Tras el suceso en el Museo de Cádiz sobre el acceso de los carritos de bebé al centro cultural debido a la nueva normativa emitida por la Junta de Andalucía, la delegación territorial de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte del Gobierno andaluz aclara que no existe prohibición para entrar en sus museos y conjuntos culturales siempre que estos cochecitos "estén ocupados por los bebés o niños".

De esta forma, desde Cultura se reconoce que el pasado mes de julio se emitió la Instrucción 3/2023, relativa al acceso público a Museos y Conjuntos culturales, en la que se indicaba entre las condiciones de acceso, en su apartado tercero, punto 1, párrafo 5, que "no se pueden introducir bultos grandes como bolsos, mochilas, carritos de bebés, paraguas y otros objetos similares, así como medios de transporte tales como bicicletas, monopatines, patines o similares. Todos estos elementos se dejarán en las consignas o en otros espacios habilitados a tal fin".

Así, fuentes de la delegación precisan que esta limitación "se refiere a objetos de cierto volumen que pudieran suponer un riesgo para las colecciones, público visitante o personal, recogiéndolos en una misma categoría". Por tanto, y según aclaraciones realizadas desde la propia Dirección General de Museos y Conjuntos Culturales, "dicha limitación se aplicaría a los carritos de bebé cuando los mismos no estén en uso, es decir cuando constituya un bulto cerrado, en cuyo caso habría que dejarlo en la consigna". "Por ello, se entiende que sí está autorizado cualquier acceso de carrito de bebé ocupado por bebé o niño que lo ocupe durante el acceso y la visita, no aplicándose en estos casos la limitación expresada en dicha Instrucción".

El caso ocurrido en el Museo de Cádiz, en el que una madre de unas niñas de 1 y 3 años no pudo realizar la visita con el carrito de bebé, defienden que se trata de "un hecho puntual" y que "no se han recibido más quejas, tampoco en otros puntos de Andalucía".

Otras restricciones que recoge la normativa

Otros apartados de la instrucción inciden en aspectos como que “no se pueden tocar las piezas ni las estructuras, ni salirse de los itinerarios señalizados o acceder a zonas restringidas”; en la toma de fotografías para uso privado “no se puede usar el flash, palo selfie, ni el trípode”; “no está permitido consumir comidas ni bebidas salvo en las zonas habilitadas expresamente para ello” o la prohibición de fumar “salvo que existan zonas en las que esté expresamente permitido”, entre otras condiciones.

Con respecto a los menores, también recoge la norma la prohibición de la entrada a menores de 14 años no acompañados de un adulto y, en el caso de los grupos de niños se recuerda que deberán realizar los itinerarios establecidos “bajo la directa supervisión de un responsable de grupo”.

A los grupos de visitantes adultos también se les dirige varias directrices como que “no podrán acceder al recinto sin reserva previa, salvo que el aforo de público permitido en esa institución en el momento concreto lo posibilite” o que, en el caso de llevar guía, “deberán usar un sistema de guiado de grupo (micrófono y auriculares) en el interior de las sedes museísticas y en los espacios exteriores de los recintos arqueológicos y monumentales” recordando que estos centros “no los proporcionan” y que el uso de megafonía “no está permitido”.