Paco Cano: "Cádiz 2012 ya es sólo Casa de Iberoamérica"

La portada del Plan Director para la Casa de Iberoamérica, que el concejal Paco Cano presentó al resto de miembros del Consejo cuando asumió la presidencia de la Sociedad Cádiz 2012, es toda una declaración de intenciones. América invertida de Joaquín Torres-García, que nos devuelve la imagen del mapa de América Latina con el sur coronando el norte, no sólo nos habla de la nueva relación “decolonizadora” que desde la antigua Cárcel Vieja se quiere mantener con el continente hermano sino, además, nos antecede el propio vuelco que se quiere dar al espacio en esta nueva etapa. Un cambio hasta físico, con remodelación de salas, y con apoyo de recursos pues, como adelanta el edil de Presidencia y de Patrimonio, “Cádiz 2012 ya es sólo Casa de Iberoamérica”.

Recordemos que la Sociedad Cádiz 2012 abrazaba varios espacios, entre ellos el Torreón de las Puertas de Tierra y la galería de arte Baluarte de San Roque, que ahora pasan a ser de gestión municipal, el primero dependerá del área de Patrimonio, y la segundo, de Presidencia. Y es que, como apunta Cano, que la entidad se ramificara en distintos espacios “provocaba que se dispersaran mucho los recursos” ya que “sólo en pago de infraestructuras, seguros y sueldos” de los distintos inmuebles se perdía un buen montante. “Cuando yo llego se estaba dedicando el 11% del presupuesto a actividades propias de la Sociedad, que es una locura, y ahora hemos pasado en dos años, en el último presupuesto presentado, a casi el 27%”, detalla el edil que destaca, además, “el buen entendimiento” y la “buena aceptación” del Plan Director por parte del resto de miembros del Consejo “como Juancho Ortiz y Óscar Torres”.

Un Plan para la Casa de Iberoamérica que lo tiene “muy ilusionado” y en el que ya se ha empezado a trabajar. Primero, diagnóstico, ¿qué hay en este edificio del siglo XVIII de la calle Concepción Arenal? “Efectivamente, tenemos el problema que es un espacio donde hay un poco de todo y que no tiene una imagen propia pero en eso estamos trabajando y creo que con los últimos pasos que hemos dado se está consiguiendo”, reflexiona Cano sobre un lugar que actualmente acoge la biblioteca del Ateneo de Cádiz, la sede de la Real Academia Hispano Americana y tres colecciones expositivas permanentes. Estas últimas son las primeras protagonistas del cambio.

Cambio en las colecciones

Hasta ahora en la Casa de Iberoamérica se podía visitar la colección Cornelis Zitman, la de la Fundación Llopis y, desde 2019, la colección Vassallo. Las tres mutarán de alguna manera aunque los cambios más llamativos afectan a las dos primeras ya que la obra de Zitman abandona después de 9 años la Casa de Iberoamérica, mientras que las piezas de Llopis están pendientes de la firma de un convenio con el que pasarán a ser patrimonio de la ciudad a través de una donación.

“La colección de la Fundación Llopis tiene varias piezas que son extraordinarias, un Wifredo Lam que es de museo, piezas de Gilberto Aceves, de Francisco Toledo, de Vicente Rojo... Pero es una colección que está ahí sin ningún discurso, sin mediadores que expliquen quién era José Félix Llopis, ni siquiera muchas de las obras tienen cartelas y, además, las obras están mezcladas con una serie de molas y de arte naif que nadie sabe qué significa todo eso junto...”, explica el concejal que se puso en contacto con la familia Llopis y con uno de los patronos de la Fundación, Alejandro Crujeira, para exponerles el nuevo proyecto de Casa de Iberoamérica “y la intención de crear otras alianzas” con lo que se llegó a un acuerdo por el que la Fundación donará toda la colección a la Sociedad Cádiz 2012.

De hecho, la intención, como adelanta Cano, es que esta colección –antes ajena, pronto, de la ciudad– se convierta en el germen de una colección de arte contemporáneo iberoamericano estable a la que se irán sumando otras piezas (“hay una obra del fondo municipal de Quinquela que podría encajar muy bien, o incluso el Vaporcito de Los Costus”, valora) y a la que se le dotará de una nueva línea argumental, un discurso y una estructura “para que no sea una simple acumulación de piezas”. Una nueva narrativa que hablará, adelanta, sobre “la influencia de la cultura popular en la cultura más de excelencia” y que se inaugurará toda vez que se rubrique el convenio de donación con la Fundación Llopis.

La obras de Zitman, sin embargo, han terminado su relación con la Casa de Iberoamérica que, a juicio de Cano, se había convertido en “una especie de contenedor de lujo para la colección, que había derivado en una muestra estática que no generaba ni programas pedagógicos, ni conocimientos, y sí todos los gastos que su mantenimiento implica”; “es más –dilucida el edil– en ningún sitio hay cesiones tan largas, incluso lo que hacen instituciones importantes es cobrar por hacer las veces de almacén pero, en este caso, el gasto es para nosotros”.

Finalmente las piezas ya han abandonado la Cárcel Vieja (hará unas dos semanas) y, “aunque en principio la familia habló de la donación de algunas piezas, finalmente, por cuestiones internas de ellos, han decidido que van a donar sólo una que se llama Serenidad, que es una pieza no expuesta, y la colocaremos en el patio donde estaba Luna”, informa.

El espacio que ha dejado las salas que ocupaba Zitman se utilizarán ahora para albergar “otra serie de exposiciones” y “una salita para proyectar continuamente películas de ficción o documentales relacionados con los temas que en Casa Iberoamérica se van a tratar”.

Por su parte, a la colección Vassallo se le había prometido una tercera sala “pero en este nuevo plan se ha acordado con ellos la cesión de la mitad de ese espacio (que se utilizará previsiblemente de almacén) y también se han comprometido a revisar su museografía porque, a veces, menos es más para comprender la obra de un artista”, apuesta el concejal sobre este espacio que ya está en obras para hacer la partición.

Nuevas alianzas

El nuevo discurso de la Casa de Iberoamérica centrando sus esfuerzos en trazar una relación con América Latina “desde un enfoque decolonial, hacerlo de igual a igual, proponemos otra mirada de conocimiento mucho más frontal, mucho más de estar en una mesa conjunta donde compartir, debatir y mirarnos frente a frente, quitándonos esa soberbia neocolonial”, desarrolla Cano, parece que ha sido aceptado “en un buen número de instituciones internacionales” convirtiendo “en un año” a la casa gaditana en “un referente donde ya se nos busca a nosotros para trabajar”.

El presidente de Cádiz 2012 fija sobre todo este cambio en las dos últimas exposiciones que ha organizado la Casa, la antológica de Marcelo Expósito –“donde metimos a Cádiz en este proyecto que era de La Virreina de Barcelona, uno de los centros de arte contemporáneo más importantes de nuestro país, y el MUAC de México, que tiene como comisario general a Cuauhtémoc Medina, una persona de altísimo prestigio que estuvo también en la Tate Modern de Londres”– y la actual exposición sobre la correspondencia entre Rafael Alberti y León Ferrari, “uno de los cinco artistas más influyentes del siglo al comienzo del siglo XXI, según el New York Times, al que le hizo una exposición el Momart de Nueva York, otra el Museo Reina Sofía, el otro gran centro de arte contemporáneo de España, y ahora, nosotros”, se enorgullece.

“Estas dos muestras nos ha colocado muy bien en la escena y ya estamos generando una serie de proyectos con otras instituciones, por ejemplo, con el Reina Sofía hemos tenido ya varios encuentros y están interesados en que nosotros seamos su primer espacio satélite, o la Casa América en Madrid y la Casa América en Barcelona donde nos estamos planteando un hermanamiento entre las tres casas para socializar recursos, para actualizar circuitos e, incluso, para hacer un festival a tres bandas, se está hablando de que estuviera relacionado con la electrónica, donde participen artistas americanos y de nuestras tres ciudades”, narra el edil que ha mantenido varios encuentros ya con Enrique Ojeda (director de Casa América en Madrid), uno de ellos hace muy poco en nuestra propia ciudad ya que vino a interesarse por la muestra de León Ferrari y Alberti.

“También nuestra actividad del último año nos ha generado relaciones, alianzas y apoyos con grandes instituciones iberoamericanas como la Segip (Secretaria General de Iberoamérica) con quien se firmó un convenio; con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), con quien hemos hecho ya varios encuentros, ahora, de hecho, vamos a otro con ellos a Portugal; y con la propia UCCI (Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas) que nos están ayudando con el Congreso de la Lengua y con quien tenemos pendientes más proyectos, es más, les estoy pidiendo que Cádiz sea parte del comité que tienen sobre Cultura”, adelanta.

Proyectos y realidades

Además del hermanamiento con las Casas de América, la red con Latinoamérica que se está volviendo a reforzar desde Cádiz está solidificando en nuevas iniciativas. Algunas que ya son una realidad y otras que están por venir. Entre las que ya se han puesto en marcha están las cinco becas que Casa de Iberoamérica ha concedido a cinco gaditanos para diplomarse en arte contemporáneo con los cursos que ofrece la veterana Sala Mendoza de Caracas, 40 años en funcionamiento ininterrumpido que la han convertido en una imprescindible del sector. “La idea es que estas personas, cuando vuelvan, sean colaboradores a la hora de hacer comisariados bien de la colección de arte contemporáneo que estamos generando, o bien de unos acuerdos que estamos llegando con la sala Mendoza para mandar allí a artistas de Cádiz y que puedan exponer en un circuito latinoamericano potente”.

También asegura Paco Cano que ya se está trabajando en dos nuevas exposiciones temporales, una de ellas, una pequeña muestra sobre Augusto de Campos, “un poeta brasileño de las vanguardias latinoamericanas”, que se va a enmarcar en el contexto del Festival Iberoamericano de Poesía. “Este festival es algo que estaba haciendo de una manera minoritaria y con mucho encanto la gente de Carlos Edmundo de Ory y que desde Casa de Iberoamérica hemos decidido impulsar y darle un carácter más amplio, así que vamos a colaborar para que crezca”, resuelve.

La segunda exposición, que llegará después de la puesta de largo de la revisitación a la colección Llopis, es una muestra en colaboración con Pedro G. Romero donde se hablará del acercamiento en los años 20 de las elites culturales hacia las artes más populares, “un hecho que es muy curioso porque se da a la vez aquí pero también en Brasil, en Argentina, en la India, en Egipto...”, cuenta Cano que aduce que en la nueva muestra se explicará por qué se produjo ese acercamiento tan global, “al final –se adelanta– lo que viene a decir es que la base de la cultura siempre está en la comunidad, en el pueblo, y la cultura elitista lo que hace es ir separándose hasta que necesita volver a la madre”.

Otro de los proyectos que se barajan desde Casa de Iberoamérica es poner en pie para junio un ciclo de cine latinoamericano LGTBI “coincidiendo un poco con el escenario del Orgullo” en el que, además, espera Cano “veremos si se puede insertar un documental que está haciendo sobre La Petróleo un chico venezolano que está afincado en Cádiz”, desea.

Y es que la Casa de Iberoamérica también aspira a ser la casa de las comunidades americanas que se mueven en la Bahía, “porque sólo en Cádiz no tenemos una articulación suficente”. De hecho, Cano asegura que la comunidad dominicana y la mexicana ya están incorporadas “de manera habitual” a la Casa, además de destacar las buenas relaciones con el Consulado de Argentina, aunque espera “que podamos ir acercándonos a más comunidades”.

Trabajo cercano, cara a cara, y en red. Así, el presidente de Cádiz 2012 también cuenta que le va a presentar una propuesta a la OEI ya que desde Casa de Iberoamérica se está estableciendo una red intereducativa entre, “sobre todo son mujeres las que están detrás”, Chile, Ecuador, Argentina y Cádiz. “La verdad es que tenemos un montón de proyectos por hacer y ya, por suerte, nos buscan, incluso, hay a veces que no damos abasto ante tantas solicitudes”, se alegra por este nuevo camino que sólo acaba de empezar.