En el comité ejecutivo nacional del PP es un simple vocal en un órgano donde hay que contar los miembros con más de cuatro manos, pero el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, es una de las pocas personas que se ve con Rajoy todos los lunes por la mañana en las reuniones de maitines. El alcalde ha sido el único presidente de una de las mesas de debate de la convención nacional del PP que no es coordinador de nada. Pero se le espera. Su más que probable salida del Ayuntamiento de la capital, donde sería sustituido por Ana Botella, para saltar al Congreso y, de ahí, a un ministerio adquirió categoría de real con este papel que el PP le ha concedido en la convención, y que él, desde luego, no desaprovechó.

Probablemente, realizó el mejor de los discurso oídos ayer o, al menos, el mejor ilustrado. Con uno de los artilugios de la casa Apple entre sus manos y un recuerdo al desaparecido Steve Jobs, aseguró que "la empresa española está en el siglo XXI, mientras la administración de Justicia sigue instalada en el XIX".

El PP mantiene que hay que recuperar la vieja idea de Fraga de la administración única para evitar duplicidades. Para escenificar esta idea, el alcalde de Madrid puso el siguiente ejemplo: en 1978, los boletines de las administraciones españolas sumaban 50.000 páginas al año; en 2010, fueron 800.000, fruto de la institucionalización de los ayuntamientos y, en especial, de la constitución de las comunidades autónomas. "Esto no es lo que quería el constituyente -mantuvo Ruiz-Gallardón-; nadie debe dudar ni del Estado de las autonomías ni de la descentralización que se debe hacer hacia los ayuntamientos, pero debemos darle un giro radical a la administración", a la que juzgó como un cuerpo sobrado de "grasa" en el cual debería sustituirse el músculo por el tejido adiposo.

Sin embargo, para lo que no sirvió la mesa la administración, motor del cambio fue para conocer por dónde hay que comenzar a recortar las duplicidades. Gallardón dijo que en Madrid hay tres agencias que dan seguridad al alquiler de viviendas, las del Ayuntamiento, comunidad autónoma y Gobierno. ¿Cuáles sobran? La respuesta de Gallardón no dejó de ser obvia: debe permanecer la que funcione mejor.

No obstante, el alcalde de Madrid ha sido el único, hasta ahora, que ha subrayado la "gran responsabilidad" que tendrá el PP a partir del 20-N si gana las elecciones. Todos los niveles de la administración, desde el municipio al Ejecutivo central, tendrán color azul, y ya no cabrán críticas ni excusas.