Pastora Soler, Cantante

"Hay que aceptar todo lo que venga"

EntrevistaPastora SolerCantante"Hay que aceptar todo lo que venga"

EntrevistaPastora SolerCantante"Hay que aceptar todo lo que venga"

Estoica, serena y feliz. Pastora Soler regresa a la música, al escenario y a la provincia de Cádiz. Será esta noche, a las 22.30 horas, con un espectáculo dentro del cartel del Concert Music Festival de Sancti Petri en el que presentará su último disco, La calma.

-Después de la tormenta, dicen, llega La calma, una declaración de intenciones y el título de su último álbum. ¿Desde qué estado anímico ve ahora la música tras un retiro de varios años?

Tras el parón, me dejé llevar por mi voz interior y empecé a sentir lo mismo que cuando era una niña"

-Desde esa calma, un estado de paz interior que es muy difícil de conseguir. Es esencial para disfrutar del trabajo. Hoy estoy contenta, satisfecha. Es necesario, en ocasiones, pasar la tormenta.

-Regresa con un trabajo repleto de letras que retratan su ahora, después de aquel parón. ¿Cómo es La calma?

-Es un disco muy positivo, cada canción tiene un mensaje subliminal de superación, de vida. Tenía claro desde que me hice con el repertorio que no quería que el álbum reflejara un momento negativo porque es justamente lo contrario de lo que vivo ahora. Por eso es tan vital.

-El resultado está siendo exitoso pero ¿cómo fue el proceso tras esos momentos duros?

-Cuando una no es autora la elección de temas es complicada. Un autor sigue sus sentimientos pero el intérprete tiene que encontrar cómo transmitirlos. Estuve un año seleccionando canciones porque me llegaron muchísimas. Elegí, al final, las que me creía. Es un privilegio contar con amigos autores que me hacen un traje a medida, como Vanesa Martín que me conoce bien, Tony Sánchez-Ohlsson, que escribió Quédate conmigo, o José Abraham que ya me compuso La mala costumbre. También con gente que no tiene por qué conocerte tanto, pero que encaja contigo a través de las canciones como Vega, que es la primera vez que me compone aunque nos conocíamos previamente, o Diego Cantero de Funambulista. También me gusta dar la oportunidad a compositores jóvenes. Con Pablo Cebrián -productor del álbum- ha sido muy fácil encontrar un sonido fuerte, enérgico, con la cuerda tocada en vivo, las guitarras...

-¿Qué momento recuerda con más cariño de dicho proceso?

-El primer día que fui al estudio con Pablo Cebrián y me puse a cantar me emocioné mucho porque hasta ese momento solo cantaba en casa. Fueron casi cuatro años alejada de la música e iba con mucho nervio. Pablo lo hizo con mucha psicología y al final te lo tomas como una continuidad de todo lo realizado antes. Otro momento que destacaría fue cuando grabamos el último tema, Estrella -dedicado a su hija y que cierra el álbum-. Fui cambiando la letra hasta última hora porque todo me parecía poco para expresar lo que sentía hasta que Pablo me dijo: "¡Basta, la dejamos así!" -cuenta risueña-.

-El público, a veces, ve a los artistas como esos seres inalcanzables, con una vida llena de satisfacciones y éxitos. ¿Cuanto más alto llegas más difícil es?

-Cuanto más éxito tienes, más te exiges por lo que la gente espera de ti. Pero el problema está en uno mismo, en el compromiso que adquieres contigo.

-Le contaba hace unos días a este periódico El Arrebato que la música tenía sus tragos dulces y amargos. En su caso ¿cuál es el sabor que le deja en los labios la profesión estando tanto tiempo en primera línea?

-Me queda un sabor dulce de todos estos años. Ahora vengo de hacer este impasse por no haber sabido equilibrar antes. Hay que ser consciente de que existen esos momentos difíciles como parte de esta carrera. Cuando llevas muchos años es algo que ya tienes asumido y ganado. Hay que aceptar lo que venga, no cambiaría nada. Todo te aporta.

-Hace unos años su amiga Mónica Naranjo también lo dejó todo para no morir de éxito y más tarde regreso pletórica. En su caso, ¿cuándo decide uno que es el momento de volver? ¿Pastora buscó a la música o viceversa?

-Me dejaba mucho llevar por mi voz interior, esto es algo vocacional. Cuando regresé después del parón empecé a sentir lo mismo que cuando era una niña, la ilusión, como cuando le cantaba a mi hija en la barriga. Es lo más bonito, lo más cercano. Con los años se puede perder la magia, te contagias de la competitividad de la industria. Ahora saboreo cada concierto, cada oportunidad sin esperar nada más, lo hago todo de manera más pura. La música ha llamado a Pastora.

-Esta nueva etapa, ¿ha implicado cambios en lo musical?

-Aunque todo se nota en lo que haces no soy una nueva Pastora. Es una continuidad de lo que he venido haciendo. Hay que saber, sobre todo, lo que no quieres y luchar por lo que sí deseas.

-En 2019 se cumplirán 20 años de la publicación de Fuente de luna, su primer éxito comercial. ¿Cómo lo recuerda?

-Con ese disco, fíjate, venía de mi primer gran desengaño, quise dejarlo después de mi segundo álbum, que no fue muy conocido. Pensé que no tenía fuerzas para aguantar en esta profesión. Pero cuando me dieron carta de libertad en la compañía discográfica hubo un nuevo comienzo, con ilusión, y un disco que mezclaba el pop, el flamenco y la copla. Empezamos a encontrar un sonido y salió por inercia, haciéndolo sin esperar mucho. Y todo comenzó a fluir de manera natural. La verdad es que no soy mucho de fechas pero me has dado una pista. Estaría guay poder hacer una reedición de aquel disco.

-Hoy la veremos en el Concert Music Festival de Sancti Petri.

-Los conciertos están siendo muy especiales, es un reencuentro con un público que no veía hacía años. Esta será la tercera vez en Cádiz con este disco, después de dos conciertos en el Teatro Falla. Gracias a Dios existen festivales de verano como éste, muy bien preparado y hecho. En esta gira la puesta en escena es muy acogedora. Es curioso porque después de tantos conciertos no hemos cambiado nada del concepto que teníamos al principio. No faltarán, por supuesto, mis pinceladas a la copla, temas como Qué no daría yo, que es lo que busca el público más mayor.

-Y de Cádiz, ¿qué destacaría?

-El primero de los dos conciertos en el Teatro Falla fue muy especial y emocionante. Hay una magia especial en ese lugar. La primera vez que pisé un escenario en Cádiz fue con Antonio Martínez Ares.

-¿Qué tiene pendiente Pastora Soler con la música?

-Hacer un musical sería una experiencia superbonita, mezclar música e interpretación.

-¿Qué canción la define hoy?

-De las mías hay muchas, pero elegiría Solo tú por ese mensaje de romper con todo lo anterior. Y también Quédate conmigo, que es por donde quiero seguir yendo, me define musicalmente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios