El Ayuntamiento va a afrontar un profundo cambio en la relación que los conjuntos escultóricos tienen con la ciudad. Un cambio que se integra dentro de la potenciación del área de Patrimonio Histórico, que ha visto triplicado su siempre reducido presupuesto, a la vez que da los primeros pasos para la elaboración de su plan estratégico.

La intención municipal, según adelanta el concejal del área, Paco Cano, es mantener la recuperación de este legado histórico, ya iniciado hace pocos años aunque entonces la concejalía apenas tenía fondos, además de promover una visión más crítica por parte de la ciudad.

Así, ni habrá reubicación de los monumentos ni se retirarán de la vía pública, sobre todo por la falta de fondos del Ayuntamiento. De esta forma se libran las polémicas Antorchas de la Libertad, ubicadas en las plazas de Sevilla y la Hispanidad con un coste de varios cientos de miles de euros. Su desmantelamiento, deseado por este equipo de gobierno, supone una inversión inasumible para el municipio.

“En conjunto queremos revisar críticamente los monumentos, ver los valores que transmiten y si estos son correctos. A la vez, vamos a analizar las esculturas que nos donan. Tenemos que hacer una valoración estética y de respeto a la sociedad y al espacio urbano donde se ubican”, destaca Paco Cano.

El edil indica también la existencia de monumentos que, aunque pudieran ser también objeto de polémica por la historia que rodea a quienes se les ha dedicado, "forman arte del contexto de la ciudad", por lo que no deben tocarse pero sí mantenerlo. Es el caso, afirma, del dedicado al Marqués de Comillas, cuyo nombre sí se eliminado del tramo de la Alameda donde se levanta el espectacular conjunto escultórico dedicado al empresario.

Patrimonio ha cerrado ya un contrato para el mantenimiento de todas estas piezas, con un coste anual de 25.000 euros y un equipo de restauradores. "Queremos de esta forma agilizar todo el proceso de reparaciones en nuestro patrimonio histórico", evitando con ello numerosos trámites burocráticos. En todo caso, serán en su mayoría trabajos de mantenimiento o de urgencia, pues el presupuesto se quedará muy corto en operaciones de gran calado, como la que se quiere emprender en el Monumento a las Cortes.

Junto a la limpieza de bustos, cañones y monumentos realizados en los tres últimos años, ahora se pretende recuperar por fin la instalación en la trama urbana de siete de los cañones que en su día fueron localizados en Canalejas.

Todo ello está directamente relacionado con la elaboración del Plan Estratégico de Patrimonio Histórico, un documento ya previsto en el Plan Director de esta concejalía.

Como un plan de estas características tiene un coste de unos 200.000 euros, una cifra imposible para el Ayuntamiento, se va a ejecutar por fases. Por lo pronto se va a trabajar ya en la elaboración de Cartas Arqueológicas. También se proyecta como prioridad la organización de charlas con especialistas sobre las murallas, los monumentos, las torres miradores, la arquitectura contemporánea e incluso los edificios abandonados. Pretende Cano que en los debates puedan participar los ciudadanos “aportando soluciones” y dando también su opinión.