Joaquín Herrera recrea en un libro las“denostadas y olvidadas” Fiestas Típicas Gaditanas

Las Fiestas Típicas Gaditanas, ese Carnaval edulcorado tras ser prohibido por el régimen franquista, dan para mucho. Y eso lo sabe un gaditano que vivió aquello como niño y luego como joven. Joaquín Carlos Herrera se puso manos a la obra para realizar, mediante un libro, una semblanza de unas fiestas “olvidadas y denostadas”, como reza en el subtítulo de la obra, que sin embargo “mantuvieron de alguna forma la llama de las coplas”.

Herrera, a quien le gusta “el costumbrismo en general y me fascina si es de Cádiz”, ha querido homenajear “a aquellas personas que participaron en las agrupaciones o en los exornos, a los que montaron las casetas, a los que estuvieron en la organización y al pueblo que disfrutó”. En un periodo “en el que se hacía lo que se podía, ya que aquello era una mezcla del antiguo Carnaval, fiestas folklóricas y feria, y aunque fueron fiestas denostadas, afortunadamente lograron que no se perdiera una tradición”.

Hablamos de unas fiestas que vieron nacer a “autores muy buenos y agrupaciones legendarias, a pesar de la censura y de no contar con la libertad de los carnavales. Pero se buscaban las vueltas para cantar lo prohibido en reuniones privadas y para burlar a la censura”. Recuerda Herrera que fue en 1958 cuando comenzaron a llamarse Fiestas Típicas Gaditanas. “Antes se llamaban Fiestas Folklóricas y del 49 al 53 también llamadas Fiestas de Coros”, matiza.

El autor de este libro expone que “quizás el declive de estas fiestas llegó cuando en el 67, fecha en la que la celebración pasó al mes de mayo, se colocaron las casetas, primero en Canalejas, y se desvirtuó todo un poco. Empezaron a venir artistas como Los Mustang, Karina o el mismo Julio Iglesias y los jóvenes comenzaron a dar de lado a las agrupaciones, que tuvieron que dejar de cantar en las casetas”. Luego, como es sabido, llegaron esas ansias de cambio y el final de las Fiestas Típicas se precipitó tras fallecer Francisco Franco.

Estima Herrera que “debieron mantenerse en febrero, pues perdieron su identidad. Pero estas fiestas dieron lugar a una explosión de grandes autores y a la creación de agrupaciones que han pasado a la historia”.

Entre tanto documento como ha consultado asegura que le ha sorprendido “la formalidad que existía tanto en las agrupaciones como en la organización o en los artesanos que creaban carrozas o exornos”. Cuenta que escribir este libro “ha sido como un desafío, viviendo en Madrid y necesitando datos. Y afortunadamente aparecieron Carmen Gómez Ventoso y Teodomiro Cardoso, del Archivo Histórico Municipal, que me han facilitado datos muy importantes con una ayuda impagable”. Y de tanto material “se podían escribir tres o cuatro libros”.

El libro cuenta con “un álbum de fotos bastante extenso”, destacando su autor una imagen “de una señora mayor vendiendo papelillos y serpentinas en la calle Ancha, frente a La Camelia. En un ambiente muy familiar, muy costumbrista”.

'Fiestas Típicas Gaditanas. Olvidadas y denostadas' es un libro editado por Q-book que ya se encuentra en las librerías.