urbano, además de la señalítica callejera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios