San Fernando

Las quejas por las carencias del servicio de cafetería del hospital de San Carlos se multiplican en San Fernando

Acceso principal al hospital de San Carlos, en San Fernando.

Acceso principal al hospital de San Carlos, en San Fernando. / Jesús Marín

Profesionales, usuarios, pacientes y familiares del hospital de San Carlos coinciden en denunciar las carencias que arrastra el servicio de cafetería del centro isleño que pasó a manos del SAS hace una década, tanto por su restringido horario como por sus elevados precios. Las quejas y denuncias se acumulan. Y aunque se han presentado ya varios escritos dirigidos a la dirección, la situación -lamentan- no ha variado un ápice. 

De hecho, reconoce uno de los trabajadores del hospital isleño, ni siquiera se ha conseguido averiguar qué es lo que pasa exactamente con la cafetería: si es un problema de la concesión, de los requisitos recogidos en el pliego de condiciones, si es que no hay nadie que quiera hacerse con el servicio... 

El caso es que mientras el número de usuarios que pasa a diario por las instalaciones de San Carlos no deja de crecer -dada también la apuesta que se ha hecho desde el SAS por aprovechar la capacidad del antiguo hospital militar- el servicio de la cafetería deja cada vez más que desear. Así que las quejas se multiplican ya por todas partes. 

Y -advierten- no es un asunto baladí: familiares de enfermos ingresados o personal de guardia no tiene dónde tomar un café o un bocadillo para reponer fuerzas habida cuenta de su restringido horario. Ni siquiera por las tardes, porque la cafetería -y esta es es una de las principales quejas- solo está abierta hasta las 15.30 horas y los fines de semana y festivos solo funciona de 8.00 a 11.00 horas.

Aunque, por ejemplo, en la pasada Semana Santa incluso ha estado completamente cerrada desde el Jueves Santo hasta el lunes de Pascua. Así que a menudo es como si el servicio no existiera. 

Se da además la circunstancia de que, por su ubicación en la población de San Carlos, no hay otras cafeterías que queden muy a mano, así que la situación se ha convertido en un verdadero problema para el hospital isleño. 

Porque a las quejas por el limitado horario se suman también otras por los precios -que consideran muy elevados, casi dos euros el café por ejemplo- la falta de personal suficiente, de productos... 

Sindicatos como el CSIF se han hecho eco ya del problema e incluso llevaron a cabo una recogida de firmas en el pasado mes de diciembre para exigir que se solucionara el problema. 

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