Uno de los últimos escándalos del Gobierno Zapatero es, sin duda, el nombramiento y mantenimiento (mamandurria habemus) de la señorita Bibiana Aído como asesora de ONU Mujeres, con sede en Nueva York. Tarde o temprano había que colocarla. Zapatero la quitó del Gobierno porque no tenía más remedio y la lloró. Ahora la premia.

Y ¡ojo!, habla con la señora Bachelet, ex presidenta de Chile, directora de UNO Woman, para que ésta hable con la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Giovanni Bahi, de Burundi (perdón, ¡que nivelón!) y nombre como asesora suya a la "señorita Rizos", como la conocen muchos en Madrid, y de paso le coloque un sueldo de cien mil euros anuales que, obviamente, salen del erario español, que no sólo con esta paguita, entrega más de 25 millones de euros a la citada institución Mujeres ONU, un verdadero capricho del Gabinete zapateril y que supone cuatro veces más que lo que entrega Estados Unidos, doce veces más que Alemania y setenta y cinco veces más que Francia. ¿Qué les parece? Las carcajadas de Bibiana a la Administración española todavía deben estar escuchándose. Jamás, político tan mediocre ha llegado a tanto, jamás. Y acabo. Se me olvidaba, ¿qué es ONU Mujeres? Pues una institución que vive y trabaja por la igualdad de género y el empoderamiento (sic) de las mujeres. Y, ¡hala! a cobrar, a Nueva York.

Comprendo (sólo un poquito) la mano endeble del PP cuando ha llegado a las instituciones regidas durante decenas de años por los socialistas. Andan callados ante tanto desbarajuste y descuadres como se están encontrando. Pero lo de Bibiana clama al cielo. Que no haya saltado por los aires la menor crítica del PP a este insulto a la economía española es difícil de digerir. Alguna explicación, a la que no llego, deben tener Rajoy, Arenas y compañía para guardar silencio.

Como también fue un insulto a los buenos modelos y formas, a la propia institución, la "cachetá" o "atragantá" o lo que sea, que le endiñó Fernando Suárez al padre de la chica de los cien mil euros. Vamos a ver cómo le recompensa González Cabaña. Un puestecito en la Diputación creo que lo va a tener crudo.