Corría el año 1983 cuando la lonja de frutas se trasladó de la zona de Puerto Chico a la salida de la ciudad, donde antes había un vertedero. Entonces se rodeaba la lonja de un recinto penitenciario, del antiguo matadero y de la vía del tren; hoy, el edificio está rodeado de viviendas y de un complejo deportivo. Además, en 1983 la lonja municipal tenía el monopolio de comercialización en la ciudad; hoy en día, ha pasado a ser un mercado más para mayoristas, sin ningún tipo de control por parte del Ayuntamiento, pues carece ya de competencias para ello. Por todo esto, desde el Consistorio se ha planteado la necesidad de buscar una nueva ubicación a las empresas que realizan allí su labor.

Fuentes municipales indican que desde hace meses se vienen manteniendo conversaciones con los propios mayoristas instalados en la lonja para buscar una solución de futuro para esta actividad. Varios son los motivos que justifican esta operación de traslado, 32 años después de inaugurar las instalaciones.

En primer lugar, desde el Ayuntamiento se incide en las molestias que hoy en día ocasiona la convivencia de la lonja con los bloques de vivienda colindantes. Y es que aunque es cierto que esas edificaciones son posteriores a la lonja de frutas, hay que buscar una solución.

Vinculado al crecimiento residencial estaría también el tráfico, que en esa zona genera frecuentes problemas ante las dificultades de aparcamiento e incluso de circulación cuando los camiones están realizando su función de carga y descarga en el edificio, siendo frecuentes las llamadas a la Policía Local para denunciar problemas en el tráfico en este entorno, según las fuentes municipales consultadas.

Además, se señala también que en estas tres décadas la tecnología que ha llegado a la actividad que allí se lleva a cabo afecta al trabajo diario. La carga y descarga de mercancía, los formatos de los productos, los tipos de paletizado... han ido evolucionando en todo este tiemp, haciendo que de alguna forma el edificio actual haya quedado algo desfasado, aunque su estado de conservación sea óptimo.

Esto último unido a la actividad diaria que durante 32 años se viene realizando, "habiendo pasado por sus instalaciones millones de kilos de géneros", se indica desde el Consistorio, hace que el equipamiento propiedad municipal necesite hoy en día una "remodelación costosa para adaptarlo a las nuevas necesidades comerciales".

Y es en este punto donde se ha planteado el traslado de la lonja a una mejor ubicación, entendiendo que el emplazamiento actual cada vez es más incómodo para los mayoristas y los concesionarios de los departamentos de la lonja, a la vez que afecta a los vecinos de las viviendas de alrededor y ocasiona problemas de tráfico en el entorno. Por todo ello, se ha determinado que es mejor buscar un nuevo espacio para desarrollar esta actividad que proyectar la remodelación y rehabilitación de la actual sede.

La búsqueda del nuevo emplazamiento no será algo fácil, estiman fuentes municipales, teniendo en cuenta las dimensiones y características que requieren este tipo de equipamientos. De momento, se están haciendo algunas gestiones con Zona Franca para analizar distintas opciones.

Y en cualquier caso, esta operación se haría respetando las concesiones y las situaciones laborales existentes en estos momentos, puntualizan desde el Ayuntamiento. En ese espíritu es en el que se están desenvolviendo las reuniones con los propios mayoristas de frutas, que disponen aún de un período de 32 años para que finalice la concesión administrativa municipal firmada en su día.

La lonja tiene capacidad para 17 departamentos -denominados situados- o actividades comerciales distintas, además de un local destinado a cafetería, cuyo contrato finaliza el próximo año, ya que en este caso sale a concurso su explotación cada cinco años. De los 17 situados, actualmente están en funcionamiento 13, habiendo recuperado el Ayuntamiento la titularidad de los otros cuatro, a los que por el momento no se prevé devolver a la actividad.