Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Tribunales

Condenada a tres años de cárcel la ex directora financiera del Inibica en Cádiz por apropiarse de 400.000 euros

La procesada, de espaldas, durante su declaración en la vista oral celebrada el pasado julio.

La procesada, de espaldas, durante su declaración en la vista oral celebrada el pasado julio. / D.C.

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a tres años de prisión a la ex directora financiera de la Fundación para la Gestión de la Investigación Biomédica de Cádiz (Inibica), una entidad pública vinculada a la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y la Universidad de Cádiz, por apropiarse de más de 400.000 euros tras efectuar 2.000 transferencias bancarias a su favor desde la cuenta de la entidad entre 2011 y 2019, tal y como ella misma reconoció en la vista oral celebrada el pasado mes de julio. 

A la hora de imponer la pena, el tribunal de la Sección Primera, encargado de juzgar el caso, ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño, toda vez que la procesada ha consignado 40.770 euros en favor de la Fundación.

Ahora bien, el tribunal no ha apreciado, tal y como pretendía la encausada, la atenuante de trastorno mental. Y es que la que fue responsable financiera del Inibica declaró en el juicio que, a la fecha de los hechos, sufría un trastorno de control de impulsos de carácter adictivo, concretamente, una adicción severa a las compras, lo que se conoce también como oniomanía. Sin embargo, la Audiencia de Cádiz ha valorado que las facultades intelectuales de la encausada no estaban afectadas. "La mecánica comisiva era clara y reflexiva y la realizó ininterrumpidamente durante ocho años", argumenta la sentencia para luego añadir que los desvíos de fondos llevados a cabo requerían de "premeditación y programación" por parte de la acusada para que así pudiera "ocultar y falsear las cuentas de la entidad".

La resolución judicial, de la que ha sido ponente la magistrada María Oliva Morillo, explica que el Inibica tenía como objetivos fundamentales el fomento y la investigación biomédica, la promoción y el desarrollo de innovaciones en las tecnologías sanitarias, el apoya a la formación continuada de los profesionales de la salud y la mejora de la asistencia sanitaria pública, entre otros.

La ahora condenada comenzó a prestar sus servicios como responsable de la administración y gestión económico-financiera de la Fundación Biomédica de Cádiz en septiembre de 2009. Entre sus funciones, le correspondía la supervisión, control y ejecución de la contabilidad y, por delegación de los distintos presidentes de la entidad, tenía atribuida la ejecución directa de todos los pagos a terceros, incluidos proveedores y trabajadores.

Aunque las claves de autorización bancaria para realizar los pagos telemáticos se asignaban al presidente de la Fundación -quien los hacía inicialmente-, a medida que "fue creciendo la confianza en la directora financiera, los distintos presidentes (salvo el actual, Sebastián Quintero, también gerente del Hospital Puerta del Mar) le encomendaron esta función. "Incluso le entregaron físicamente las tarjetas y las claves personales de acceso correspondientes a la cuenta bancaria de la Fundación Biomédica", apunta la sentencia.

Desde esta posición, la procesada "adquirió parte de las cantidades depositadas en el banco" por el Inibica de la siguiente forma. Los proyectos de investigación desarrollados tenían asignado un presupuesto y eran sometidos a la fiscalización y control de los servicios de intervención, pues la mayoría se veían beneficiados por ayudas o fondos públicos. Se trataba de un control estricto de justificación que requería de soporte documental detallado (facturas) por cada gasto. 

"Pero, además, la Fundación Biomédica de Cádiz disponía de una partida presupuestaria independiente a fin de satisfacer costes generales y de estructura (liquidaciones tributarias, personal, seguros sociales, desplazamientos, dietas, correos, gastos financieros...) que no estaban sometidos a la fiscalización de las Administraciones Públicas al no estar directamente subvencionados, a diferencia de los proyectos de investigación", explica la resolución judicial. 

La directora financiera "aprovechó tal circunstancia para realizar un total de 2.159 transferencias bancarias desde la cuenta de la Fundación a sus cuentas corrientes personales. Además, las efectuó por importes menores en relación al presupuesto global de la Fundación durante un tiempo prolongado, desde octubre de 2011 hasta noviembre de 2019". En total, se apropió de 409.629, 87 euros.

Descubierta por una baja

Para evitar ser descubierta, la directora falseó el concepto por el que ordenaba la transferencia, "identificándolo aleatoriamente como gastos de proveedores, pagos ficticios de notas de gastos personales o incluso compras de bienes fungibles".

Asimismo, para justificar contablemente la salida de dinero del banco, la entonces responsable financiera accedió de manera periódica al sistema informático del Inibica para identificar los abonos a su favor con una ficticia obligación, puesto que el sistema permitía justificar pagos a través del epígrafe 'otros cargos', donde se incluían dietas, transporte... “Esa fue la vía utilizada por la acusada, dado que ese tipo de asiento daba la posibilidad de contabilizar salida de efectivo sin dar de alta una factura o documento justificativo”.

De esta manera, a través del sistema informático, la directiva daba de alta en la contabilidad los importes de las transferencia efectuadas tras "falsear los nombres de los distintos beneficiarios (nombres de compañeros de trabajo, del banco, de proveedores o de la propia Fundación) y alterar el CIF del cliente, el domicilio y el concepto que sustentaba el pago". 

Finalmente, el arqueo del banco coincidía con los datos de contabilidad para que, al final de cada periodo y ejercicio fiscal, el saldo de la cuenta corriente dispuesto se ajustara a las cuentas de la Fundación y evitar así el descuadre que hubiera revelado la actuación delictiva.

La procesada sufrió un accidente de tráfico el 9 de septiembre de 2019 que motivó su baja laboral. Entonces, sus funciones fueron asumidas temporalmente por el gerente de la Fundación mientras que las tareas de control financiero las llevó otra compañera, que fue quien detectó las irregularidades y las puso en conocimiento del Patronato del Inibica. La Fundación destituyó a la directora y denunció el fraude en los tribunales.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios