Los ciudadanos tienen una buena parte de la responsabilidad de que la ciudad se mantenga impoluta. La buena o mala educación de sus vecinos, además del buen funcionamiento del servicio de limpieza, hacen que Cádiz esté sucia o en perfecto estado de revista.

Uno de los problemas que tiene la capital gaditana en esta materia es la mala imagen del casco histórico en las últimas horas del día. Al solo haber grandes contenedores en el perímetro del casco antiguo, la gran mayoría de las comunidades de propietarios cuenta con cubos individuales para depositar las bolsas de basura en ellos. Sin embargo, muchas personas optan todavía por dejar los residuos sobre la acera, con el inconveniente que supone por los líquidos que se puedan escapar si están mal cerradas.

Ante la continua repetición de actitudes incívicas, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz ha tenido que volver a poner en marcha el protocolo de actuación contemplado en la ordenanza de limpieza para intentar acabar con este tipo de acciones. Desde hace unos días se han colocado en las casapuertas del centro de la ciudad carteles en los que se advierte que se ha iniciado una campaña para intentar identificar y denunciar a aquellos comercios, particulares o entidades que no cumplen con la normativa municipal. Una persecución contra aquellos que aún siguen dejando la basura fuera de los bidones a base de multas, ya que, al fin y al cabo, cuando se toca el bolsillo es cuando se aprende a actuar correctamente.

La norma dice claramente que las bolsas se deben introducir en los bidones individuales -con capacidades de 120 a 240 litros- y que se deben sacar a la calle entre las 21 y las 23.30 horas, mientras que su retirada se tiene que hacer antes de las 9.30 horas los días laborales y antes de las 10.30 horas los días festivos.

Fuentes municipales explicaron que este tipo de campañas no son nuevas y se llevan realizando desde 2009 a partir de lo que se acordó con la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento y lo que se recoge en la normativa municipal sobre limpieza. La Inspección de Medio Ambiente del Consistorio gaditano es la encargada de velar por que la ordenanza se ejecute. Por ello, cuando se detecta que no se están cumpliendo los horarios o con cierta asiduidad las bolsas de basura se colocan sobre el pavimento, los inspectores tienen la potestad de activar este protocolo.

Estos técnicos municipales también tienen la misión de intentar identificar quién ha arrojado la basura en la calle. Para ello, según señalaron fuentes municipales, los inspectores abren las bolsas de basura para buscar algún documento, como puede ser un recibo, que pueda relacionar estos residuos con la entidad o el particular que los ha dejado fuera del contenedor. Una vez conseguidos los datos, el documento se destruye. Medio Ambiente se ocupa de levantar el acta oportuno, mientras que la Delegación de Vía Pública se encarga de tramitar los expedientes, con multas que suelen ser normalmente de entre 150 y 200 euros, aunque esta cantidad puede variar según cada caso.

La labor de los inspectores de Medio Ambiente está teniendo cierta efectividad ya que del 1 de enero al 15 de septiembre de 2016 se han realizado 193 expedientes por una cuantía de 31.400 euros. De ellos, 57 actas están en fase de tramitación por un valor 9.100 euros, 54 multas que suman 8.100 euros ya han sido pagadas de forma voluntaria y 82 sanciones por un total de 14.200 euros ya han pasado a la vía ejecutiva.