La playa de La Caleta es la playa más familiar de Cádiz, y también la que tiene un tirón turístico más importante, rodeada de castillos, con el baluarte, a pie del barrio de La Viña  y la única del litoral en pleno casco histórico.

Es, también, la playa con menos superficie de arena de la ciudad, con apenas un longitud de 450 metros, y con un espacio incluso cubierto por el balneario de La Palma, muy utilizado por grupos de personas sin hogar. La subida de la marea deja el espacio aún más limitado.

Con las limitaciones de uso de las playas impuestas por el estado de alarma y las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus, todas las playas de la ciudad tienen un aforo máximo de ocupación, que en el caso de La Caleta es de 2.586 usuarios, muy por debajo de los 3.648 impuestos en la playa de Santa María del Mar.

Esta superficie muy limitada, un aforo en consonancia a este tamaño y el reclamo turístico que tiene la playa, ha llevado al servicio de Protección Civil del Ayuntamiento de Cádiz a lanzar una advertencia sobre el uso de este espacio cuando entremos ya en temporada alta.

"Hay que tener mucha precaución. Estamos ante una playa que atrae a muchos turísticas y que, además, tiene un carácter muy de barrio, muy de familias. Es la playa del casco antiguo y en ellas hay muchas personas que pasan el verano". Familias que llegan a primera hora de la mañana y se van ya cuando el sol de ha ocultado, los siete días de la semana durante todo su verano.

"Como pasa con Santa María, el control del aforo en esta playa es más complicado, sobre todo a medida que va bajando la marea. Por ello, en La Caleta habrá que plantearse un cambio en los hábitos de sus usuarios tradicionales. Los grandes grupos familiares que se forman habitualmente tendrán que ser más reducidos y mantener los límites de espacio impuestos por cuestiones sanitarias". El temor es que el lleno en esta playa esté a la orden del día.