Emasa se hará cargo del aparcamiento

La plaza de Sevilla constituye la puerta del casco antiguo para todo el que acceda desde el segundo puente. Por eso el Ayuntamiento ha diseñado allí un aparcamiento disuasorio, cuya construcción y explotación sacó a concurso... y que tiene todas las trazas de ir a quedarse desierto.

Nadie ha presentado ofertas en el Ayuntamiento, que ahora está a la espera de ver si llega alguna por Correo. Si esto no ocurre, según anunció la alcaldesa, Teófila Martínez, la empresa municipal Emasa se hará cargo del estacionamiento.

El Ayuntamiento no quiere demorar más el inicio de la reordenación de la plaza de Sevilla, por lo que esta medida irá por la vía de urgencia al pleno municipal del 6 de noviembre. A partir de ahí Emasa se podrá "poner en marcha y buscar financiación", y esa encomienda supondrá una de sus "misiones fundamentales" para los próximos años.

El que no haya habido ninguna oferta ha sorprendido al equipo de gobierno municipal, puesto que había sido una docena de ellas las que habían recogido la documentación para participar en el concurso público. Sin embargo, ninguna ha llegado a formalizar oferta alguna. En este concurso, la Empresa Municipal de Aparcamientos se guardaba el derecho de tanteo, un derecho preferente para hacerse con la concesión que puede estar en el origen de que el concurso haya quedado desierto, según apunta el teniente de alcaldesa José Blas Fernández.

Relacionada con la operación urbanística de la plaza de Sevilla está la creación de una estación de autobuses para completar la intermodalidad en la plaza. Precisamente, la Junta anunció ayer que dos millones de euros de su presupuesto para el próximo año se destinarán a construir este equipamiento, que no estaba incluido en el primer diseño de la plaza y que entró a instancias de la Delegación Provincial de Obras Públicas en el acuerdo que desbloqueó la operación urbanística tras una larga desavenencia con el Ayuntamiento.