La víspera de San Juan en Cádiz volvió a estar protagonizada por la quema de los tradicionales juanillos, que pusieron de manifiesto la actualidad local y nacional en clave de humor. Ardieron en las llamas de la plataforma Rock en el Exilio Teófila Martínez y Pablo Grosso, al que la primera edil ofrecía la plaza que quisiera para montar un restaurante. Al filo de la noticia estuvo el artesano Manolo Torres contando qué pasa con el bicentenario de 2012: "Aquí todos no quieren más que figurar, lo único que no figura es la palabra 'Cádiz' en el logotipo". Manolo Peinado metió en la jaula del pájaro de la plaza de la Constitución a los pederastas en un homenaje a Mari Luz y el centro de día de la calle Zaragoza ironizó con el derribo del edificio de la Aduana. Los vecinos de Segunda Aguada hicieron un juanillo muy bien cuidado con algunos de los bloques del barrio amenazados por los problemas que soporta, entre ellos el paso de pesados camiones.

'En una nube' colocó la Federación de Peñas Caleteras a Teófila Martínez, rodeada de todo lo que la ciudad tiene pendiente antes del 2012. "Teo, como no hagas un milagro mal te veo", rezaba un cartel. Mientras, los niños Fernando Orgambides y Eduardo Mejías inventaron el programa televisivo 'El Gran Pájaro'. En una jaula estaban la alcaldesa y Rafael Román, con sendos teléfonos para llamadas del público con el objetivo de liberarlos. Según los chicos, nadie tenía intención de hacerlo.

En el centro de Día Cádiz-La Paz agonizaba un enfermo que intentaba tocar de forma deshonesta a una enfermera con falda, en una reivindicación de esta prenda frente al pantalón. En la mesa de noche del moribundo, un tetrabrik de leche Pascual. La asociación de vecinos Fermín Salvochea se decantó por el polémico traje de bodas de Belén Esteban.

Los juanillos ardieron hasta la medianoche, concentrándose la mayoría junto al busto de Paco Alba al lado de La Caleta.