CEI.Mar realiza un estudio sobre las medusas peligrosas en el Mediterráneo

Investigadores concluyen que la invasión que se produjo en 2010 fue de carácter ocasional

Un ejemplar de 'Physalia physalis' o carabela portuguesa, una peligrosa especie de hidrozoo venenoso.
Un ejemplar de 'Physalia physalis' o carabela portuguesa, una peligrosa especie de hidrozoo venenoso.
B. E. Cádiz

05 de julio 2015 - 01:00

Investigadores adscritos al Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI.Mar) han publicado recientemente un artículo en la prestigiosa revista Scientific Reports en el que han concluido que la invasión de medusas de carabela portuguesa (Physalia physalis) que se produjo en el año 2010 en el mar Mediterráneo fue de carácter ocasional, causada por una inusual combinación de condiciones meteorológicas y oceanográficas.

Aunque la carabela portuguesa no es una especie nativa de la cuenca del Mediterráneo, la región experimentó un elevado número de colonias en 2010 que tuvieron consecuencias dramáticas, ya que ocasionó la primera víctima mortal debido a una picadura de medusa. A pesar del impacto de estos organismos en la actividad económica de la zona, hasta la fecha no se había conseguido esclarecer dentro de la comunidad científica las causas de este episodio.

Así, y gracias al análisis de registros de estos organismos desde el año 2005 hasta el año 2012, se ha observado que lo ocurrido en 2010 fue algo extraordinario, y los avistamientos han disminuido drásticamente desde entonces, indicando que no suponen un problema continuo para las playas mediterráneas. A no ser, puntualizan, que los valores del índice de Oscilación del Atlántico Norte -NAO, un fenómeno climático en el océano Atlántico norte que tiene un fuerte efecto en los patrones de viento y precipitación de Europa- extremadamente negativos se vuelvan más frecuentes.

Cabe destacar que, a través de este estudio, los investigadores comprobaron que los valores de la NAO durante el invierno de 2009-2010 se encontraban entre los más negativos desde el comienzo de los registros, hace ya casi 150 años. De igual forma, la intensidad de los vientos de componente oeste había sido entre uno y medio y cuatro veces más alta que la media en esa época del año. Por tanto, "concluimos que estos fuertes vientos inusuales, junto con las corrientes oceánicas que predominan, probablemente hubiesen trasladado a la población de Physalia physalis desde el océano Atlántico abierto hacia la costa, a través del Estrecho de Gibraltar, y dentro de la cuenca Mediterránea", como explica la investigadora ICMAN (Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía) y responsable de este trabajo, Laura Prieto.

Además de analizar los registros climáticos y meteorológicos disponibles, se empleó un modelo de circulación oceánica sobre el cual se simuló la llegada del enjambre de colonias de la carabela portuguesa a las costas. Dicho modelo tiene en cuenta, además de las corrientes oceánicas, los vientos reales, lo cual es decisivo, ya que cada colonia de estas medusas consta de un individuo que funciona como un flotador con vela y el viento y las corrientes superficiales son lo que determinan su movimiento.

A través de los datos proporcionados por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía sobre la llegada masiva de estos organismos a las costas (llegaron más de 100.000 colonias en apenas dos semanas), los investigadores del CEI.Mar pudieron constatar si el modelo funcionaba. Y los resultados del modelo y los resultados reales de llegada a la costa coincidieron en gran medida.

Se puede consultar más información en: https://ec.europa.eu/jrc/

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