El Instituto Andaluz de la Mujer elaboró un estudio, Voces tras los datos: una mirada cualitativa a la violencia de género en adolescente, que refleja las reflexiones de un grupo de estas jóvenes. Durante el pasado año, la administración regional atendió a 129 mujeres adolescentes, lo que supone un 37,2% más que en el año anterior.

Entre las conclusiones del estudio elaborado por la socióloga Carmen Ruiz Repullo, destaca que la gran mayoría de estas jóvenes han sufrido algún tipo de violencia sexual. "Los primeros signos de la violencia de género en la adolescencia, desde los celos y las humillaciones, hasta el control del móvil y las redes sociales, tienden a justificarse en nombre de un ideal de amor patriarcal, donde se considera normal que el varón imponga sus criterios o quieran controlas a su chica".

Los elementos esenciales de este estudio coinciden al cien por cien con lo expresado a este diario por asociaciones y centros educativos muy concienciados en la lucha contra la violencia de género. Así, se destaca que las jóvenes encuestadas por Ruiz Repullo "reflejan ideas consolidada como el amor para toda la vida, la media naranja, los celos como signo de amor o la esperanza de que el amor lo cambia todo". Y reflejan la imagen del chico claramente hegemónica: "Líderes de grupo, chulos y malotes".

Se resalta desde el Instituto de la Mujer que "tanto las chicas como los chicos creen que 'el hombre duro y difícil' es el más atractivo, reproduciendo así los roles culturales aprendidos, pero sin ser conscientes de que ese mismo modelo determina las relaciones de parejas asimétrica y machistas".

Coincidente con lo expresado, por ejemplo, desde el IES San Severiano o por Carmen Guijarro, el estudio revela que "los jóvenes entrevistados se autodefinen como tranquilos y no se identifican inicialmente como machistas, pero a lo largo de las entrevistas expresan su tendencia a pensar que las chicas se dejan impresionar por dinero y poder, que los celos son signos de amor o que determinadas prendas de ropa son propias de 'facilonas' que provocan".

No podía faltar en este estudio la referencia a las redes sociales, asumiendo que la expansión de las mismas entre los jóvenes provoca que no levante sospecha en su utilización como un arma contra la pareja.

Un estudio del propio IAM y que data de 2011 destacaba que el 65% de los adolescentes andaluces presentaban entonces pensamientos sexistas. Otra estadística, en este caso procedente de la última memoria del Consejo General del Poder Judicial indica que en el último ejercicio cerrado se han atendido judicialmente a 40 menores, lo que supone un incremento anual del 8,1%. Un dato más reciente, aportado esta misma semana por el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, evidenciaba que a través del Sistema Viogen, que gestiona el Ministerio del Interior, hay 42 casos controlados en la provincia de violencia en mujeres menores, con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años de edad. Teniendo en cuenta que entre los 30 y 45 años de edad se contabilizan 1.073 casos está claro que es un problema que hay que atajarlo desde la raíz.