Actualmente hay 155.550 personas beneficiarias de las ayudas de la ley de dependencia en Andalucía, lo que representa en torno al 30% de las personas que reciben una prestación en España, según los últimos datos del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). En Andalucía son compatibles hasta tres ayudas por persona.
En total, desde que la ley entrara en vigor el 1 de enero del 2007, se han concedido 203.970 prestaciones en la comunidad andaluza. Sólo la provincia de Cádiz, con una población cuatro veces inferior, ha superado en prestaciones a toda la Comunidad Valenciana.
El 52,7% de las casi 204.000 prestaciones que se han concedido en Andalucía a través de la ley son de servicios - teleasistencia, ayuda a domicilio, residencias y unidades de estancia diurna-, lo que la sitúa casi tres puntos por encima de la media de toda España, que está en el 51%.
Uno de los ejemplos de esa apuesta por los servicios es la ayuda a domicilio, que en Andalucía supera las 36.600 personas beneficiarias, lo que supone el 52% de las prestaciones de este tipo que se han concedido en toda España. La teleasistencia la reciben 45.727 personas en la comunidad andaluza, el 70% de los beneficiarios de esta ayuda en España. Un total de 8.520 personas tienen derecho a unidades de estancia diurna o nocturna y 16.608 dependientes andaluces tienen plaza fija en residencia. Plazas, que en el caso de Sevilla, han subido un 65% desde que entró en vigor la ley, ya que toda persona dependiente tiene derecho a una plaza en una residencia si lo necesita.
En cambio, un 47,3% de los dependientes y sus familias prefieren cobrar una paga económica, de entre 519 y 300 euros según el grado de dependencia, que recibir la ayuda a domicilio o tener una plaza en una residencia o en un centro de día, según los datos del SAAD. Una evolución ascendente desde 2007.
En casi tres años y medio, un total de 415.740 personas han solicitado en Andalucía las ayudas o prestaciones para dependientes. Respecto al perfil de la personas solicitante: mujer, en un 65% de los casos, con 80 o más años.
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