Comunidad rica, provincia pobre
el desafío independentista
Un inmenso abismo económico separa a los descontentos catalanes de los resignados gaditanos, que son más de 37.000 en Cataluña
Todo empezó por la pasta. El "España nos roba' venía precedido de un político catalán en Madrid que no era catalán y que ahora tampoco es político, Duran i Lleida. Sus días en Madrid los pasaba en el Ritz y desde allí, pagado con dietas españolas, decía que con el dinero del PER que, al parecer, pagaban los catalanes, los andaluces se pasaban el día en el bar. Y se asumió el axioma. España roba a los catalanes para dárselo, entre otros, a los gaditanos. Construimos el simplificador silogismo para asomarnos al abismo de dos sociedades frontera, una con África y otra con Europa. Veamos cómo nos relacionamos gaditanos y catalanes.
En Cataluña viven 37.000 gaditanos, la jefa de la oposición entre ellos, la jerezana Inés Arrimadas. Sólo durante el año pasado, 1.011 gaditanos trasladaron su residencia a Cataluña, un 8% de todos los que se fueron. Los datos de migraciones del Instituto Nacional de Estadística así lo dicen. La provincia catalana más elegida por quienes decidieron emigrar fue Barcelona, con 753 movimientos, cifra que la sitúa como el cuarto destino más elegido por los gaditanos después de Madrid, Sevilla y Málaga. En sentido contrario, la provincia de Cádiz recibió el año pasado a 787 catalanes, el 7,6% del total de ciudadanos del resto del país que decidieron venir a vivir aquí.
En cuanto al mercado laboral, según los datos del Ministerio de Empleo, hay un buen número de contratos que suben desde Cádiz a Cataluña. El pasado año se formalizaron en tierras catalanas 4.690 contratos a trabajadores gaditanos; en sentido contrario, en la provincia se realizaron 880 catalanes. Es Barcelona (3.435 contratos) la que aglutina un mayor número de relaciones laborales en Cataluña, pero no es el primer punto nacional de emigración gaditana: es el sexto. Primero es Sevilla, luego Málaga y en tercer lugar Madrid, con más de 11.000 contratos. Después, Huelva y Baleares. En evolución la diferencia del balance de flujos laborales es notable. Desde 2013 ha crecido un 64% la emigración laboral de gaditanos a Cataluña mientras que de Cataluña a Cádiz el flujo es estable. 863 se vinieron en 2013, 870 en 2016.
Los gaditanos que viven en Cataluña son sólo una parte de una construcción migratoria de 'país'. El total de empadronados en Cataluña nacidos en Andalucía se acerca a los 800.000. Un estudio de la catedrática de la Universidad de Barcelona Anna Cabré revela que el 63% de la población catalana es fruto de los flujos migratorios. Cataluña tiene siete millones y medio de habitantes. Siguiendo exclusivamente su crecimiento vegetativo esa población superaría por muy poco los dos millones y medio. Esos serían los catalanes puros. Todos los demás, siguiendo terminología catalana, serían xarnegos. La mayor organización xarnega es la Federación de Entidades Culturales Andaluzas de Cataluña, conocida como la Federación del Gran Poder. Pese a las extemporáneas declaraciones que de vez en cuando el pujolismo regalaba al Sur, la Generalitat, desde hace décadas, ha cuidado a este ente con suculentas subvenciones, construyendo ese curioso independentismo de hijos de andaluces que tan bien representa el diputado Gaby Rufián. Cádiz tiene poco peso en la Federación. Ninguna asociación o hermandad (muchas de ellas rocieras) de las más de un centenar integradas en la federación hace referencia explícita a la provincia de Cádiz.
Pero los gaditanos están y tienen allí muchas más posibilidades de trabajo que aquí. La tasa de paro en la provincia supera el 29% y en Cataluña está por debajo del 14%. Trece municipios de Cataluña están entre los 25 más ricos de España y cinco de Cádiz están entre los diez más pobres. En Matadepera, el pueblo más rico de Cataluña, la liquidez bruta por declarante es de 48.400 euros; en Sanlúcar es de 17.700. La brecha salarial es casi tan grande como los más de mil kilómetros de distancia. El salario medio en la provincia está situado en 15.649 euros -datos de 2015-, mientras que en Cataluña ese año se cifró en 23.924, según la encuesta de estructura salarial elaborada por el INE. También es cierto que uno de los ítems claves de renta, el gasto en vivienda, tiene una diferencia notable. Mientras que la hipoteca media que piden los gaditanos en 2017 es de 100.000 euros, en Cataluña es de 112.000, lo que no parece tanto si no vives en Barcelona, donde la hipoteca media solicitada es de 151.000 euros. En cambio, como hay catalanes y catalanes, en Lérida es de 89.000. En Cádiz el precio del metro cuadrado está a 1.282 euros y en Cataluña a 1.834, pero si eres de Barcelona la broma se pone en 2.128 euros.
Pero el 'España nos roba' tiene que ver con los impuestos. Hacienda ingresa en la provincia de Cádiz en sus dos delegaciones (se incluye la de Jerez) 1.447 millones, mientras que en Cataluña recauda 37.000 millones. Una diferencia de 36 a 1 frente a un diferencia demográfica de siete a uno. Por todos los impuestos cada gaditano contribuiría a la caja común con una media de 1.166 euros al año. Un catalán contribuye de media con 5.024 euros, pero un barcelonés paga más de 7.000 y un ilerdense 1.720, no mucho más que un gaditano. Pero si los catalanes piensan que Cádiz les roba, los madrileños deben de estar que trinan porque cada uno de ellos, en esta fantasmagoría estadística, paga ¡13.473 euros!
Se ve mejor si lo analizamos diferenciando impuestos. Por renta, es decir, por IRPF, cada gaditano, curiosamente, aporta más que cada catalán. Los gaditanos pagamos 295 euros por cabeza, mientras que cada catalán aporta 191. Las grandes diferencias están en el impuesto de sociedades y el IVA. Es fácil de entender. El de Sociedades se explica porque en Cataluña hay diez veces más empresas que en Cádiz. El censo catalán es de 606.000 empresas y casi 1.800 tienen más de 250 asalariados. En Cádiz hay 60.000 empresas y sólo 35 tienen una plantilla superior a 200 trabajadores en nómina. 47.000 de esas 60.000 tienen menos de tres asalariados. Aunque hagamos la corrección poblacional las diferencias en la actividad económica son galácticas.
En el ranking de empresas nacional la primera empresa catalana, Seat, aparece en el puesto diez. Quince empresas catalanas después, en el puesto 99, aparece la primera gaditana, Acerinox. Sólo Seat factura más que las 150 primeras empresas de Cádiz. Acerinox estaría en el puesto 16 de las empresas de Barcelona, pero es que, por facturación, la segunda empresa gaditana, Península Petroleum, estaría en el puesto 138 de las empresas barcelonesas. La empresa número cien de Cádiz, Zanobeet, dedicada a las hortalizas, factura lo mismo, 12 millones, que la empresa barcelonesa número 2.709, dedicada a ediciones musicales.
Pero, sobre todo, la diferencia en aportación de impuestos en los dos polos españoles está en el IVA, que es el gravamen al consumo. Y lo gaditanos consumimos poco en comparación con los catalanes. Cada gaditano paga por IVA 459 euros y cada catalán aporta 2.049. Esa es nuestra diferencia de capacidad de gasto, de lo que nos podemos permitir.
La Cámara de Comercio carece de datos sobre la balanza comercial entre Cádiz y Cataluña, pero podemos hacer algunas proyecciones sin ánimo científico. El principal franquiciado catalán es Pronovias, con cinco tiendas en la provincia. Tiene una cifra de negocio de 150 millones en sus 123 tiendas. En Cádiz una de nuestras principales franquicias es Friking, que vende originales e ingeniosas camisetas. Cuenta con 104 tiendas, once de ellas en Cataluña. Es la gran bandera gaditana comercial en Cataluña, pero está a años luz de facturación de los dos franquiciados catalanes porque un traje de novia es más caro que una camiseta.
Donde gana Cádiz es en gastronomía. Hay multitud de establecimientos que venden la marca Cádiz en Cataluña, principalmente en Barcelona: La Tacita de Plata, el Pescao Frito, La Gaditana, El Rincón de Cádiz, Palo Cortao, Quillo Bar... Todos los grandes chefs catalanes acuden asiduamente a la provincia, como los hermanos Adriá, que tienen uno de los bares más chic de Barcelona, el Tickets, donde incluyen en su selecta carta las tortillitas de camarones de El Faro, gentileza de los hermanos Córdoba. Sin embargo, en la provincia no hay ningún lugar que venda la comida catalana como especialidad.
Esto sucede pese a que los catalanes son relativamente asiduos por aquí. El turismo de litoral que aporta Cataluña a Cádiz supone el 4%, el tercero del mercado nacional tras Andalucía y Madrid.
En Sanidad, Cádiz cuenta con una cama hospitalaria por cada 379 habitantes, según el Catálogo de Hospitales que anualmente publica el Ministerio de Sanidad. Cataluña tiene 217 camas por habitante, aunque es cierto que tenemos, por ejemplo más TAC para tomografías por habitante. Por lo demás nos morimos más o menos de lo mismo en casi todo menos en una cosa. Ellos tienen muchos más accidentes mortales de trafico que nosotros. 238 muertos en carretera frente a 32 en 2016.
En Educación hay diferencias, pero no está Cataluña para tirar cohetes. Uno de los índices que mejor mide la situación, el abandono escolar temprano, lo que llamaríamos fracaso escolar, tiene a Cataluña, con un 18%, diez puntos por encima de Euskadi. En Cádiz, habiendo bajado mucho en los últimos, estamos aún por encima del 23%. Esto se agranda si hubiera que creer los rankings de universidades que tan poco gustan a las universidades. En Cataluña hay quince universidades, una por cada medio millón de habitantes. En Cádiz sólo hay una. Ocho universidades catalanas están por encima de la Universidad de Cádiz, que aparece en el cuadro medio bajo de la lista confeccionada por el sistema U-Ranking, sólo por encima de una universidad catalana, Universitat Oberta de Cataluña.
Una canción de la Creedence, Fortunate Son, empieza con el verso "algunos nacieron para agitar banderas". It ain't me. No somos hijos de fortunas. Qué buen himno para estos días.
Diego Domínguez, educador infantil: "A mí lo que me preocupa es Cádiz"
Diego Domínguez se crió en Hospitalet, en un barrio "de mucho cemento donde no encontrabas mucho arraigo". En las últimas elecciones, en su barrio, ganó Ciudadanos. Hijo de barbateña, creció en un ambiente castellano-hablante en lo que se conocía como el cinturón rojo de Barcelona. Su contacto con el mundo nacionalista era escaso y él de lo que verdad disfrutaba era de sus veranos en Barbate. "Ese era mi sentimiento de pertenencia". Pasó un año en el extranjero y, de regreso a Barcelona, aunque él había estudiado para educador infantil, encontró trabajo en MRW, donde tenía un buen puesto de jefe comercial en el departamento de Internacional. Hace diez años, pese a tener un buen sueldo, decidió de común acuerdo con su pareja cumplir su sueño y rompió con todo: bajó al sur. "Teníamos aquí casa familiar y montamos una tienda de delicatessen. Y entonces estalló el pollo de la crisis. Lo intentaron con algún otro negocio, instalándose en el mercado de Vejer con un puesto de encurtidos. "La crisis ha sido más dura aquí que en Cataluña. Cuando me preguntan por todo esto del procés yo digo que lo que me preocupa es Cádiz, que tiene muchas más urgencias y prioridades que Cataluña".
Aún así, no es ajeno a lo que sucede en su tierra, "a la que me siguen uniendo lazos familiares. Observo que amigos que nunca habían tenido un sentimiento rupturista están variando la percepción. Y me sorprende porque el giro está siendo muy bestia entre personas castellano-hablantes que nunca habíamos colocado esto del sentimiento catalán entre nuestras preocupaciones. Nos sentimos catalanes porque lo somos y punto, pero este patriotismo formaba parte de las clases burguesas o del mundo rural. Estoy convencido de que hace un año en un referéndum pactado hubiera ganado el 'no', ahora no lo tengo tan claro. Amigos de izquierdas tienen dudas e incluso familiares que votan a Ciudadanos están a favor de votar cuando pase todo esto. Alguien tendrá que pensar cómo hemos llegado a esto, pero ya te digo mi vida está aquí, en Cádiz, y mi sentimiento es para con mi dos hijos, uno de 8 y otro de 5. Los dos son de Cádiz". /P.I.
Dani García, presidente de la peña Per sempre Cádiz: "Aquí nada de política, sólo se habla del Cádiz"
Todo empezó con un gran disgusto: la eliminación en los play off de ascenso a Segunda del Cádiz en Hospitalet. La caída en tierras catalanas espoleó a un grupo de amigos con residencia en Barcelona a montar una peña futbolística, la única del Cádiz que hay en toda Cataluña. La llamaron Per Sempre Cádiz. El año pasado se estrenaron en Segunda y siguieron al Cádiz a todos sus desplazamientos catalanes y recuerdan con especial cariño el del partido del Girona porque fue el único equipo que logró ganarle a domicilio. "Fue nuestro estreno con victoria porque los otros dos partidos, en Tarragona y Reus, los perdimos y ya empezábamos a pensar que a ver si íbamos a tener gafe", bromea Daniel García, hijo de gaditana, presidente de la peña, y que hoy habla entusiasmado de los días de fútbol en el Polo, el bar de Cerdanyola donde se reúnen los miembros de la peña a ver los partidos. "Entre los socios hay gente de Cádiz, otros que somos hijos de gaditanos y otros que no tienen nada que ver con Cádiz, pero a los que el equipo les ha acabado por cautivar por esa afición que tiene, que es contagiosa". La prueba está precisamente en esos días del Polo, "donde se suma gente del barrio a ver los partidos. Entre esta gente hay independentistas y no independentistas, pero mientras juega el Cádiz nadie habla de política, sólo se habla del Cádiz". Y es que Daniel García no se pronuncia sobre lo que sucede en Cataluña. Está ahí, lo impregna todo, pero él y sus colegas, los miembros de la peña, cada uno con su opinión, han encontrado en el Cádiz una especie de oasis, una zona franca del monotema que coloniza a la sociedad catalana. Incluso cuando se le pregunta a Daniel por el apoyo de las Brigadas Amarillas al referéndum Daniel hace un dribling: "Todavía no hemos contactado con nadie de las Brigadas, aunque sí queremos tener hermanamientos con el mayor número posible de peñas del Cádiz. Yo respeto todas las opiniones y más si se trata de seguidores del Cádiz, pero supongo que cada uno tendrá su opinión. Si me preguntas mi opinión sobre qué quiero para el futuro, lo que quiero es que el Cádiz suba a Primera". /P.I.
Trini Aragón, propietaria de "El Rincón de Cádiz" en Barcelona: "El 1-O nos quedamos en casa. Que se las apañen entre ellos"
Hace diecisiete años Trini Aragón y sus dos hermanas hicieron una apuesta arriesgada que les podía marcar, para bien o para mal, su vida. Montaron en Barcelona, en pleno centro histórico, un restaurante al que le pusieron como nombre 'El Rincón de Cádiz'. Cocina gaditana con mucho pescado. Y a ser posible de Barbate, su tierra natal. Era su forma de llevar Cádiz a mil kilómetros de distancia.
Diecisiete años más tarde 'El Rincón de Cádiz' forma parte ya del paisaje barcelonés. "El 70 % de nuestra clientela es catalana porque estamos en un barrio lleno de gente de esta tierra", lo que no impide mantener un ambiente de diversión y risas en el establecimiento. "Mi norma es sonreír", afirma Trini, incluso en estas semanas tan convulsas para la sociedad catalana y a pesar de que su clientela se divide en partes iguales entre quienes quieren la independencia y entre quienes prefieren seguir como están.
Frente a este ambiente: buena cara. "Yo a cada cliente le regalo el oído. Nos mantenemos al margen y le decimos sí a todo con una sonrisa. Aquí en Cataluña el 90% de la gente es buena, pero hay un 10% más complicada, como en todas partes. Gente que me habla en catalán a los que yo respondo en castellano, sin mayor problema".
Reconoce que ahora el ambiente, de puertas afuera del restaurante, "está todo alborotado, este es un gran caos, aunque preferimos no meternos en nada". En todo caso sí tienen claro una cuestión: el día 1 de octubre, la jornada del referéndum ilegal, las tres hermanas "no vamos a salir a la calle. Lo que puede pasar ese día nos causa respeto y preferimos no meternos, que se apañen entre ellos".
Eso sí, pase lo que pase, y no tiene ni idea de qué es lo que puede pasar, piensan seguir en Barcelona. Entre otras cosas porque tienen que cuidar al hijo que le ha salido al 'Rincón', un local dedicado en exclusiva a los salazones y ahumados de la Chanca, "como homenaje a la tierra". Porque saben que, al final, la clientela catalana muere por un buen rebozado. /J.A.H.
Juan Gibert Rahola, catedrático de la UCA Farmacología: "Cádiz me ha dado trabajo, alimento y alojamiento, soy ampurdanés-gaditano"
Gibert y Rahola son dos apellidos muy catalanes. El árbol genealógico conocido de los Rahola llega al siglo IX y se inicia en Cadaqués. El apellido Gibert, de origen francés, está contrastado en Cataluña desde el siglo XVII, por lo menos. "Genéticamente soy más Rahola que Gibert, es decir, del Alto Ampurdán, donde sopla la Tramontana que, junto con el Levante en Cádiz y el Föhn en Suiza son los únicos vientos que ionizan positivamente la atmósfera". Quien habla así es Juan Gibert Rahola, catedrático de Psicofarmacología de la UCA, que se autodefine como "español y ampurdanés-gaditano". No es para menos, vive en Cádiz desde 1971. "Me adapté rápidamente a Cádiz, quizás por los vientos, Tramuntana y Levante. Cádiz me ha dado trabajo, alojamiento y comida. Mi mujer y mi hija son gaditanas. De mal nacido es no ser agradecido y yo lo estoy a Cádiz y a los gaditanos". Tan gaditano se siente y actúa que en 2003 fue nombrado Gaditano del Año junto a personas como el Padre Patera, el Yuyu o Pepe el Manteca.
Sus opiniones son claras sobre lo que sucede en la que nadie puede negar que es su tierra, pese a que los catalanes como él no están incluidos dentro del "derecho a decidir" impulsado por la Generalitat. "El referéndum catalán es totalmente ilegal, por lo que no puedo aceptarlo, pero es que además creo que Cataluña perdería en todos los aspectos con la independencia: económicos, sociales y democráticos, especialmente democráticos, viendo el acoso y derribo a los que no somos independentistas". Califica como "cinismo" pretender la independencia y que "el resto de España pague sus pensiones", además de que está convencido de que "Cataluña saldría de la UE y ningún país apoyará la independencia ya que sería el inicio de la petición de independencia de Bretaña, Córcega, Cerdeña, la separación de Bélgica en dos países y otros muchos más". Y, por último, apelando a otro sentimiento muy catalán, el fútbol, "no veo al Barça jugando en una liga catalana con contrincantes como el Hospitalet o el Figueres, sea dicho con respeto, ya que, tanto la Federación Española como la francesa, han dejado muy claro que no podría jugar en sus ligas"./P.I.
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