Un batallón de "captadores" de la Cruz Roja se plantan cada día en las calles de Cádiz en busca de la solidaridad de sus gentes, de nuevos socios. Se instalan cada jornada en las calles de algún municipio de la provincia y de todo el país. Un batallón de jóvenes ataviado con su inconfundible peto rojo y un discurso realista sobre la cruda situación que nos rodea, y que logra calar en buena parte de la sociedad, en la parte que puede calar, claro está.

"En Cádiz es más difícil la captación de socios que en otros puntos de España porque la situación aquí es más complicada, es más delicada", afirma el responsable provincial de Cádiz de este grupo de muchachos pertenecientes a la empresa colaboradora de Cruz Roja, Wesser & Partner.

"La media de captación de socios es más baja en esta ciudad, pero teniendo en cuenta la situación, no es significativo. Así que estamos muy contentos en términos generales", añade.

Y es que, paradójicamente, la crisis les ha beneficiado y ha aumentado el número de socios de Cruz Roja a nivel nacional, y la explicación la ofrece Daniel González. "La situación económica es mucho peor, pero ha jugado a nuestro favor porque la gente está más concienciada y porque la realidad que antes sólo escuchaban de oídas, ahora la viven en carne propia. La tienen más cerca, en su familia, sus amigos, sus vecinos...", relata este "captador", como se denominan.

Explica que cada semana planifican los lugares elegidos para conseguir nuevos participantes en la buena causa, en función a la respuesta ciudadana y a los puntos de mayor demanda. Tarea que organizan a nivel provincial. "Organizamos la campaña semana tras semana en base a distintos criterios".

En Cádiz se sitúan normalmente en la zona del Hospital Puerta del Mar y en la calle Columela y aledaños. Son los lugares donde mejor captan nuevas almas solidarias, dispuestas a perder unos minutos por ayudar al prójimo, y que normalmente son unas diez por captador al día. Aunque éstas "son cifras relativas" y cuantificadas a nivel nacional.

En la provincia son alrededor de diez jóvenes los que trabajan en esta tarea, aunque son muchos los que están dispuestos a desempeñar esta labor, según informa Daniel González.

El perfil responde al de jóvenes de entre veinte y treinta años, estudiantes por lo general, y "con algún tipo de habilidad social y don de gente que les permita transmitir el mensaje de la mejor forma posibe", señala el responsable provincial de Cruz Roja en Cádiz. Aptitudes que precisan en un proceso de selección, añade.

Daniel González habla así de la experiencia que avala su trabajo. "Llevamos once años en España y poco a poco Cruz Roja ha ido confiando en nosotros", concluye.